El Gobierno hace pleno y convalida los cuatro decretos en el Congreso
El Ejecutivo logra el respaldo para relajar el uso de la mascarilla, bajar el IVA de la luz, atajar la temporalidad de los funcionarios y alquilar obras Thyssen.
El recién remodelado Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho pleno este miércoles. El Congreso ha convalidado los cuatro decretos que se han votado en la Cámara Baja, incluso sigue vivo el que más complicado tenía, el de reducción de la temporalidad en el empleo público.
El Ejecutivo ha logrado el respaldo para bajar el IVA de la luz (193 ‘síes’), relajar el uso de la mascarilla (180 ‘síes’), atajar la temporalidad de los funcionarios (170 ‘síes’ y 169 ‘noes’) y alquilar casi medio millar de obras de la colección Thyssen durante 15 años (269 ’síes`). Eso sí, solo el decreto de los interinos, muy ajustado, se tramitará como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia.
Y todo gracias a concesiones de última hora. Ya en tribuna, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha ofrecido a los partidos tramitar el decreto de los interinos, cuya votación se ha repetido por un empate, como proyecto de ley para que los grupos puedan introducir enmiendas en un claro guiño dirigido a evitar una derrota del nuevo Ejecutivo.
Montero, no obstante, ha ido más allá para cambiar al ‘sí’ el voto de ERC y ha pactado que los funcionarios que lleven más de diez años ocupando una plaza que nunca haya sido convocada puedan adjudicársela sin pasar un examen de oposición. De esta manera, será suficiente con una valoración de méritos.
Lo cierto es que el Gobierno ha tirado de suspense y de pacto ‘in extremis’ en el último pleno del curso para salvar su intento de atajar la temporalidad de los funcionarios. Montero ha anunciado que los cambios que ha pactado se introducirán durante la tramitación como proyecto de ley que se ha comprometido a tener aprobada antes de que acabe octubre.
“Aviso a navegantes”
La diputada de ERC en el Congreso Pilar Vallugera, quien ha justificado el cambio de voto del ‘no’ al ‘sí’, ha sido tajante y ha advertido a los socialistas de que deben comprometerse con el acuerdo alcanzado. El voto afirmativo de ERC es todo un “aviso a navegantes”, ha asegurado. Una fuente republicana en el Congreso advierte de que aprovecharán la tramitación del decreto para introducir “mil enmiendas”.
El Ejecutivo, aún así, puede sonreír porque también sus planes para rebajar de manera temporal el IVA de la luz del 21% al 10% en plena escalada de precios, para relajar el uso de la mascarilla en exteriores en pleno auge de la quinta ola de la pandemia y para alquilar por 6,5 millones anuales durante 15 años 427 obras de la colección Thyssen han recibido el visto bueno de una mayoría de diputados.
El primer decreto sobre el que los partidos en el Congreso se han puesto a opinar para justificar su voto ha sido 12/2021, de 24 de junio, que rebaja de manera temporal el IVA de la luz, así como la suspensión temporal del impuesto a la generación que pagan las eléctricas.
Lo cierto es que ha sido el decreto que menos ‘peros’ ha recibido. Es más, hasta el PP se ha salido del ‘no’ y se ha abstenido pese a que para los de Pablo Casado se trate de un “parche”.
No obstante, parte de la oposición ha cargado contra el Ejecutivo por la falta de más medidas con las que contener el precio de la luz, que este miércoles, con 106 euros por megavatio de media (MWh), pulveriza los 103,76 del récord histórico de 2002.
ERC ha pedido al Gobierno hacer permanente la rebaja del IVA. También Bildu, que ha señalado a las empresas generadoras y comercializadoras de electricidad, a las que denomina “oligopolio eléctrico” por “alteración de precios”
La vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha sido la encargada de defender el plan del Ejecutivo y ha reiterado que el alza de los precios se debe a circunstancias que no puede controlar: el precio del gas natural y de los derechos de emisión del dióxido de carbono.
La ministra, no obstante, ha anunciado que ya ha trasladado a la Unión Europea (UE) la necesidad de abordar cambios en el diseño del mercado marginalista eléctrico.
Las mascarillas, clave del debate en plena quinta ola
Hace casi un mes que el Gobierno decidió relajar el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores. El problema es que en ese lapso, la quinta ola de la pandemia ha disparado la incidencia acumulada y los nuevos casos, y está obligando a las comunidades a dar marcha atrás en la desescalada. Pese a ello, el Ejecutivo ha logrado el respaldo del Congreso para que el cubrebocas no sea obligatorio en exteriores siempre que se pueda garantizar la distancia de seguridad.
Al rescate de los partidos del Gobierno han acudido formaciones como Bildu, Ciudadanos, PDeCAT, Junts. Aunque ni el PNV —que lo considera un ejercicio de irresponsabilidad— ni ERC, que se abstienen, han podido apoyar el decreto por la situación que se vive en sus comunidades.
Es más, en País Vasco el lehendakari pidió al Gobierno la imposición del toque de queda y del uso obligatorio de la mascarilla en todo momento para frenar la pandemia. Y en Cataluña, donde la quinta ola está siendo especialmente dura, los republicanos no pueden cantar que apoyan una decreto que no se vería con buenos ojos por la difícil situación epidemiológica. “La situación en Cataluña supedita la posición sobre este decreto”, remachado el diputado republicano Xavier Eritja.
El PP que ha votado en contra, ha criticado que el “decreto de las sonrisas” ha sido una irresponsabilidad que ha conducido a España a ser “el país de las familias en cuarentena, de los contagios y hospitalizaciones”. La diputada popular Elvira Velasco ha cargado contra el Ejecutivo al que responsabiliza de hacer peligrar la campaña turística de este verano: “La España a la que se ha referido un secretario de Estado francés como un país que ha abierto rápido y de manera imprudente. La España de la variante delta”.
La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha explicado así el voto a favor de los suyos: “Puede haber argumentos para validar el sí, el no o la abstención. Cuando hablamos de una pandemia que se escapa de todos los esquemas, las respuestas categóricas no sirven. Se reconoce en evidencia que el riesgo de transmisión del virus en exteriores es nulo si se mantiene la distancia de seguridad. En este momento la obligación de llevar mascarilla en espacios abiertos puede ser arbitraria y desincentivar estar al aire libre y empeorar el aislamiento social”.
El último decreto que se ha votado ha sido el que formaliza el contrato de alquiler entre el Gobierno de España y de la baronesa Thyssen para alquilar obras de la colección durante 15 años. Además, ha sido el el que más unidad ha destapado: 269 votos a favor, ninguno en contra y 77 abstenciones.
Una vez transcurrido el plazo, el Estado decidirá si compra o no la colección por el resto del dinero. También podrá firmar un nuevo alquiler. El contrato, además, estipula la vuelta del Mata Mua, la icónica obra de Gauguin que salió del museo durante el estado de alarma del coronavirus.
El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el encargado de defender el decreto, ha dicho que la “urgencia” para otorgar la garantía del Estado a la colección Thyssen-Bornemisza “viene dada por la necesidad de proporcionar seguridad jurídica al aseguramiento de las obras”. Todo un peno al cuatro.