El 'juernes' del 10-N
Así ha sido el debate de LaSexta: el choque tardío de las derechas, el PSOE entra contra Vox desde el 'minuto uno' y las izquierdas rebajan su tensión.
Último asalto televisivo. Más de dos horas en prime time. Y cinco políticas frente a frente. El debate de LaSexta nos deja a las derechas de PP y Cs entrando al final al cuerpo a cuerpo con Vox, a pesar de haberlo evitado en el primer tramo, con un PSOE combatiendo ya desde el principio a la ultra derecha y con un Podemos firme en la exigencia de la coalición. Y con la izquierda rebajando su choque (tendrá que ver el apellido Montero).
Sobre el ring catódico cinco políticas con mucho gancho: María Jesús Montero (PSOE), Irene Montero (Unidas Podemos), Rocío Monasterio (Vox), Ana Pastor (PP) e Inés Arrimadas (Ciudadanos). Bajo la batuta de la periodista de la periodista Ana Pastor. ¡Juernes antes del 10-N!
Todo bajo la presión de que quedan apenas 24 horas para que se cierre la campaña electoral. Y los partidos están muy nerviosos por la gran cantidad de indecisos (una de cada tres personas no sabe qué hacer) y el auge en las encuestas de la ultra derecha de Vox, que podría ser la tercera formación del país este domingo.
Encuentra la diferencia con el del lunes: se ha hablado más de programas y de políticas públicas y menos de Cataluña, el clima ha sido menos brusco, Inés Arrimadas ha estado menos sobreactuada que Albert Rivera, el PP ha mostrado su cara más cercana y se ha combatido a Vox desde el PSOE desde el minuto uno. Y la gran diferencia: se ha visto a veces más tensión entre las derechas al final que en la izquierda. Pastor y Arrimadas no son Casado ni Rivera. Todos han confrontado a ratos con la ultraderecha.
Llegando su punto más álgido en la segunda parte. Con alguno momentos decisivos como cuando Pastor le ha arrojado a Monasterio la “gestión” del Partido Popular y le ha replicado que lo mejor que le ha pasado a España ha sido el Estado de las Autonomías. Ella ha entendido que hoy sí tocaba reivindicar a los populares frente a los de Abascal, incluso le ha llegado a decir: “Usted representa lo que representa y yo presento a un partido con experiencia a favor de la igualdad”.
Arranque por todo lo alto
Unos nervios disimulados que ya se notaban desde el principio, cuando Inés Arrimadas tomaba la palabra y pedía explicaciones por el dinero gastado en Andalucía en prostíbulos. La ministra socialista de Hacienda entraba fuerte contra Vox y el apoyo dado por PP y Cs en la Asamblea para su propuesta de ilegalizar a partidos independentistas, además de recordar el veto de la ultraderecha a periodistas.
Monasterio no se daba por aludida y hablaba del futuro “fantástico” que quiere para el país. Por otra parte, Montero (UP) ya sacaba en el primer minuto el argumento favorito: el PSOE quiere pactar con la derecha, en tanto que Pastor (PP) mostraba el lado más amable de los populares e intentando visualizar que es la única alternativa al PSOE en Moncloa. Luego sacaría su lado duro (con guante de seda).
“Si me disculpas, Ana”. Subía la ‘emergencia climática’ en el plató ya cuando pasaba media hora por el tema económico. Y el cara a cara los centraban las representantes del PSOE y del PP. Bipartidismo: arma arrojadiza del paro, una costumbre de décadas
Muchos frentes abiertos. Monasterio tiraba de sus frases de populismo que más tirón busca: acabar con los “silloncitos” de los políticos y con las autonomías para invertir en sanidad, educación y pensiones. Lo que no añadía era su preferencia del tipo de educación: en su programa habla de un cheque escolar para que las familias tengan “auténtica libertad”.
Aunque esta propuesta no está detallada en el actual programa, sí lo explicaban en el de 2016: decía que forzarían a la educación pública a “competir” con la privada. La propuesta pasaría por que las familias decidan dónde destinar el “coste real” de la plaza, lo que permitiría que los centros privados recibieran financiación pública.
Un modelo económico, saltaba Irene Montero contra Monasterio, que es el paradigma de la “ley de selva”, que en su opinión defienden todos los otros partidos. Pero más todavía Vox, en su opinión: “Privatizar hasta el palo de la bandera”.
Vuelta al duelo entre el PSOE y Vox. “Pida perdón”, la exigía María Jesús Montero a Rocío Monasterio por sus palabras sobre los ‘mena’ en su visita al barrio de la Macarena. Los vecinos, le ha reprochado, le tuvieron hasta que decir que tenían una vida integrada. “Me gustaría que pidiera perdón por su comportamiento xenófobo”, ha insistido, a la vez que ha mirado al PP y a Cs y ha dicho que son menores tutelados por la Junta de Andalucía, por lo que deberían también respaldar esa exigencia.
La representante de la ultra derecha salía al paso al rato y decía que debía pedir perdón el PSOE por ir en Falcon Pedro Sánchez a Valladolid. Y le exigía asimismo pedir perdón también por dirigir “medios progres” y “editoriales contra nosotros”. Lo que ha obviado decir Monasterio es que ha vetado a los periodistas del Grupo PRISA, incluido El HuffPost, para acceder a su sede y a actos en espacios privados.
Andalucía ha sido constante, para bien y para mal, durante todo el debate. Incluso el grado de andalucismo de Arrimadas era debatido. “Usted ha vivido en todo el mundo”, decía con ironía la socialista a la de Cs. La ‘naranja’ se lo ha tomado muy mal, creía que la estaba “ridiculizando”: “Soy tan andaluza como usted”. Y le sacaba unas facturas en verde: ”¿Qué le parece como mujer, socialista y andaluza que se haya gastado dinero en prostitutas con dinero público?”
Una foto totalmente diferente a la del debate del pasado lunes entre candidatos, todos hombres. Los atriles han sido ocupados todos por mujeres este jueves. ¡Y ojo! Precisamente el grupo con mayor indecisión es el de mujeres entre los 18 y 24 años. Un dato: Vox no ha enviado a ninguna de sus aspirantes a las elecciones, sino que ha delegado en Rocío Monasterio -que es portavoz en la Asamblea de Madrid-.
Y otro movimiento estratégico, el Partido Popular enviando a Ana Pastor, del ala más moderada, frente a Cayetana Álvarez de Toledo, que ha sembrado la polémica en los últimos debates. Todo cuenta: hasta la semántica del color. Todas con la gama de sus partidos, menos Irene Montero.Y dos ya repetían enfrentamiento: las candidatas de Cs y de UP ya se vieron en el de los portavoces parlamentarios de RTVE.
No era un debate ‘de mujeres’ como muchos entendían. LaSexta decidió organizar un cara a cara alternativo al de los candidatos y se pidió a los partidos que se mandaran a los “mejores”. Y fueron las formaciones las que tomaron la decisión. Un paso más en la igualdad, aunque sigue existiendo ese techo de cristal: ninguna mujer lidera un partido ni aspira a La Moncloa este 10-N.
Pastor no es Álvarez de Toledo
Durante la primera hora, PP y Cs han evitado entrar en el cuerpo a cuerpo con Vox. Y eso que ya azuzaba desde el PSOE María Jesús Montero pidiendo que se pronunciaran sobre la proposición aprobada por esos tres partidos en Madrid para pedir la “ilegalización” de los partidos separatistas.
Era muy esperado el bloque sobre violencia de género y feminismo. La ‘popular’ Pastor ha querido dar una versión diferente a la de su compañera Álvarez de Toledo durante estos días: “Cuando no hay consentimiento, hay violación y agresión sexual”. Es la postura del PP y “de todas las personas de bien”, ha recalcado.
Monasterio se quedaba sola durante este tema, pidiendo al resto de partidos que se aprobara la cadena perpetua para los violadores. El resto de candidatas han abogado por reformar el Código Penal para la tipificación de los delitos sexuales.
En este choque de las derechas también se enfrentaban Pastor y Arrimadas: “Se nota que hay muchas personas que no han gestionado nunca nada”, decía la expresidenta del Congreso. “Ni robado de la corrupción...”, añadía la ‘naranja’. La azul decía que llevaba 30 años en la vida pública y nadie le ha podido decir nada, y la dirigente jerezana decía que ella espera no estar tanto tiempo.
Pastor volvía contra Monasterio, cuando hablaba de que había 17 mercadillos en las autonomías. “Ustedes quieren matar moscas a cañonazos”, apostillaba la ‘popular’.
Y Cataluña tensaba a Arrimadas y Monasterio, sobre el control de TV3. “Lo pudieron hacer”, ha saltado desde Vox, y la portavoz de Cs le contestaba duramente: “Espérese a que yo gobierne”.
En el flanco izquierdo había más tranquilidad. Es una cuestión de filias, María Jesús Montero e Irene Montero se llevan bien. En Podemos ven a la ministra de Hacienda cercana a ellos en postulados de izquierdas. Incluso la ‘morada’ ha soltado: “Espero que Sánchez escuche a Montero. La ministra dijo el otro día que buscarían acuerdos con nosotros”.
Juernes antes del 10-N. La gran party: el domingo.