De Páramo: "El PP tiene 'ciudadanitis' desde hace mucho tiempo"
Entrevista al secretario de Comunicación de Ciudadanos: "Santiago Abascal es pasado"
La vida (y la política) es una road movie. Fernando De Páramo se implicó de lleno en Ciudadanos en la campaña de las europeas de hace cinco años. Se recorrió toda España en una furgoneta ayudando a Juan Carlos Girauta.
Ya ha pasado una legislatura y el próximo 26 de mayo habrá un superdomingo electoral, con europeas, municipales y autonómicas. Hoy De Páramo (Granada, 1987) es uno de los 'cerebros' de Ciudadanos y un hombre de la máxima confianza de Albert Rivera. Y los resultados le avalan: fue encargado de la estrategia de la campaña de las pasadas andaluzas.
Llegan nuevas batallas electorales. Rivera lo quería cerca y el pasado verano dejó su escaño en el Parlament catalán y se mudó definitivamente a Madrid para centrarse a tiempo completo en la política nacional desde la Secretaría de Comunicación. Es uno de los rostros naranjas más conocidos y esto opina de lo que está pasando en nuestro país. Niega que hayan pactado con Vox en el sur, exige ya elecciones generales y cree que los populares tienen "ciudadanitis".
¿Cómo lleva ese gran salto a la política nacional?
Muy bien, con muchísimo trabajo. Con todas las citas electorales que vienen había que dar ese salto. Con mucha nostalgia también porque han sido tres años batallando con nuestro equipo allí. Vienen otros retos, el primero fue la dirección de la campaña en Andalucía.
Ha arrancado ese Gobierno andaluz este martes. ¿Qué podemos esperar de Ciudadanos?
Mucha responsabilidad porque estamos hablando del primer gobierno con Ciudadanos, lo que es una novedad. Y, sobre todo, es el primero distinto al PSOE en cuarenta años. Es un momento histórico. A partir de ahí, trabajo y encabezar el cambio.
Se anunciaron los consejeros el lunes y hubo dos ruedas de prensa paralelas, una de Juanma Moreno y otra de Albert Rivera. Desde el PSOE hablan de que nace un Gobierno separado. ¿Podemos esperar un Ejecutivo desunido?
Lo que vamos a esperar es un PSOE haciendo de comentarista del nuevo Gobierno, tienen que asumir que han perdido. Vimos que no aceptan los resultados democráticos de las urnas. El PSOE no está facilitando mucho la labor de ese traspaso de poderes, no está actuando con lealtad en ese sentido.
En ese nuevo Gobierno hay una Consejería de Salud y Familias. ¿Se puede interpretar como un triunfo de Cs frente a la propuesta de Vox que pedía una de Familia en singular?
Creo que no es momento de hacer leña del árbol caído, o hablar de triunfos. Ha sido una negociación buena entre dos partidos, PP y Cs. Estamos muy satisfechos con el trabajo que hemos hecho, las familias para nosotros son muy importantes. Hay diferentes modelos, no solo uno. No voy a negar que hemos negociado duramente para que eso estuviera presente. Tiene un sello naranja muy importante este nuevo Gobierno, que colideramos con el PP.
El Gobierno nace marcado porque se consiguen los votos gracias a Vox, también la Presidencia del Parlamento que recae en Marta Bosquet (Ciudadanos). ¿Han pactado con Vox?
No, nosotros hemos pactado con el PP el acuerdo de Gobierno. Hemos acordado una serie de medidas para esos primeros cien días y luego otras que se intentarán sacar adelante durante la legislatura. Ahora bien, luego es la actividad parlamentaria. Hay que asumir la nueva realidad política, no solo en Andalucía, sino en España. Es una fragmentación de cuatro o cinco partidos en los parlamentos, donde hay que sentarse, hablar. Aquí en el Congreso ha pasado: hay leyes nuestras que ha apoyado Podemos. Los contenidos tendrán mucho que decir, pero claro que será un Parlamento fragmentado donde será necesario sentarse para hablar y dialogar. Espero que el PSOE y el resto de partidos estén a la altura también cuando hablemos, por ejemplo, de acabar con los aforamientos o ayudar a las madres autónomas.
¿Cómo define a Vox?
Tienen que definirse ellos mismos, o en todo caso sus votantes. No voy a poner a etiquetas ni a definir a los demás. Yo puedo definir a Ciudadanos: somos liberales, estamos en el centro y muy cómodos. Además, cada vez ese espacio crece más. Es el carril de centro donde cada vez hay más españoles y estamos más cómodos.
¿Tiene algún tipo de relación con los de Santiago Abascal allí o a nivel nacional?
Lo desconozco. Imagino que cuando empiece la legislatura, pues entre los portavoces, las juntas y reuniones de la mesa, pues la actividad parlamentaria habitual, donde uno tiene que negociar y hablar con todo el mundo.
El PP sí ha dicho claramente que el acuerdo que ha logrado por un lado con Vox y por otro con ustedes lo quiere exportar al resto de España a partir del 26 de mayo. ¿Veremos más uniones como en Andalucía?
Lo primero que hay que ver es qué ocurre en cada sitio. Básicamente, qué votan los españoles. Hay algunos que son muy osados y ya saben lo que van a dar las urnas, dando resultados y combinaciones. Somos más prudentes. Nuestra obsesión no es pensar con quién vamos a pactar, sino a ganar. A partir de ahí, mayorías absolutas, difícil. Vamos a tener que llegar a acuerdos. Pero nuestra obsesión es encabezar gobiernos. Ver qué ocurre en cada sitio. En el caso de Andalucía, está mandando claro un mensaje al PSOE de que a lo mejor el sanchismo está copando espacios y está perjudicando en este caso a Susana Díaz. Y puede también afectar a otros feudos socialistas. Tendrán que hacer esa reflexión, nosotros no tenemos miedo al pacto ni al acuerdo. Lo hemos hecho con el PP y con el PSOE, desde el centro es más fácil llegar a acuerdos. De hecho, si algún día gobernamos España, será más fácil que Rivera haga acuerdos con los partidos constitucionalistas.
Por lo tanto, ¿no se descartan acuerdos con el PSOE después del 26-M?
Hay que sentarse con los partidos y llegar a acuerdos. Pero sí le digo que es muy difícil llegar a acuerdos con el sanchismo. Es importante remarcarlo. El sanchismo que ha colonizado al PSOE e instituciones, al final, pacta con los que quieren romper España y el pacto constitucionalista, diciendo incluso que Cs es el adversario. Deberían ser los que quieren liquidar España. Nos preocupa el sanchismo, es muy difícil llegar a acuerdos, porque básicamente están del lado de los que quieren dinamitarlos.
En la convención del PP de este fin de semana les han mandado mensajes velados...
¿Sí? No la he visto.
Le cuento. Los populares llegaron a hablar de imitadores y Casado dijo que quería diez millones de votos. Se presentó como la gran casa común del centro derecha en España...
El PP tiene ciudadanitis desde hace mucho tiempo. A veces están mirando más lo que hace Cs que lo que hacen ellos. Estamos centrados en el futuro, cuando parece que en esa convención estaban centrados en el pasado. Cuando uno está en el centro, a veces recibe insultos o calificativos. No digo que nos hayan insultado, pero ese tipo de expresiones se reciben de izquierda a derecha. Mientras unos están preocupados en recuperar la derecha y otros la izquierda, nosotros en que nuestro país funcione.
Los discursos que se escucharon de Casado y de José María Aznar apuntan a una derecha más dura respecto al marianismo. ¿Esto abre más hueco para Ciudadanos en el espacio central?
No seguí los discursos, pero la lógica de izquierda y derecha está cada vez más desfasada. Lo estamos viendo en otros países de Europa también. Esa obsesión de encasillar, nostalgia del bipartidismo... no estamos de acuerdo. Hay una nueva lógica que responde a las políticas concretas.
Ha llegado la ley más importante del año: la de presupuestos. Y el Gobierno no tiene asegurados los votos. Han hecho llamadas en público desde el Ejecutivo para que apoyen las cuentas. Si ustedes dicen que Pedro Sánchez es rehén del independentismo, ¿por qué no apoyan las cuentas públicas y que no dependa de los soberanistas?
Votaremos con las dos manos que no, por fondo y por forma. Son unos presupuestos que van en contra del rumbo de navegación de Cs, pretenden subir los impuestos y castigar a los autónomos. Y se negocian en la cárcel, se están pactando con los que quieren romper nuestro país. Además, son unas cuentas en las que la economía se está podemizando. No queremos que Pablo Iglesias decida la economía de nuestro país. Esta legislatura está agotada, no tiene mayorías parlamentarias más allá de Rufián, Torra y Puigdemont. ¡¿Por qué alargar esta agonía?! Más allá de que Sánchez quiera seguir siendo presidente y estando en La Moncloa. Lo que tiene que hacer es convocar elecciones.
¿Pero cree que lo va hacer?
No.
Si no hay presupuestos, ¿el presidente convocará en otoño?
Es difícil saberlo porque piensa en sí mismo. No piensa ni en el PSOE, piensa en el sanchismo. Cuando la mociòn de censura, dijo que convocaría cuanto antes. Y el otro día parecía que se reía en un mitin diciendo que va a estar mucho tiempo aquí.
Después de unas elecciones y si llegan a La Moncloa como prometen, ¿a quién prefiere de vicepresidente? ¿A Casado o Sánchez?
Uy, esto todavía está muy lejos. Lo que puedo decir es que llegaremos a acuerdos con los partidos constitucionalistas. Es nuestro límite, cosa que no puede decir Sánchez. Él rompió ese gran consenso, y queremos rehacerlo desde el centro.
¿Podemos está entre los partidos constitucionalistas?
Con Podemos es muy difícil llegar a un acuerdo de gobierno, prácticamente imposible. Veremos a ver cómo acaba Podemos, estamos viendo su crisis interna.
¿De quién es más: Iglesias o Errejón?
De Albert Rivera.
¿Hay que aplicar el 155 ya?
De hecho, habría que haberlo aplicado ya o si me apura, no habría que haberlo levantado. Fue un error hacerlo. Algunos conocemos bien lo que está pasando en Cataluña, estuvimos en esos momentos duros cuando se declaró la independencia y vemos la situación que se vive en la convivencia. Nos ha dado la razón lo que estamos viendo, Torra es heredero de Puigdemont.
¿Pero hay razones de peso para aprobarlo?
Sí.
El Gobierno defiende que no hay un hecho concreto para activarlo.
El Ejecutivo está más preocupado de no enfadar a Torra que de pensar en todos los catalanes. Eso nos preocupa. Podría hacer el requerimiento de manera inmediata, pero no se hace porque forma parte de su acuerdo. Parece como una contradicción: que el 155 puede acabar con su tiempo en La Moncloa. Muy preocupante, un Parlamento sin actividad. Y escenas muy desagradables, que alguno hemos sufrido en primera persona. El Estado no puede olvidar a una parte del Estado.
Cataluña, Barcelona...¿Cómo está la relación con Manuel Valls? ¿Se ha calmado un poquito más después de aquellos días sobre Andalucía?
La relación es muy buena. Tenemos una oportunidad enorme con Valls, representa todo lo contrario a lo que está pasando en mi tierra: por un lado los nacionalistas y por otro el lado populismo de Ada Colau. Es un proyecto valiente, habla claro.
¿Y con quién pactarían? Él descarta a Vox y a los independentistas... ¿Quedan PP y PSC?
Si tiene la oportunidad de entrevistarle, se lo pregunta (risas). Habrá que ver cómo queda y las dificultades de cara a la mayoría en Barcelona. Nosotros ganamos las elecciones en Cataluña, pero con la ley electoral nos fue imposible gobernar. Por primera vez hay una alternativa clave en Barcelona, para el constitucionalismo sería un hito muy importante.
Madrid y Barcelona están paralizadas por las protestas del sector taxi. Este lunes vimos unas escenas no muy agradables para Rivera, que fue abucheado a su llegada a Atocha. ¿Qué proponen exactamente sobre este tema?
Primero decir que no creo que representen esas escenas a todos los taxistas de España. Pero con esa actitud y esa forma de actuar también es difícil convencer a los usuarios que puede haber un diálogo. Somos partidarios de que el Gobierno se responsabilice, están pasando el marrón del taxi y VTC a las comunidades y a las ciudades. Han escurrido el bulto. Estamos pensando en los usuarios y somos muy claros: tienen que tener la libertad de escoger. Para eso habría que convocar una mesa de reconversión del sector, dialogar, poner tasas a lo mejor en algunos de los sectores, pero pensar siempre en los usuarios. No podemos negar la realidad, hoy mucha gente elige otras formas de transportarse o de comprar. No se puede mirar para otro lado, sino afrontarlo de cara.
Envían ahora a Toni Cantó a la Comunidad Valenciana, ¿cómo lo interpretamos?
Primero tiene que ganar las primarias. Espero que obtenga un buen resultado. La Comunidad Valenciana necesita un tipo como Cantó, que hable claro, que se den un giro a las políticas que ha venido haciendo ese tripartito. Es un excelente candidato, perdemos un diputado bueno en el Congreso. No tiene pelos en la lengua, y habla muy claro en temas sobre el nacionalismo. Siempre hablamos de Cataluña, pero hay otros puntos de España donde el PSOE se está entregando a esas políticas.
Hablemos de las elecciones europeas. A mucha gente le parece un tema pesado y grisáceo, pero nos jugamos muchísimo. ¿Por qué Luis Garicano como candidato?
Veremos a ver qué pasa en las primarias. En cualquier caso, es una oportunidad muy grande. Nuestro proyecto crece cada vez más y va a tener un reflejo en Europa. En las últimas europeas, entramos por primera vez y fue un hito. Vamos a trabajar muy duro.
En esas elecciones hay circunscripción única, mucha gente emplea un voto de castigo, Podemos y Cs irrumpieron en las pasadas como rechazo al bipartidismo... ¿Tenemos que esperar una gran irrupción de Vox?
No sé lo que va ocurrir. De hecho, todavía hay tiempo. Quedan unos meses para aventurarse a dar resultados. Es verdad que el bipartidismo está siendo castigado en las últimas elecciones. También son especiales porque hay muchas votaciones ese día (autonómicas y municipales).
Sus socios europeos del grupo ALDE estaban preocupados por los acuerdos en Andalucía. ¿Están más calmados? ¿Se lo han explicado? ¿Cómo lo interpretan?
Estamos de acuerdo con todo lo que han dicho tanto nuestros compañeros en ALDE como el señor Valls, no íbamos a llegar a un acuerdo de gobierno en este caso ni con populistas. Por tanto, muy cómodos en este sentido. De hecho, en las declaraciones de Guy Verhofstadt felicita por el trabajo hecho por Cs.
En Andalucía, de repente, se han puesto encima de la mesa temas como devolución de inmigrantes, derogar la ley de violencia de género... En este último tema, estamos escuchando a muchos líderes de la derecha utilizando términos como violencia doméstica o violencia intrafamiliar. ¿Cómo lo define Cs? ¿Cuál es su postura? Lo más claro posible para que lo entienda la gente...
No vamos a dar ni un paso atrás en eso. Hay un pacto de Estado que se consiguió en el Congreso sobre la violencia machista. Todo lo contrario, lo que hay que dar es pasos adelante, en esa y en otras cuestiones. Cuando hablábamos de familias antes, en el siglo XXI no hay que mirar hacia atrás. Y va a ser una de las obsesiones de Cs.
Mirando a Madrid, ¿con quiénes se sienten más identificados? ¿Con el PSOE de Ángel Gabilondo o el PP de Isabel Díaz Ayuso?
Donde nos pongan los madrileños tendremos que hacer esa valoración, es muy pronto. Entiendo la pregunta y que se hable de pactos. En este momento, como hicimos en Andalucía, es concentrarse para sacar los mejores resultados. Desde el centro, en un partido como el nuestro no tiene problemas en sentarse y hablar y llegar a acuerdos. En Madrid vamos a salir a ganar.
Hablamos de Cantó, Garicano... ¿y usted? ¿No da el paso en ninguna de las primarias?
Tengo muchísimo trabajo, además de estar en las campañas y en la Secretaría de Comunicación. Muy contento.
Quieren gobernar, ve a Rivera en La Moncloa... ¿Qué Ministerio le gustaría?
Prefiero sacar un buen resultado antes de hablar de ministerios.