De 'Cuéntame' a 'Los Serrano': 14 sinsentidos de las series españolas

De 'Cuéntame' a 'Los Serrano': 14 sinsentidos de las series españolas

Hay cosas de las ficciones de Telecinco, Antena 3 y TVE que chirrían mucho y quedarán para la historia.

'Médico de familia'.Telecinco

Decía Najwa Nimri el día que se emitió el último capítulo de Vis a vis en FOX que "la diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción tiene que tener sentido". Pues lo sentimos, Najwa: muchas veces carece de él. De hecho, Zulema es un buen ejemplo de ese sinsentido en la pequeña pantalla, por mucho que guste el personaje en la ficción carcelaria.

Hay muchos detalles que restan credibilidad a las series españolas. A veces son tan evidentes que todos nos preguntamos por qué se permiten o en qué momento se les ocurrió (o se les colaron) a los guionistas. Si algo logran, es sacar de quicio a los espectadores y dejarlos aturdidos.

Que sea ficción no significa que todo esté permitido. No si la finalidad es hacerlo creíble y ajustado a la realidad, porque el riesgo puede hacer que las escenas acaben siendo más forzadas que el personaje de Paz Padilla en La que se avecina, por poner un ejemplo a la ligera... Aquí tienes algunos casos:

  5c8ef7883b000002076dca87

En el internado Laguna Negra desaparecían los alumnos y nadie los echaba en falta. Entraban y salían cuando les daba la gana y se perdían por los pasadizos a sus anchas, como si aquello fuese Hogwarts. Y para colmo, los profesores acababan siendo otros personajes encubiertos, pero tenían los mismos conocimientos que cualquier otro docente. Eso sí que es profesional.

En las prisiones Cruz del Norte y Cruz del Sur sucedía algo parecido a lo del Laguna Negra. Andy Dufresne (Tim Robbins) tardó más de veinte años en lograr fugarse en Cadena perpetua. Aficionado. Zulema lo hacía todas las semanas en Vis a vis y todo el mundo lo tenía más que asumido, incluso los funcionarios de la prisión.

  5c8ef78823000034006bf988Antena 3

¿Cómo nos vamos a creer que Megan Montaner se cruza constantemente con sus familiares y no la reconocen por una peluca y unas lentillas azules? Con ese atuendo solo le faltaba decir '¡siga a ese taxi!'. Y para colmo, el postizo estaba más rígido que una toalla tras un lavado sin suavizante.

A día de hoy, todavía no tenemos claro si los personajes de la serie ambientada en Galicia son gallegos o madrileños. El único que tenía ese acento riquiño es, de hecho, Luis Zahera, por razones obvias. Claro, que en la serie hay otras muchas cosas que chirrían, como que Àlex Monner se pase todo el tiempo con la mano quebrada por interpretar a un personaje homosexual o que la serie parezca un remake de Cuéntame, al compartir tantos actores en su reparto.

  5c8ef7882500000704cae0e4Telecinco

A cualquiera le escuecen los ojos a poco que le llore o le dé el viento en la cara si lleva el rímel puesto, pero a la paracaidista que interpreta Paula Echevarría no. Su maquillaje está testado para su uso a 4.000 metros de altura y 15 grados bajo cero. Además, ¿qué militar no se maquilla para salir al campo de batalla? De Afganistán al photocall.

Vale que los Alcántara quieran enseñar historia, pero no se puede ser el protagonista hasta de la muerte del mismísimo Franco. Están en todos los fregaos y no ganan para disgustos. Han tenido a tres de sus hijos en la cárcel, a Antonio involucrado en delitos de fraude, han sido víctimas de atentados terroristas... y siguen teniendo salud mental. Ese es su mayor logro.

Que Belén Rueda, siendo profesora, estrenara cada día un modelito diferente para ir a dar clase al colegio de Santa Justa... eso sí que era un sueño y no el de Antonio Resines.

A cualquier becario que vea el piso en el que vivía Dani Rovira en ByB le corroería la envidia. Aunque compartiese gastos con Fran Perea (que gracias al Uno más uno son siete sabemos que era bueno sacando rentabilidad a cualquier cantidad mínima), es imposible que se pudiera permitir una casa así en Madrid con un sueldo de becario.

  5c8ef7883b000002076dca89YouTube

Y ya que hablamos de ByB, pasemos a su origen: Periodistas (aquí te demostramos que se trata de la misma serie). No sabemos cuántas calorías pueden sumar 15.554 cucharadas de leche condensada al día, pero seguro que son muchas. Calorías y algunos empachos. Pues Amparo Larrañaga fue capaz de mantener la línea, a pesar de que ella era la que más se aprovechó de la publicidad de La Lechera. La tomaba a todas horas.

Toda protección es poca cuando 'trabajas' entre armas, excepto para Miguel Ángel Silvestre. El Duque es mucho Duque, y sus pectorales (que le vimos no pocas veces) y el amor todo lo pueden. De hecho, en el último capítulo lo cosen a balas en medio de la calle y en cuanto Catalina (Amaia Salamanca) le dice "vamos, Rafa", parece que hubiese escuchado al espíritu santo: se levantó y echó a andar. Le faltó caminar sobre las aguas.

  5c8ef7883600005f1e6d4aa2Telecinco

Si sabemos que a 'la Juani' le pagaban por hacer todas las tareas del hogar es porque alguna vez nos lo contaron. Donde en realidad echaba el resto era en la cocina. Ahí se pasaba todo el día, entre fogones. Y los cacharros nunca se le acumulaban en el fregadero. Pura magia en la casa de Nacho Martín.

Pocas urgencias atendió el doctor Ulises (Miguel Ángel Muñoz, alias MAM) para tanto diagnóstico de poco rigor. Su receta para cualquier cura siempre era paracetamol y mucha agua y aun así nunca se le murió nadie. Ni un resfriado mal curado ni un virus que no supiera eliminar del cuerpo del paciente. Si algo sabe hacer MAM es echar pa' fuera lo malo.

  5c8ef78923000034006bf98a

La serie dejó en evidencia a la industria farmacéutica. Unos laboratorios con todos sus controles de seguridad e incluso más importante: con la mirada exhaustiva de Concha Velasco. Poca risa. Y aun así, Clara Nadal —o lo que es lo mismo, la sufrida Lydia Bosch— entraba y salía cuando le daba la gana y todos se colaban en el ordenador de los jefes cuando querían. El que se aburría en la oficina era porque no le sabía sacar provecho a los laboratorios Acosta.

Vale que Myriam Gallego sea la mujer del presidente del Gobierno en Secretos de Estado, pero qué mínimo que disimular un poco y ajustarse al contexto. Pues su personaje, Ana Chantelle, ni se molesta en hacerlo y se pone a hablar por teléfono, sin complejos, en medio de la cárcel. Eso sí, en una visita. Y todavía dicen que la vida se le complica...