Dani Rovira: "La autocensura está muy presente en mi vida en los últimos años"
El actor, que estrena el programa de monólogos 'Odio' en Netflix, defiende el humor en tiempos de pandemia: "La vida sigue".
Está de vuelta y su sentido del humor sigue intacto. Dani Rovira no sólo ha vuelto a la televisión, también ha aterrizado en Netflix con un programa de humor pese a que su título pueda inducir a lo contrario: Odio, que se estrena el 12 de febrero. Su actitud lo dice todo. Esos días “malos en los que no estaba ni para encender el móvil” son historia.
Titular un programa de monólogos de humor con la palabra Odio tiene todo el sentido, aunque pueda parecer un absurdo. “No hay nada más poderoso que responder con humor a las balas del odio”, explica el actor y humorista.
¿Este programa es el humor en los tiempos del odio?
Sería un buen titular. Humor en cualquier tiempo.
Por tu actitud, tus gestos e incluso tu físico, cuesta creer que odies a alguien o algo... pero como todos, seguro que tienes alguna fobia. ¿Hay algo que Dani Rovira odie desde que se levanta hasta que se acuesta?
Sí, cosas que te sacan de quicio, pero hace mucho que no personalizo el odio. Odio estas situaciones en las que parece que Murphy te está acompañando todo el día e intentas reírte de lo que te va pasando. Como cuando tienes un día de mucho curro y encima te duele la muela; y tienes media hora para llegar a casa y sacar a los perros. Entonces, te das un golpe en el codo y te duele un montón, y bajas a los perros y se pone a llover… Pero en quién te cagas, a quién odias, ¿a la Pachamama? Odio no poder canalizarlo en nadie. Odiar es un mecanismo complejo y dañino.
¿Qué opinas de aquellos que afirman tajantemente que no estamos para risas y que enseguida sacan a los miles de fallecidos como argumento?
Cada uno es libre de vivir este momento como quiera. Obviamente, la realidad es como es. El hecho de que quieras tener el humor como compañero no te hace peor persona, te hace tener herramientas éticamente válidas para tratar de pasar este tiempo lo mejor posible. Si tú decides no usar el humor, bien, pero igual se te hace más cuesta arriba.
Es decir, ¿el humor ahora es más importante que nunca?
Para mí sí, no quiero imponer el humor a nadie en estos tiempos de fallecidos, muertes y cifras. Tampoco quiero ser frívolo, pero para los que seguimos aquí, la vida sigue y creo que es más sano pasarla con humor, sin ser frívolo, que estar todo el día asumiendo malas noticias y mala energía, por mucho que la realidad sea una mierda.
¿Sí o no chistes de gays? ¿Sí o no chistes de judíos? ¿Sí o no chistes de mujeres? ¿Sí o no chistes de gitanos?
No te voy a contestar.
¿Y cómo se hace o cómo se plantea el humor cuando impera la cultura de la cancelación?
No lo sé, estas preguntas me dan mucho miedo, no me puedo sentir cómodo. El humor es una cosa básica en mi vida. La teoría de la cancelación… aquí cada uno tiene su opinión de las cosas, no voy a opinar de temas tan espinosos. La mía, en este caso, me la reservo para mi vida privada.
¿Pero siempre te has sentido libre haciendo humor, o alguna vez te autocensuras?
El humor es cuestión de contextos. Hay cosas que me hacen mucha gracia y en lugar de soltarlas en un teatro o en una red social las he soltado en una cena con amigos, por no herir sensibilidades. La autocensura esta muy presente en mi vida en los últimos años.
¿El humor es una herramienta para frenar los discursos de odio?
Sí, es la más poderosa que hay. Cuando alguien te ataca o va a por ti, si le respondes con un chiste, le desarmas. No hay nada más poderoso que responder con humor a las balas del odio. Está comprobado. Que alguien por la calle te suelte un improperio y le respondas con ironía le desmonta por completo.
Según dices en Odio, ves a tu vecino en Twitter y piensas que es un “desgraciao” pero si lo ves en Instagram “querrías ser él”. Entonces, ¿en Twitter no hay postureo?
Las redes sociales son un sitio donde subes lo que quieres, pero es un espejo bastante distorsionado de nosotros. Habrá gente más auténtica y otra que no. Twitter tiene una esencia más hostil que Instagram. Tenemos el suficiente bagaje en las redes, ya no nos pilla tan de nuevas como hace cuatro años. Tengo mi Twitter configurado de manera que cada vez que me meto, no me agreda, no me deje ver ciertas palabras porque no aportan nada en una red social y yo lo tengo para que me aporte, para informarme, para divertirme….
¿Terminamos con un chiste? Cuéntame el último que te haya hecho más gracia.
¿Qué le dice una silla rica a una silla pobre? Pobresilla.