Dani Fernández: "No reniego de mi anterior etapa, pero la gente sabe que ahora estoy mucho más feliz"

Dani Fernández: "No reniego de mi anterior etapa, pero la gente sabe que ahora estoy mucho más feliz"

Puede presumir de haber ganado un premio Ondas, de contar con la colaboración de los principales artistas del panorama 'indie' y de haber cerrado 2022 con un concierto para 10.000 personas. El manchego, que fue uno de los componentes de la banda Auryn, confiesa estar viviendo un sueño.

Un Ondas al Fenómeno Musical —entre otros reconocimientos— y un concierto en el Wizink Center de Madrid ante 10.000 personas, colgando un espléndido sold out días antes, cerraron el 2022 de Dani Fernández. El artista de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) ha sido la gran revelación musical del año.

“Las cosas me van muy bien y me da vértigo el hecho de no volver a vivirlas, de no volver a subirme a un escenario y de no compartir con mi banda todo lo que estoy compartiendo ahora mismo. Cuando subí a recoger el Ondas, lo primero que se me pasó por la cabeza fueron todos esos momentos que he vivido con mi banda, con mi equipo, que son partícipes de todo lo que yo estoy viviendo y que son protagonistas de mi historia, porque el proyecto lleva mi nombre pero sin cada uno de ellos yo no estaría aquí.  Ahora estamos viviendo un sueño, pero a lo mejor el año que viene no vienen estos reconocimientos, aunque  podemos ser igual de felices”, contaba el artista emocionado a El HuffPost solo días antes del multitudinario concierto en Madrid.

Ha sido con su segundo disco en solitario Entre las dudas y el azar, publicado el pasado año, cuando el éxito le ha explotado en la cara. Aunque él no es nuevo en eso de saborear las mieles de la fama. Junto a Álvaro Gango, Blas Cantó, Carlos Marco y David Lafuente formó parte de la boy band Auryn, que desapareció en 2016, y con solo 14 años fue el representante de España en Eurovisión Junior, donde quedó en cuarta posición.

“Si no me dedicara a esto no sé si sería feliz y siempre tengo ese vértigo de que algún día no sea así”, confiesa y reconoce que desde que tenía siete años  —ahora tiene 31— soñó con ser cantante.

¿Quién descubrió tu talento para la música porque empezaste muy pequeño?

La primera persona que vio algo en mí fue mi abuelo. Yo siempre tuve una sensibilidad especial para la música. Yo era de los que se encerraban en su cuarto y me ponía a escuchar canciones, pero a escucharlas de verdad, para sentir más las cosas que me estaban pasando, no para ambientar mi día a día. Si me gustaba una chica, escuchaba una canción que hablara de eso; si estaba feliz, pues me ponía música para ser feliz…  La primera vez que canté en público, con siete años, fue en el karaoke de mi pueblo (Alcázar de San Juan) y canté Solo para ti de Sergio Dalma. Rául Galván, un chico que cantaba en un grupo y que tenía cierta fama por allí, le dijo a mis padres: ‘Este chico tiene talento, puede dedicarse a esto’. Ya entonces era muy de baladas, porque siempre he sido muy de baladas. He sido bastante melancólico.

Pero ahora no eres así porque, precisamente, en una de tus últimas entrevistas dijiste: “Yo era el típico cantautor triste y escucho Plan fatal y veo que la vida va cambiando”. ¿Ahora prefieres el buen rollo?

Cuando me pongo a escribir canciones intento replicar lo que está ocurriendo en mi día a día. ¿Y qué pasa? En el momento en el que empecé a hacer música, a componer música, me rodeé de gente muy, muy buena, y estoy muy agradecido de aprender de gente muy grande como Andrés Suárez, Funambulista, Marwan o Luis Ramiro, que para mí han sido un referente cuando lo estaba pasando muy mal. En ese momento les escuchaba a ellos y empecé a hacer canciones en ese mismo tono, de cantautor. Lo dejé con mi chica, lo dejé con mi grupo… y ellos me ayudaron a canalizar ese momento. He aprendido a hacer canciones porque ellos me daban la mano. Ahora mis canciones no hablan de esa etapa tan oscura de mí y he pasado de contar mi vida, triste como era, a poder explicar otro tipo de emociones que en ese momento no veía. Ahora soy más feliz.

  Dani Fernández, en un momento de la entrevista con 'El HuffPost'.PATRICIA DONOHOE

¿Tan traumático fue dejar el grupo? ¿Qué pasó?

Recuerdo con cariño mi paso por la banda y le tengo mucho cariño a esa época y a mis compañeros, pero es verdad que a mí me rompió porque se cayeron todos mis esquemas y mi vida entera. No estaba preparado para eso. Mi cabeza estaba en mi banda y de repente ¡pam! Había cansancio, mucho trabajo y todos necesitábamos hacer otras cosas. Algunos de mis compañeros ya jugaban a ser solistas y yo no me di cuenta del final hasta que todo terminó y, de repente, no tenía trabajo. Yo que soy un artista de conciertos y de carretera, cuando de repente me vi sin conciertos dije: ‘¿Y ahora qué?’. Justo en el mismo momento en el que lo dejé con mi chica con la que llevaba tres años… Las paredes de mi casa se me caían encima. Pero encontré gente que me ayudó a canalizar lo que estaba pasando y a convertirlo en canciones. Empecé una época nueva que me ha llevado a donde estoy ahora y que es mejor que la anterior.

Y no reniego de mi anterior etapa, pero la gente que me conoce sabe que ahora estoy mucho más feliz y mucho más a gusto. Hay gente que tiene esperanzas de que el grupo vuelva, pero en mi cabeza no está porque por fin he encontrado mi sitio y la gente que me sigue no me va a echar en cara no querer volver a mi banda. 

Estás haciendo otra cosa totalmente diferente a nivel musical…

Yo soy muy pasional y a la banda le ponía mucha pasión, pero es imposible, cuando tú eres una pequeña parte del proyecto, que estés ahí 100%. Ahora Dani Fernández es todo, yo soy el centro. A ver, me rodeo de mi banda, de mi equipo, que le ponen todo el cariño, pero el proyecto está basado en mi pasión, en mi 100% de emoción. Cuando tú eres una banda dependes de tus compañeros, de la discográfica, de la tendencia... Ahora no busco la tendencia, busco hacer buenas canciones. Para mí es más fácil hacer una canción con lo que me siento yo mismo que hacerla entre cinco. 

Ahora colaboras y firmas canciones con Marwan, Miss Cafeina, Juancho de Sidecars… ¿Qué supone eso para ti?

Es un sueño porque a mí siempre me ha gustado el rock indie y, aunque con 18 años estaba en un proyecto que hacía otro tipo de música, que también me gustaba, que llegue Juancho, que ha liderado un grupo que siempre me ha gustado, que lleguen Leiva, Sidecars, Viva Suecia y Andrés Suarez, y me den la mano y quieran colaborar conmigo es un sueño. Nunca pensé que esta gente, con una larga carrera consolidada y con una credibilidad enorme, dijese ‘voy a coger a este chaval, al que mucha gente etiqueta de popular, de mainstream’ y se alejase de los prejuicios y decidiese escucharme, valorarme y darme la oportunidad de crecer y aprender de ellos.

¿Vives la música con prisas, con las prisas que exige hoy la industria? Porque si no lo haces, corres el peligro de desaparecer…

El mundo de la música es muy complicado y siempre vives con el miedo de perder lo que más te gusta hacer. Intento no tener la prisa que otros te van metiendo, porque ahora el mundo de la música te exige que saques un tema cada mes, que estés ahí, que te hagas notar… Pero para mí la música es otra cosa, es emoción y mandar un mensaje. Yo no tomo por tonto a mi público e intento darles lo que ellos quieren de mí, historias. Intento ser lo más coherente conmigo mismo y con mi gente para no caer en la tentación de no seguir las corrientes, pero esta industria es tan complicada que hay veces que te tienes que vender y tienes que seguir las reglas del juego.

Hace unos días se especuló con que Dani Martín iba a dejar el mundo de la música y su carrera, en ciertas cosas, se puede comparar con la tuya. ¿Os pasa tanta factura?

El mundo de la música, mentalmente es lo peor, siempre tienes la presión de pensar en lo que tienes que hacer darle a la gente lo que ellos quieren. Dani ha vivido muchas cosas que a mí aún no me ha tocado vivir. La última vez que estuvimos juntos, en los premios 40, me dijo: ‘Me siento muy reflejado en ti porque tú estás viviendo lo que yo viví’. Ve mis pasos y estoy haciendo lo que él ya hizo. Yo aún no puedo entender lo que pasa por su cabeza porque el ha vivido tantas cosas... y en una industria que era mucho más heavy. Yo no puedo entender su cabeza pero entiendo que todo el mundo exige tanto de él que tiene que cortar, tomarse su tiempo y valorar cuándo puede volver.

Yo ahora no tengo esa mochila de tener que hacer un éxito siempre. Él tiene muchos números uno, cuatro Wizink a sus espaldas... Con esa mochila, los descansos de este tipo de artista tienen que ser más amplios. Bad Bunny acaba de decir que 2023 va a ser para él y es normal porque tiene una mochila tan grande que necesita un tiempo para coger aire y decir ‘vamos a hacer otra cosa nueva’.

Profesionalmente ha sido un año fantástico. ¿Y personalmente? ¿Ha sido agridulce? Ha fallecido tu abuelo pero también te has casado...

Esto es la vida: el hecho de que pierdas a la mejor persona de tu vida y luego tengas momentos increíbles. Ya no solo mi boda, el Wizink Center... con eso me quedo. Y la música también es eso y eso es lo bonito de la vida: te da todo y hay veces que no te da nada. Al mes siguiente de perder a mi abuelo estaba con mi madre delante del altar. La vida son esos contrastes: tiene que haber eso para crecer, evolucionar y para darte cuenta de que si no hay momentos malos, no hay momentos buenos.

He oído que laboralmente también haces buen equipo con tu mujer...

Sí, sí, sí... Sin Yarea actualmente Dani Fernández no sería lo que es. A nivel compositivo es de lo mejor que me he cruzado en mi vida: hacemos un buen tándem y creo que juntos hacemos muy buenas canciones. Ella es muy importante en el proyecto, muy importante. Pero además, da muy buenos consejos. Un artista también es el que toma buenas decisiones y en eso es fundamental la gente que tienes a tu alrededor: tus padres, tus amigos... Y debes saber escuchar, además de saber cuándo decir que sí o cuándo decir que no.  También tienes que escuchar a los amigos a los que no les gusta lo que haces.

  El cantante Dani Fernández ha despedido un 2022 repleto de éxitos.PATRICIA DONOHOE

¿Tienes amigos a los que no les gusta tu música?

Sí, claro, claro. Toda la vida los he tenido. He tenido amigos que cuando estaba en mi banda no me escuchaban y venían a los conciertos por apoyarme, no porque les gustase. Y eso es lo mejor que te puede pasar, que un amigo te diga que no le gusta lo que haces porque intentas trabajar para gustarles. Tengo un montón de amigos dentro de la música que se han relajado y se piensan que son los mejores porque su entorno les dice que son los mejores.  Yo he tenido la suerte de no gustarle a algunos amigos y familiares. Y mi padre, por ejemplo, ha sido siempre muy crítico porque buscaba lo mejor de mí. Soy muy crítico conmigo mismo gracias a la gente que me rodea. Nunca he pensado que he hecho la mejor canción del mundo y cuando escucho un tema mío nunca me gusta.

Acabas de cumplir 31 y estrenamos 2023. ¿Te asusta haber dejado atrás los 30, el 2022, tu gran año?

Muchísimo, muchísimo, pero a la vez me quedo tranquilo porque he vivido un año tan bonito que, en el que viene, con la mitad voy a ser igual de feliz... Creo que viviendo lo que he vivido, y como no me considero una persona ambiciosa, me quedo tranquilo. Soy ambicioso con lo que me hace feliz y eso ya lo tengo: mi familia, mis amigos, mi público... Tengo un público que no me merezco porque son muy consecuentes con lo que vivo. Yo creo que en 2023 seguiré siendo el mismo y tendré a esa gente ahí.

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Mila Fernández es redactora de LIFE en 'El HuffPost' y editora de branded content. Antes, fue redactora de estilo de vida y gente en revistas femeninas —AR, LOVE y SMODA—, dirigió la revista Turismo Rural y trabajó delante del micro en Radio España. Puedes contactar con ella en mila.fernandez@huffpost.es