Dalkurd FF de Suecia: el equipo nacional del pueblo kurdo
En 2004 un grupo de kurdos exiliados en la provincia de Dalarna (Suecia) fundaron el club de fútbol Dalkurd FF. Lo llamaron así porque, de esa forma, el nombre contenía sus orígenes y no olvidaban a la región que les había dado la oportunidad de construir un nuevo futuro más esperanzador. En un primer lugar, el club fue creado para ayudar a los jóvenes kurdos de la zona a integrarse en la sociedad sueca y apartarlos de los problemas y tentaciones de la calle pero 13 años después han conseguido el ascenso a la máxima división del país.
Dalarna es una provincia de Suecia situada a unos 300 km al noroeste de Estocolmo. Esta zona del país es bastante conocida por ser ideal para ir a pescar o de camping. Las áreas menos pobladas en los países escandinavos suelen ser aprovechadas para reubicar a los inmigrantes que han obtenido asilo en el país. Hace más de una década, nueve hombres kurdos se decidieron a fundar un club de fútbol para que, exiliados como ellos, pudieran jugar al fútbol y de esa forma tener un escape social ante el problema real de la integración en la cultura escandinava que sufren muchos inmigrantes.
Los colores del club serían los mismos que la bandera kurda y jugarían sus partidos en la ciudad de Borlänge. El club encadenó 4 ascensos consecutivos y fue teniendo una repercusión en las redes sociales inusual para un club de ligas menores. Alcanzaron más de un millón de seguidores en Facebook. Kurdos de todo el mundo comenzaron a seguir al único club en el mundo que lleva sus colores y les representa con su nombre. Cabe recordar que existen más de 30 millones de kurdos en el mundo y no tienen un territorio reconocido como propio. La población está repartida mayormente entre Turquía, Iraq, Irán y Siria.
Tanta fue la repercusión que dos empresarios millonarios de etnia kurda se decidieron a comprar el club para hacer más fuerte aún el proyecto. Además, abrieron el club a toda la gente que quisiera participar y hoy ya cuentan con más de 80 patrocinadores divididos entre particulares y empresas, muchas de ellas situadas en la región no reconocida del Kurdistán. La filosofía del club es ser la imagen de un pueblo que no posee un país propio.
Por eso, el club cuenta con muchos jugadores que entienden la causa y que además tienen historias que refuerzan la idea. Y ese es el caso del capitán Peshraw Azizi, nacido en Irak y de origen Kurdo. Su padre fue un luchador kurdo armado, más conocidos como Peshmerga. Las fuerzas Peshmerga del Kurdistán luchan contra el ISIS e incluso se les ha atribuido la captura de Sadam Hussein. Y por esto los dirigentes del Dalkurd FF no tienen dudas de que Azizi debe representarlos como su capitán.
La semana pasada con su victoria ante el GAIS de Göteborg certificaron su ascenso a la Allsvenskan, categoría máxima del fútbol sueco. Pero esto no quedará seguramente aquí. El presidente del club, Ramazan Kizil, ha declarado muchas veces que el objetivo es que el primer equipo dispute competiciones europeas para que, a través del fútbol y sin armas, puedan seguir luchando por ser reconocidos como un país.