"Curvy' no es un término ofensivo, pero igual que no lo debería ser gorda"
La modelo Marina Llorca revoluciona las redes desde España hasta Australia.
“No tengo un perfil de modelo tradicional: no soy una chica de 90-60-90, no tengo una talla 34. Y ya sabes que esta profesión en España para tallas más allá de la 38 prácticamente no existe... Por eso nunca me vi como modelo, porque no encajaba en esas medidas”.
Efectivamente, Marina Llorca no es una modelo al uso. No tiene las medidas de Gisele Bündchen, ni de Kendall Jenner, ni de Adriana Lima, ni de Gigi Hadid, que ni siquiera llegan al 90-60-90, las medidas de lo que se ha considerado un cuerpo perfecto durante años.
Marina presume de 99 de pecho, 77 de cintura y 110 de cadera. Posa con la misma profesionalidad que sus compañeras y, también como ellas, cuenta con miles de seguidores en sus redes sociales —105.000 en Instagram—. Tanto es así que en 2019 la marca H&M la fichó como imagen de su campaña de baño.
“Fue totalmente inesperado. La firma sueca, además de sus modelos, cuenta con influencers para sus diferentes campañas. Posé con uno de sus bikinis en verano, ellos la movieron por redes sociales y fue una verdadera revolución”, cuenta.
¡Y tanto que fue una revolución! La foto del famoso bikini rojo cuenta con más de 533.000 me gusta en la cuenta de H&M España y es la segunda publicación de este gigante de la moda con más likes.
Entusiasmada, Marina cuenta que ahora la imagen forma parte de la campaña de verano de H&M Australia. Su relación con H&M continúa. Esa colección convirtió a la firma nórdica en una abanderada de la diversidad. “Es muy guay que H&M haya apostado por la diversidad. La realidad es que hay gente con diferentes cuerpos, diferente tipo de piel, con una barriga más o menos plana, o con más o menos tetas”, añade.
Marina Llorca fue una de las primeras en aparecer en la prensa abanderando este nuevo tipo de modelos. A ella le han seguido otras, entre ellas las españolas Lorena Durán, contratada por la archiconocida marca de lencería Victoria’s Secret, y Beatriz Maestre, último fichaje de H&M.
Las tres siguen el camino que en el panorama internacional marcaron en su día reconocidas profesionales como Tara Lynn, que fue la primera modelo curvy que protagonizó una portada de Vogue Italia; y Kate Upton, que ha posado en numerosas ocasiones para la mítica revista Sports Illustrated.
A pesar de eso, estas chicas aún lo tienen muy difícil en España.
“En la última edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid no hubo ninguna modelo diferente, pero espero que esto vaya cambiando. En cambio, en EEUU, en las semanas de la moda, ya se ven modelos de todos los tamaños y tallas. En España aún no hemos dado ese paso; y menos las marcas importantes”, se lamenta Marina. Aunque ella no se puede quejar pues, además de para la multinacional sueca, Marina ha trabajado para El Corte Inglés y las firmas de cosmética Urban Decay, NYX y Avon.
Reivindicar la belleza de cualquier tipo de cuerpo es el leitmotiv de cada una en sus publicaciones en redes sociales. En 2019 Llorca puso en marcha en esta red social la serie Marina imitando XL, que enseguida arrancó el aplauso unánime de sus seguidores y terminó haciéndose viral.
La modelo copia la pose, el vestuario y el escenario de fotos de famosas en bikini “con cuerpo normativo”. “Creé este miniproyecto para mostrar que todos los cuerpos son igual de válidos y que tus fotos son igual de bonitas tengas la talla que tengas”, asegura.
Con su talla 42-44, Marina es considerada una modelo curvy, un concepto que acarrea cierta polémica. ¿Toda aquella mujer que pasa de la 36 y hasta la 50 es una modelo curvy? ¿Es lo mismo una modelo curvy que una modelo de talla grande?
“Paso por aquí para explicar por 739272610 vez la definición de curvy. Curvy = mujer con curvas y figura proporcionada, con una talla intermedia. Curvy no significa ser gorda, sino ser una mujer sana que destaca entre la conocida medida estándar”, aclaraba en Instagram la sevillana Lorena Durán en enero tras una polémica originada en Twitter por el anuncio de su fichaje por Victoria’s Secret.
Se hablaba de curvy pero ni sus medidas ni su cuerpo llaman la atención por estar pasada de peso.
Según Llorca, socialmente no es lo mismo una mujer curvy que una mujer con talla grande. “Y una modelo curvy no tendría que ser una modelo de talla grande necesariamente... Pero en el mundo de la moda solo distinguen entre ‘tallas convencionales’ y ‘tallas grandes’. Todo lo que vaya más allá de la 38, siendo generosa, es talla grande... Y eso no es así”. Más bien es que las otras son tallas pequeñas, incluso demasiado pequeñas.
Lo cierto es que antes tanta confusión y controversia, se está empezando a utilizar un nuevo término: modelos in between, que ocupa el espacio entre las tallas estándar —hasta la 38— y las tallas grandes —a partir de la 48—.
“La gente confunde el término curvy y lo considera sinónimo de talla grande, de una 56. Y eso no es así. Están las modelos estándar, las de la 34-36; luego estaría una modelo curvy que, como dice el nombre, tiene curvas o las curvas más marcadas y puede ir desde la talla 38 hasta la 48... Desde luego curvy no es un término ofensivo pero igual que no lo debería ser gorda”, afirma la modelo que se siente orgullosa de ser una influencer curvy.