Cuca Gamarra, la superviviente del PP: de 'sorayista' al 'team Feijóo' pasando por Casado
La portavoz de los populares en el Congreso mantiene el equilibrio perfecto entre la prudencia y la táctica calculada de quien siempre se libra de la quema
El actual presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, publicó el año pasado su libro “Había partido”, un intento de relato sobre cómo Pedro Sánchez alcanzó la Moncloa tras ser expulsado del PSOE, ganar unas primarias frente al aparato del partido y sumar los votos necesarios para la primera moción de censura con éxito de nuestra democracia. Todo un superviviente de la política y un claro ejemplo de constancia, tesón y, tal vez, también algo de suerte.
En el panorama político actual, otra diputada podría igualarse a Sánchez en su virtud de resistencia y supervivencia. La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, se ha sobrepuesto a todos los azotes que ha sufrido el partido en estos últimos años: de ‘sorayista’ en la corte de Casado a tener un papel influyente en el PP de Feijóo. Siempre ha elegido el bando perdedor y, sin embargo, su ascenso en el partido ha sido imparable.
Ahora, periodistas destacados como Jiménez Losantos y varios politólogos sacan su artillería contra ella al verla como un lastre para Feijóo. Creen que no está a la altura para ser la voz del PP en ausencia del líder en la Cámara Baja y reclaman un reemplazo. “Con Cuca Gamarra la juerga está asegurada. Hace el canelo. No puede ser que la cazcarriosa (María Jesús Montero) se ría de la portavoz del principal partido de la oposición”, señalaba Losantos desde su altavoz de EsRadio el día después de que la diputada del PP no estuviera a la altura en el debate por los Presupuestos. Pero Cuca aguanta, contra viento y marea, en una suerte de equilibrio entre la prudencia y la táctica calculada de quien siempre se libra de la quema.
Concepción Gamarra (Logroño, 1974) se estrenó en política hace casi ya veinte años como concejal en Logroño. Tras una legislatura como portavoz de la oposición, en 2011 hizo historia al convertirse en la primera mujer al frente de la alcaldía de la capital riojana.
Licenciada en Derecho y abogada de profesión, Gamarra siempre ha mostrado un carácter frío y moderado. Hija de enfermera y de gestor de empresas, su gestión autonómica fue bastante solvente, lo que la situó en la primera línea del PP. Arropada en los despachos, las bases le propinaron un duro revés cuando en 2017 optaron por José Ignacio Ceniceros como nuevo líder del partido en La Rioja. Gamarra venía avalada por Génova y tuvo el aparato del partido a su disposición, pero se quedó 109 votos por debajo de su rival. “Me comprometo a trabajar codo con codo con Ceniceros”, dijo mientras masticaba la derrota. Pero ante la mínima oportunidad, Gamarra decidió emprender el camino de la política nacional.
En la conquista de Génova, siempre ha elegido el bando perdedor. Apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias del PP, aunque después Casado -que la conocía desde los tiempos de Nuevas Generaciones- la fichó para la dirección nacional. Entró en la cúpula desde el principio como vicesecretaria y empezó a coger cierta relevancia en la pandemia del coronavirus, donde llevó junto a Ana Pastor los asuntos sociales. “Tiene un carácter afable. Es agradable, muy trabajadora y tiene un trato exquisito con los medios de comunicación”, cuentan al HuffPost personas que han trabajado con ella.
Cuando la relación de Pablo Casado con Cayetana Álvarez de Toledo era ya muy complicada, el entonces líder del PP la llama para hacerla portavoz parlamentario. Teodoro García Egea apuesta muy fuerte por ella y todo Génova se vuelca en reforzarla ante las críticas de la derecha mediática por el cese de la antecesora en el puesto.
En la crisis con Casado, ella es puesta al día junto al resto de portavoces de la situación con Ayuso la tarde en la que “El Mundo” y “El Confidencial” hablan de un supuesto espionaje. Cuca apoya a la persona que confío en ella, pero en el Comité de Dirección del lunes se subleva contra Casado junto a los otros dos portavoces y el martes permite (aunque no firma el documento) la revuelta de diputados. Finalmente, se retrata de forma pública exigiendo el congreso extraordinario que semanas después entronizará a Feijóo.
Aunque a muchos les sorprende a posteriori que el líder gallego mantenga a Gamarra como portavoz, en la misma reunión de barones en la que Casado se niega a dimitir hasta la celebración del Congreso, Feijóo ya plantea el nombre de Cuca para coordinadora general. Es decir, cuenta con ella para su equipo desde el primer momento.
Ahora, la riojana está centrada en su acción de portavoz parlamentaria más que en el de secretaria general. El segundo es un papel institucional, pues está vacío de contenido, ya que el control del partido está actualmente en manos de Miguel Tellado y, en menor medida, de Elías Bendodo.
Pero su labor como portavoz también está siendo muy cuestionada. Su debilidad ante Sánchez en las sesiones de control al Gobierno y frente a ministros como María Jesús Montero en debates tan importantes como el de los Presupuestos, han hecho que voces internas empiecen a discrepar. De hecho, algunos pesos pesados de Génova le han sugerido a Feijóo un cambio a corto o medio plazo, alegando además que Cuca “no reparte juego” entre los otros diputados.
Se planteó la opción de que presidiera el PP de la Rioja, aunque ella no vio el movimiento con buenos ojos. Eso sí, ha influido en la elección de Gonzalo Capellán como candidato del partido a las autonómicas sin pasar por las primarias. Un hecho que ha enfadado a la militancia y que provocó concentraciones en contra de los simpatizantes al grito de “Cucazo Capellán”, “Feijóo, escucha, dedazo no, congreso sí”, “queremos votar” o “no sin mi voto”. La respuesta de Génova ha sido el silencio.
Pero, ¿por qué Feijóo mantuvo a Cuca como portavoz en el Congreso y la encumbró a secretaria general? “Fue un intento por parte de Génova de construir una imagen más moderada del PP, cuando la amenaza de Vox era más intensa”, opina a El HuffPost el politólogo Eduardo Bayón.
El consultor en comunicación pública y estrategia no comparte tampoco las críticas en torno a su capacidad de oratoria. “No es especialmente buena como portavoz, pero tampoco mala. El problema es que en ocasiones, obligada por el tono crispado del Congreso y por la presión que impone Vox al espacio de la derecha, se ha visto arrastrada a inflamar sus discursos en contra de su forma de ser. Y por eso su discurso resulta más impostado”, asegura Bayón.
En el plano personal, Cuca Gamarra es bastante discreta. Nunca ha pasado por el altar y no tiene actualmente pareja. Su más fiel compañero es su perro Oliver, un bichón maltés al que adora y con el que ha subido algunas fotografías a Instagram. “Me he centrado más en el trabajo. En la política se liga menos de lo que la gente cree, nunca encontré la erótica del poder. Aunque creo que una mujer con poder da mucho miedo”, señalaba hace un tiempo en una entrevista en ABC. Eso sí, Cuca es muy familiar y no duda en pasar el máximo tiempo que puede con sus padres, hermanos y sus dos sobrinos.
Cuca se define como “feminista liberal”, rebelde - “a mí no me manda ni mi padre”; y “muy de Logroño”. Le encanta el golf y el esquí, aunque su pasión favorita es el running. Dice que correr le ayuda a liberarse del estrés diario. Y está claro que se le da muy bien: en esta carrera de fondo que es la política, Cuca ha sabido superar todos los obstáculos para seguir kilómetro a kilómetro marcando el paso en el PP. Aunque en Génova persiste el miedo de que más pronto que tarde acabe desfondada.