Cuca Gamarra desvinculó hace 72 horas la sedición de la negociación del Poder Judicial
"Son dos cuestiones distintas y en las que el PP tiene un papel diferente".
Donde dije digo, digo Diego.
La ruptura por parte del PP de las negociaciones para renovar el Poder Judicial achacando al Gobierno la reforma del delito de sedición ha dejado en un compromiso a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra.
Porque la número dos del partido de Alberto Núñez Feijóo afirmó hace tan sólo tres días, en una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, que una cosa era la negociación por el CGPJ y otra la reforma del Código Penal para modificar el delito de sedición.
Gamarra se expresó así:
Es más, Gamarra, en su respuesta, llegó a separar una cosa de la otra hablando de la negociación por el Poder Judicial como “la segunda de las cuestiones”.
De hecho, preguntada por cuál era el principal “escollo” en la negociación, la ‘número dos’ del PP en ningún momento se refiere a la posible modificación del delito de sedición, llegando a decir que “lo importante” eran “los requisitos” de los jueces que tienen que ser nombrados.
Ahora, Gamarra cambia su versión respecto a lo que dijo hace 72 horas. En declaraciones a TVE alega que el motivo por el que el PP decide romper las negociaciones es que el Ejecutivo “cambia lo que 48 horas antes se nos estaba trasladando por el propio Gobierno” que es “la constatación de que van a llevar a cabo una reforma del Código Penal para reformar el delito de sedición y así contentar a ERC y a los independentistas”.
Gamarra ha señalado concretamente a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien dijo desde la tribuna que el Ejecutivo llevaría al Congreso una reforma del delito.
Pero inmediatamente después de terminar su intervención en el debate de totalidad de los Presupuestos, en declaraciones en los pasillos a los periodistas, la propia Montero rectificó e incluso se llegó a disculpar por si se había interpretado algo distinto a lo que quería decir.
Según indicó la ministra a los reporteros, olvidó añadir la coletilla de que el Gobierno llevaría la reforma sólo si tuviera mayoría suficiente para hacerlo, algo que, dijo Montero “hoy no es así”.