Cuba, el malestar en la cultura
Los artistas cubanos están pidiendo apoyo para visibilizar la represión del régimen.
El ensayo de Freud que da título a este artículo ha sido tan baqueteado que se ha perdido su verdadero significado, si bien hay un consenso en los historiadores del arte cuando recurren a él para explicar el origen de las vanguardias históricas. La idea del malestar en la cultura tras la Primera Guerra Mundial sería el origen de muchas de las propuestas rupturistas tanto de vanguardia como de rappel al ordre, el retorno al orden de la pintura de los felices y extraños años 20. La situación en Cuba permite retomar este libro, cuyo título es un axioma universal multiuso.
Sigo a Tania Bruguera en Facebook y veo tanto la situación que vive, de asfixia por parte del régimen cubano, como su intención de visibilizarlo. No está contando nada que no supiésemos, pero le está dando una visibilidad en los cauces correctos. Diríamos que ella ha entendido las posibilidades de la comunicación en el siglo XXI y el Gobierno cubano no.
Ella forma parte de un grupo de creadores dentro y fuera de la isla que están visibilizando la intención dictatorial de silenciarlos y comprimir, aún más, su capacidad de movimiento y expresión. La reciente llamada a una huelga contra las instituciones cubanas es parte de un proceso que lleva meses de vigilancias, cierres y presiones de todo tipo que incluyen detenciones.
El movimiento 27N, llamado así por la fecha de la mayor protesta efectuada hasta hoy, es parte de esta protesta global que tiene otro foco comunicativo en el Atelier Morales, un colectivo formado por Juan Luis Morales y Teresa Ayuso, cubanos que trabajan desde París y que se han mostrado especialmente activos en las protestas contra el Decreto 349, una ley que entró en vigor en 2018 y que fue diseñada para dar un paso más en la censura previa a las acciones de los artistas cubanos.
Ante el actual contexto regresivo se han manifestado rostros tan visibles como Yotuel Romero, el cantante de Orishas que ha reclamado Patria y vida frente al tradicional y fúnebre “Patria y muerte”, el viejo lema de la Revolución. Es necesario otro futuro para Cuba, me resulta extraño tener que escribirlo en 2021, pero es así.
Hay una situación perversamente repetida en esto que relato. En 1939, la casi totalidad de creadores de vanguardia españoles, o simplemente modernos, estaban en el exilio. Digo la casi totalidad porque algunos estaban en las cárceles franquistas o fueron ejecutados por el régimen. Los que evitaron aquello dentro de España tenían dos oportunidades: trabajar para el régimen o ser purgados. Picasso fue un faro contra la dictadura, su más inquietante agente opositor internacional porque era el más importante artista del siglo. Siempre estuvo contra la dictadura fascista, hasta que murió. La prueba es que el Guernica solo volvió a España después de instaurada la democracia.
¿Cómo puede haber acabado una revolución que pretendía dar vida y futuro al pueblo cubano cayendo en la misma situación que el régimen del general Franco? Los artistas cubanos nos están mostrando una realidad que todos conocemos.
Sin embargo, hay una situación evidente: no están recibiendo todo el apoyo que sería lógico de la intelectualidad occidental. Picasso y los exiliados de la Guerra Civil sí lo tuvieron, pero los artistas cubanos que son hoy censurados y reprimidos sufren un conflicto entre humanitario e ideológico que me resulta de los más absurdo. Primero libertad, luego ya hablamos del resto.
Este artículo es una humilde forma de mostrar mi total apoyo a Tania Bruguera y a todos los artistas cubanos que hoy luchan por sus derechos y por los derechos de los demás en mi amada Cuba.