Cuatro soluciones para que no se te vuelvan a empañar las gafas al ponerte la mascarilla
Y no, no es bajársela de la nariz.
Frío, humedad y lluvia son malas compañeras de la mascarilla. Para quienes usan gafas, directamente un peligro. En estos meses es habitual sufrir la molestia de los cristales empañados, con la consiguiente pérdida de visión. Un problema del que llevan tiempo alertando ópticos y oftalmólogos, que han planteado varias opciones para evitar esa sensación visual tan desagradable.
Entre sus propuestas, existen varias soluciones fáciles y de uso habitual, como las gamuzas que todo usuario de gafas conoce bien. Estos “complementos” pueden llegar a tener una vida útil de unos 300 usos. “Es la forma más sencilla de evitar el vaho, tal y como antes hacíamos para limpiarla”, explica el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina, a Europa Press.
Otra opción, a la venta en centros especializados son los sprays antivaho. “Se aplican sobre las lentes y se extiende el líquido con una gamuza normal, evitando tener que llevar dos gamuzas”, añade el experto. Se encuentran a la venta por menos de 10 euros, en muchos casos.
Opciones más avanzadas
Sin embargo, el sector ofrece otras alternativas menos convencionales y algo más costosas en un primer momento, como es el caso de las lentes antivaho, que repelen esa humedad gracias a un tratamiento aplicado sobre su superficie. Están recomendadas para “deportistas, cocineros, trabajadores que enfrentan cambios de temperatura durante su jornada, aquellos que realizan actividades de gran movimiento o los que deben garantizar su seguridad mientras realizan su trabajo”.
Y más allá de usar simplemente estas lentes especiales, los profesionales plantean la combinación de gafas graduadas con lentes de contacto tratadas. “Las lentes de contacto eliminan todo riesgo de que se produzca vaho y permiten una visión nítida, de amplio campo visual y muy cómoda durante la jornada, tanto a la hora de trabajar como de hacer deporte”, añade Salvador Alsina.
Pero todas estas alternativas no son de autodiagnóstico y los profesionales inciden en que, en caso de duda, lo más sencillo y seguro es acudir al óptico-optometrista para explicar la situación particular. “La salud visual de los españoles puede empeorar si se prescinde del uso de los equipamientos ópticos prescritos”.