Cuatro gráficos que explican el enfado de la comunidad científica en España
La situación del I+D no ha dejado de empeorar en España desde 2009. Estas son las cifras que lo muestran.
Entre 2009 y 2016, la inversión española en investigación y desarrollo se ha recortado más de un 30%, según datos de la OCDE. Después de un breve período de crecimiento que llegó hasta 2009, los programas y las instituciones científicas sufrieron drásticas reducciones de presupuesto durante los años más duros de la crisis.
Tijeretazos en los presupuestos, pérdida de peso del I+D en el PIB, cancelación de proyectos, paralización de las tasas de reposición de plazas, "exilio" forzado de investigadores... y muy poca voluntad política para revertir la situación. El aumento presupuestario de más del 4% para la ciencia anunciado por el Gobierno en los Presupuestos de 2017 no es tal y la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) calcula que se limita al 1%.
Por todas estas cosas, y también para ganar visibilidad ante la sociedad española y para volver a reclamar un pacto de Estado activo y eficaz, la ciencia sale a la calle este sábado. Estos cuatro gráficos ayudan a entender su enfado:
El gráfico con los datos de inversión estatal en I+D dibuja un dramático precipicio entre en 2012. Ese año la ciencia española recibió uno de los grandes golpes de su historia reciente, con un recorte presupuestario de casi 2.000 millones de euros. En 2013 la inversión volvió a caer y sólo a partir de ese año registró leves aumentos, que la sitúan todavía muy lejos de la situación en la que estaba en 2009.
A medida que el Gobierno devastaba la inversión en ciencia, el peso de esta en el Producto Interior Bruto se hacía cada vez menor. Pero en el dato sobre el porcentaje "científico" del PIB se revelan otros dos hechos. El primero, que a medida que la economía se recuperaba, la ciencia siguió siendo marginada y su peso no ha dejado de reducirse. La segunda, que España adoptó una política presupuestaria radicalmente distinta a la que pusieron en marcha los 15 países más fuertes de Europa. El peso de la ciencia en el PIB de estos países no ha dejado de crecer, ni durante el clímax de la crisis ni después.
Hay más matriculas de mujeres que de hombres en la Universidad y las mujeres y los hombres leen el mismo número de tesis doctorales. Sin embargo, en la carrera científica, sólo un 39% son mujeres. La situación es todavía peor en los cargos de dirección en organismos de investigación: el 79% de esos puestos son copados por los hombres.
La falta de inversión, la cancelación de proyectos y la ausencia de oportunidades ha empujado a toda una generación de científicos a emigrar para poder seguir desarrollando su carrera profesional. En cinco años, de 2009 a 2014 (último del que hay datos oficiales), España ha perdido 11.568 investigadores.