Cuatro cómicos españoles analizan desde el humor el puñetazo de Will Smith a Chris Rock

Cuatro cómicos españoles analizan desde el humor el puñetazo de Will Smith a Chris Rock

Inés Hernand, Nacho García, Miguel Iríbar y David Suárez valoran lo ocurrido en los premios Oscar 2022.

Will Smith golpeando a Chris Rock en la gala de los Oscar.ROBYN BECK via Getty Images

El guantazo con la mano abierta que Will Smith propinó al cómico Chris Rock en plena gala de los premios Oscar 2022 será recordado para siempre.

El actor, que minutos después ganó el premio a mejor actor por su papel en El método Williams, agredió al mítico cómico de stand up norteamericano después de que este hiciese una broma sobre la alopecia que sufre Jada Pinkett Smith, su mujer.

“Borra el nombre de mi mujer de tu puta boca”, le dijo en dos ocasiones Will Smith a Rock ante la mirada primero de sorpresa y luego de estupefacción de los allí presentes.

En España, la agresión de Smith ha generado dos corrientes de opinión: la de los que creen que la leche está bien dada y los que afirman que bajo ningún concepto una persona puede agredir a otra por un chiste.

Pero, ¿qué piensan los cómicos españoles de este momento? ¿Han vivido ellos alguna situación similar? ¿Hay límites en el humor? Inés Hernand, David Suárez, Miguel Iríbar y Nacho García responden a El HuffPost todas estas cuestiones.

Inés Hernand, una de las cómicas más en auge del país, lo tiene claro: “Me parece bochornoso”. Señala la presentadora de Gen PlayZ, en RTVE, que en esa situación se representó a la perfección las distintas secciones sociales que puede haber tanto en la sociedad norteamericana como en la occidental: desde el acosador que se ríe y al que hay que ponerle una buena cara “para no generar una situación incómoda” pasando por el hombre que se ríe del chiste hasta que ve la cara de su mujer y entonces reacciona “porque si no parece que no está quedando de protector como en el medioevo”.

El cómico David Suárez, conocido por experimentar con el humor hasta límites que le han costado algún que otro problema con la justicia, cree no debería de haber debate: “Si la libertad de expresión de los demás supone un problema para alguien, el problema es esa persona. Punto. Si alguien hace un chiste y no te gusta, te jodes y miras para otro lado”.

“Creo que lo que hizo Chris Rock no está bien pero no se puede reaccionar como reaccionó Will Smith”, asegura Nacho García. Prosigue el colaborador de La Roca (laSexta), Tarde lo que tarde (RNE) y Mejor Contigo (TVE) que la agresión del actor tapa todo el debate posterior sobre el chiste dirigido a Jada Pinkett.

Creo que lo que hizo Chris Rock no está bien pero no se puede reaccionar como reaccionó Will Smith
Nacho García

Miguel Iríbar se suma a la contundencia de Hernand y asegura que lo ocurrido en los Oscar fue “un espectáculo lamentable”. “No me parece nada justificable la bofetada, por mucho que considere que el chiste hace mofa de una mujer enferma y bastante traumatizada por ello”, señala el colaborador de El Condensador de Fluzo (La2).

Prosigue Iríbar —presentador también de los podcast Cambiando de Tercio y La Paletada— que se puede entender la “reacción irracional ante un insulto a la persona que amas” pero que “hay que entender que esa no es la reacción adecuada”: “Habría sido más inteligente humillar a Chris Rock al recoger el premio. Da la impresión de que Will Smith atraviesa algún tipo de crisis vital que le hace no estar en sus casillas”.

En Twitter, un nutrido grupo de personas ha defendido la agresión de Will Smith al considerar que estaba en su derecho de defender a su pareja de un ataque algo que Inés Hernand valora así: “Los límites del respeto entre los hombres heterosexuales parece que están en la violencia física”.

Tanto Hernand como Iríbar ponen el foco también en la organización de la gala ya que ese chiste tuvo que pasar varios filtros hasta llegar a verbalizarse ante millones de personas.

“Esto es un guion, esto pasa por muchos ojos. Tampoco podemos estigmatizar y poner de cabeza de turco a Chris Rock porque este pavo tendría un guion. Esto pasa por muchas manos antes de dar un okey final y a nadie le llamó la atención en los pasos anteriores que se faltase a la enfermedad de Jada Pinkett. Me parece todo en unos niveles de bizarrismo y distopía que no tengo palabras”.

Da la impresión de que Will Smith atraviesa algún tipo de crisis vital que le hace no estar en sus casillas
Miguel Iríbar

En el mismo sentido se pronuncia Miguel Iríbar. El cómico cree que el chiste es “cruel” pero que “todo puede arreglarse con una reprimenda pública, no llamándolo más o despidiendo al guionista” porque, apostilla, no se sabe si la frase que desencadenó la agresión la escribió Rock o fue obra de un guionista.

Sobre el chiste en cuestión en el que Chris Rock se mofaba de los problemas de alopecia de Jada Pinkett y la comparaba con la teniente O’Neil —conocida por su corte de pelo rapado— David Suárez es tajante: “En estos casos nunca hay que valorar el chiste, porque no es lo importante”. 

“Si a un panadero le quemasen la panadería, y alguien dijese: ‘A mí el pan que hacía ese panadero no me gusta, pero estoy en contra de que le hayan quemado la panadería’, todos estaríamos de acuerdo en que la persona que ha dicho esto es idiota. Porque la calidad del pan frente a una agresión o una injusticia no es lo relevante”, afirma Suárez más tajante. 

Nacho García va por el mismo camino que Miguel Iríbar: “Es un comentario que puede ser ofensivo porque al final estás llamando calva a una persona con alopecia”.

Me parece todo en unos niveles de bizarrismo y distopía que no tengo palabras
Inés Hernand

Eso sí, matiza después que hay “una diferencia” con el tipo de humor que hace por ejemplo David Suárez. “Suárez está poniendo un chiste en Twitter y está en su derecho y le ampara la libertad de expresión de poner el chiste que él quiera y ese chiste, aunque lo pueda leer todo el mundo, solo lo lee el que quiera”, prosigue.

“La diferencia entre que algo pueda ser ofensivo o no está en el receptor y cómo está recibiendo esa información. Jada Pinkett está obligada a estar allí, no le queda más remedio que estar escuchando a Rock y no le queda más remedio que comerse ese comentario por eso creo que se puede hablar de mal gusto”, comenta también García, que dice de nuevo que nada justifica la agresión de Will Smith sobre, además, un chiste que no iba ni dirigido a él.

Para Nacho García están “todos mal menos ella”: “La única persona que no ha hecho nada malo y se tiene que comer todo es ella que se come el chiste de uno primero y la reacción del otro”.

A Inés Hernand el chiste en sí mismo le parece “mediocre” y recuerda que antes hizo otro comentario machista sobre Penelope Cruz y la posibilidad de que Javier Bardem ganase un Oscar y ella no “porque ya sabes cómo son las tías”.

¿Les ha pasado a ellos?

Sobre si les ha pasado algo parecido en una actuación los cuatro señalan que no. “No, nunca ha venido a verme Will Smith”, dice David Suárez. 

Miguel Iríbar tampoco ha pasado por algo similar a lo que pasó Chris Rock en los Oscar: “Algunas críticas pueden doler más que una bofetada. Normalmente se queda en insultos de algún borracho que no sabe muy bien en qué tipo de show se ha metido”. 

La cómica Inés Hernand reconoce que no ha tenido problemas de este tipo: “Siempre me meto con terceros no presentes lo cual tampoco sé si me deja en mucho mejor lugar”.

Algunas críticas pueden doler más que una bofetada
Miguel Iríbar

En sus espectáculos puede haber algo de roast hacia el público —siempre dentro de un “paraguas de comedia”— pero su intención es la de hace un tipo de humor evidente “para que la gente capte el chiste” pero no tan “vulgarón” como para que sea algo relacionado con el físico: “Me he quedado siempre a las puertas del tortazo pero también es un estilo que tampoco me da alegrías. Puedo hacer un chiste de diez en esa línea”.

El que peor lo ha pasado encima de un escenario es Nacho García: “He tenido enfrentamientos con el público que han podido ser bastante tensos. Gente que me ha mandado callar. Gente que me ha tirado cosas. A veces tienes gente gritándote o insultándote. Alguna vez se han subido al escenario a decirme algo”.

Prosigue García contando que cuando le ha ocurrido eso encima del escenario ha hecho lo mismo que Rock: quedarse quieto para evitar que la cosa vaya a mayores: “Entiendo la reacción de Chris Rock perfectamente. Te quedas bloqueado y recibiendo lo que está pasando porque él no está pensando ya en hacer reír, está pensando en que eso no vaya a más. Si tú te enzarzas con alguien del público dejas de hacer gracia”.

Los límites del humor

Como siempre en este tipo de temas no puede falta la clásica cuestión acerca de los llamados límites del humor, ¿hasta dónde puede llegar un cómico a la hora de hacer un chiste?

David Suárez lo tiene claro: “Tendríamos que dejar de buscar dónde están los límites del humor y empezar a ponérselos a la atención que le prestamos a la gente que pretende que estos límites existan”. Señala Suárez que no habla concretamente de Smith al que define como “un cretino millonario que tuvo una mala noche” y pone el foco en que “haya una gran parte de la población que se suba al barco de ‘es que hay cosas que no deberían decirse’ o ‘le estuvo bien merecido a Chris Rock’”. 

“Los límites dependen del contexto”, explica García, que defiende que Jada Pinkett se encontraba en un “ambiente laboral” porque aunque sea una gala están trabajando: “Si tú compras una entrada para ir a ver un espectáculo de humor negro ahí se entiende que hay humor negro. Lo que no puedes es si yo escribo un libro de con los chistes que me de la gana en tu mano está no comprarlo”.

Aquí todos coinciden. “Los límites del humor los debe poner cada uno, como cada uno establece los límites de su ofensa. En cualquier caso, ningún chiste debería ser castigado con penas de cárcel o violencia física. Ese sí sería un claro límite”, expresa Iríbar. 

Para Hernand los límites están “en saber interpelar al público de una forma distinta a la que lo veníamos haciendo porque igual que antes no nos llamaban la atención ciertas cosas ahora están ocurriendo”. “Puedes hacer humor con un millón de cosas antes que con el físico, con enfermedades, con el grupo étnico o con la orientación sexual porque hunde más a esos colectivos que no están en esa posición de privilegio que a lo mejor el que emite el chiste. Los límites del humor están en el sentido común”.

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Álvaro Palazón es redactor de virales, televisión y de deporte en 'ElHuffPost' y trabaja desde Madrid. Es Licenciado por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Puedes contactar con él en alvaro.palazon@huffpost.es