No son pocos los aficionados al séptimo arte que pagan auténticas barbaridades de dinero por atrezzo o vestidos que han usado las estrellas de cine. Una mina de oro que las productoras aprovechan cuando no encuentran uso para los artículos. Coches como el Aston Martin de James Bond en 'Goldfinger' o los zapatos de Dorothy en 'El mago de Oz' son varios de los artículos que se vendieron por extraordinarias cifras.