En qué contenedor hay que tirar las mascarillas después de usarlas
Algunas se pueden reutilizar.
Todavía no se sabe si después de la cuarentena las mascarillas van a formar parte de nuestra vida, pero por ahora sí son recomendables para trabajadores que utilicen transporte público para ir a sus puestos de trabajo y no puedan por tanto mantener la distancia interpersonal de dos metros.
Esta medida preventiva para evitar el contagio por coronavirus todavía genera cierta controversia. La Organización Mundial de la Salud insiste en que su uso no es necesario para la población general, mientras que la Unión Europea sí las recomienda.
Sea como sea, de alguna u otra manera toca familiarizarse con cómo ponerlas correctamente y dónde tirarlas una vez que se hayan utilizando.
Hay que partir de la base de que existen tres tipos de mascarillas válidas en esta crisis. Aunque a la hora de desecharlas la respuesta es siempre la misma: al contenedor de fracción resto (como otros productos higiénicos como guantes, compresas o algodones). Tienen que meterse en una bolsa única cerrada, que a su vez debe ir en la bolsa del resto de productos.
Estos son los tres tipos de mascarillas recomendados contra el COVID-19:
- Las quirúrgicas o higiénicas. Este tipo son las que se están repartiendo en el transporte público y las inicialmente recomendadas para personas con síntomas de COVID-19. Previenen que la persona que la lleve contagie al resto, pero no evita que ésta se contagie de otra. Este tipo de mascarillas son desechables y su uso no debe prolongarse más de ocho horas.
- Las FFP2. Tienen una filtración del 92% y se recomienda para personal sanitario. Hay que desecharlas en caso de que se haya estado en contacto con una persona con COVID-19. De no ser ser posible, se pueden desinfectar en agua hirviendo (100ºC), como señala un estudio de Standford Medicine. Aunque esta medida de higiene puede deformarlas y que no se ajusten correctamente a la cara, es el método más conveniente. Este mismo organismo recuerda que nunca hay que utilizar soluciones con cloro o con alcohol. Las mascarillas FFP2 no se deben usar intermitentemente más de una semana, aunque no se haya estado en contacto con una persona infectada.
- Las FFP3. Tienen una filtración del 98% y se recomiendan también para personal sanitario que esté expuesto a enfermos con COVID-19. Deben desecharse tras cada uso. De no poder hacerse, se deben desinfectar del mismo modo que las FFP2 (hirviéndolas a 100 ºC) y no prolongar su uso intermitente más de una semana.
¿Qué pasa con las personas con COVID-19?
Las personas con coronavirus deben permanecer en aislamiento y tener a mano una papelera con cierre automático de uso exclusivo, con bolsa de autocierre en su interior (llamémosle bolsa 1). Esta bolsa 1 se debe introducir en otra (bolsa 2), situada en la puerta de la habitación. Lo debe hacer la persona que cuide del enfermo, que también tiene que desechar su mascarilla y sus guantes en esa bolsa. Esta segunda bolsa se debe introducir en la fracción del resto de la casa (bolsa 3) y tirarse al contenedor. Cada una de estas bolsas debe estar correctamente cerrada.