Cuando la ansiedad te lleva a tirarte de los pelos: tricotilomanía
La prevalencia es igual para ambos sexos, aunque las mujeres son quienes acuden con mayor frecuencia a la terapia, por motivos de estética.
La tricotilomanía es un trastorno de carácter clínico, que consiste en arrancarse compulsivamente los pelos de diferentes partes del cuerpo por motivos de ansiedad, lo que hace que retroalimente e incremente el estrés y la ansiedad que padece la persona.
El Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, DSM-V, lo describe con la característica principal del arrancamiento frecuente del cabello, que da lugar a una pérdida perceptible.
En muchas ocasiones, la conducta compulsiva de tirarse el pelo, puede pasar desapercibida, sin asociarse a malestares o consecuencias. En este sentido, la aparición del trastorno se asocia a un hábito que trasciende hasta una tricotilomanía, la cual involucra un problema psicológico importante, que va desfigurando la imagen de la persona y evidenciando un alto nivel de estrés.
El cuero cabelludo es el lugar más frecuente de compulsión de la tricotilomanía, aunque también se presenta de forma común en las cejas, las pestañas, la barba y el vello púbico. A veces presentan la compulsión en un lugar específico, o también en diferentes lugares del cuerpo. El arranque del cabello suele hacerse uno por uno o por manojos. En el caso de los niños comienzan la conducta de forma placentera, y posteriormente se convierte en una afección que produce malestar.
Está definido como un trastorno de control de impulsos, en pacientes con ansiedad, con un rango entre 17% y 27% de personas que no son conscientes de la tensión que causa la conducta compulsiva.
Los signos y síntomas de la tricotilomanía a menudo incluyen:
- Arrancarse el cabello repetidamente, generalmente del cuero cabelludo, las cejas o las pestañas, pero a veces de otras áreas del cuerpo, y los sitios pueden variar con el tiempo
- Una sensación de tensión cada vez mayor antes de la conducta o cuando se intenta resistirse
- Una sensación de placer o alivio después de que se tira del cabello.
- Pérdida de cabello notable, como cabello corto o áreas adelgazadas o calvas en el cuero cabelludo u otras áreas de su cuerpo, incluidas las pestañas o cejas escasas o faltantes
- Preferencia por tipos específicos de cabello, rituales que acompañan a los tirones del cabello o patrones de tirones del cabello
- Morder, masticar o comer cabello arrancado
- Jugar con el pelo arrancado o frotarse los labios o la cara
- Intentar repetidamente dejar de arrancarse el cabello o intentar hacerlo con menos frecuencia sin éxito
- Angustia significativa
- Problemas en situaciones sociales por arrancarse el cabello, en el trabajo, la escuela o en cualquier situación social
La prevalencia es igual para ambos sexos, aunque las mujeres son quienes acuden con mayor frecuencia a la terapia, por motivos de estética.
Se han determinado tres tipos de tricotilomanía: el de comienzo temprano, automático, y consciente.
- La tricotilomanía de comienzo temprano, inicia antes de los ocho años de edad, y suele corregirse sola, aunque conviene seguimiento de su evolución, evitando que se prolongue a la edad adulta.
- El tipo de tricotilomanía que se realiza de forma automática, es aquel que ocurre sin conciencia de lo que se está haciendo, aparece la conducta en conjunto con otras actividades, mientras se ve televisión, estudia, etc. Es el tipo más común.
- La tricotilomanía de tipo consciente, ocurre cuando la persona realiza la conducta sin poderlo evitar, de forma compulsiva y consciente, ocurre como un impulso en función a una tensión que se presenta, y disminuye con el arranque del pelo.
En primer lugar, se busca establecer una conducta incompatible con la compulsión, de forma tal de cuando se realice la conducta nueva se evitará la acción de tirarse el cabello. La terapia conductual, ha demostrado eficacia en cuanto a la reversión del hábito mediante la terapia de aceptación y compromiso.
Primero se establece un análisis de la conducta problema, para determinar el nivel de conciencia con que se efectúa, las situaciones que la disparan y las cogniciones que lo acompañan. Seguidamente se fijan los objetivos de la terapia. El proceso de la atención psicológica implica que la persona debe renunciar a la conducta compulsiva de tirarse el pelo. Se debe cambiar la forma automática del hábito hacia consciente, para lograr actuar sobre la conducta y revertirla.
Durante los procesos de terapia, se trabaja con las recaídas, teniendo en cuenta que la terapia de aceptación y compromiso supone un cambio fundamental en el afrontamiento de los pensamientos, recuerdos y emociones en general, es decir, que se dan en otras áreas de la vida y no solamente en las que se asocian a la tricotilomanía. Lo que implica un cambio radical en el comportamiento del paciente.