¿Cuáles son los signos que indican que una persona tiene baja autoestima?
Todas las enfermedades y trastornos se producen por una falta de amor.
‘¿Cuáles son los signos que indican que una persona tiene baja autoestima?’ apareció originalmente en Quora, un lugar para adquirir y compartir conocimiento y entender mejor el mundo.
Respuesta por Jenia Dávila, BDM, emprendedora, formadora y terapeuta:
La autoestima baja se manifiesta en cualquier comportamiento donde la persona se daña, se desprotege, no se cuida o se pone en riesgo a sí misma. También en formas muy sutiles y mucho menos identificables a veces. Luego hay extremos patológicos donde la persona con baja o, mejor dicho falta total de autoestima, se vuelve narcisista, abusiva o manifiesta psicopatologías.
Los comportamientos de las personas nunca son absolutos, personas con baja autoestima pueden aparentar solidez, seguridad e independencia. Alguien aparentemente muy seguro y confiado de sí mismo puede ocultar un complejo de inseguridad. No existen dos personas iguales, así que al margen de etiquetas y retóricas psicólogicas, tenemos que observar. Hay personas que pueden tener aparentemente muy cubiertas áreas de su vida y, sin embargo, ser incapaces de solventar otras. O tratar de ocultar de esa manera otras carencias y complejos.
Aunque se puede hacer un resumen de comportamientos:
- Adicciones
- Estar involucrado en relaciones tóxicas (familiares, amigos o pareja), manipulativas y, en extremo, de maltrato físico y/o psicológico. Y en cualquier ámbito de la vida.
- Comportamientos que manifiesten trastornos de la ansiedad: estrés, depresión, insomnio, angustia… (las adicciones también van aquí).
- Personas con enfermedades crónicas y psicosomáticas. En mi opinión, todas las enfermedades lo son, pero hay personas que que somatizan todo aquello que les genera conflicto como una forma de influir en su entorno más inmediato.
Yo creo que la autoestima es un elemento muy frágil. Nosotros somos seres volubles y vulnerables. Contenedores de esas corrientes energéticas que son las emociones y cuya acción y movimiento nos consumen o generan grandes dosis de energía vital. Los extremos nunca son buenos. La virtud, el equilibrio, está en el centro. Nadie puede sostener por mucho tiempo la ira con el consiguiente chute de cortisol, pero tampoco un estado de subidón de endorfinas y dopamina… Por eso los enamoramientos duran lo que duran. Por otro lado, hay personas que arrastran emociones sin resolver y patrones limitantes herencia de su infancia, y hay otras que estando razonablemente equilibradas se pueden ver socavadas por un momento concreto o puntual en sus vidas. Evidentemente, cuanto mayor y más sólida sea su autoestima y construcción personal, mejor van esas personas a solventar la situación puntual, más recursos va a poder desarrollar. De ahí la importancia de tener una buena autoestima.
Si observamos a nuestro alrededor nos vamos a encontrar con datos tristes: entre el 20 al 80%, variando de un país a otro, de las jóvenes entre 9 y 17 años reconocen no sentirse confiadas con su físico o sentirse presionadas socialmente respecto a su aspecto… Es decir, que aunque la autoestima se construye en el núcleo familiar, la aportan los padres primordialmente. Y su contribución a su desarrollo es crucial. Ahora mismo algunos roles o modelos sociales se han visto tan alterados que este trabajo es mucho más importante si cabe de lo que ha podido ser en épocas anteriores, y las amenazas a un desarrollo intelectual y afectivo-emocional adecuado son mayores.
No obstante, creo que todo depende en el fondo de nosotros mismos. Ahora los padres tienen que tener muy claro cómo ejercer una paternidad consciente y responsable si quieren hacerlo de verdad bien y criar adultos sanos. Pero antiguamente algunos de nuestros padres y abuelos han tenido infancias muy crudas y muy duras. Y esas memorias también las llevamos a cuestas y han sido parte activa del desarrollo de alguno de nosotros, que nos hemos comido esa cadena de patrones y hemos tenido que sobrevivir y autosanarnos como buenamente hemos podido. Aprendiendo a sacar y a encontrar en nosotros mismos esa puerta del amor infinito.
En mi opnión y experiencia, todas las enfermedades y trastornos se producen por una falta de amor. Y la gente debería preocuparse en aprender bien estos conceptos para no identificar el amor con gestos o conductas que no lo son.