Cristina Pedroche: "Puedo darte el mismo mensaje feminista tanto vestida como desnuda"
"Hay que cambiar los patrones, enseñar a nuestros hijos que el cuerpo es de cada mujer y ella es libre de hacer lo que quiera".
Todo lo que diga o haga Cristina Pedroche va a tener una fuerte trascendencia, y ella lo sabe. Es consciente de que no puede gustarle a todo el mundo, opaca a las críticas y con fuertes convicciones. El lunes se mostró ayer ante Isabel Gemio en Retratos con alma, el espacio de TVE donde reflexiona con mujeres relevantes los temas que salen de la serie La otra mirada.
Como asuntos a tratar en esta cuarta emisión, la imagen de la mujer en las redes o en la publicidad o la cosificación a la que está sujeta; temas con los que Pedroche está muy familiarizada y que ya han despertado alguna que otra polémica. Para la presentadora tiene poco que ver “enseñar, mostrar, insinuar o tapar” con las ideas: “Yo puedo darte el mismo mensaje superfeminista tanto vestida como desnuda”.
Sus estilismos en las campanadas han sido durante los últimos años objeto de críticas. “Genero expectación”, resumió Pedroche, que explicó que tras la polémica suscitada el primer año optó por hacer oídos sordos: “Como salieron tantas criticas... que no gustó el vestido, que si iba poco recatada, poco fina, que si era machista, que si las transferencias son horribles… El año siguiente, dos tazas”.
“Es una noche mágica y quiero sentirme una superestrella. Me pongo lo que me apetece. Quiero ser Beyoncé, Rihanna, Ariana Grande, todas en una”. Y no le importa lo que la gente piense de ella: “No puedo gustar a todo el mundo, no soy una croqueta”.
“Si salieras vestida hasta el cuello, ¿tú crees que tendrías la misma audiencia?”, le desafió Gemio. Y Pedroche contestó con incredulidad: ”¿Me estás diciendo que si ponen a una persona totalmente desnuda va a tener más audiencia?”.
La presentadora de Atresmedia puso sobre la mesa un ejemplo para sostener su teoría: en 2015, Mediaset España eligió para las campanadas al equipo de Cámbiame, que terminó tomándose las uvas en ropa interior.
“Soy un fenómeno. La gente me compra porque me ha visto crecer. Conmigo se desmonta eso de guapa y tonta”, sostuvo.
Pedroche defiendió también que “las redes sociales deshumanizan un poco” y “tienen un sesgo machista”. “Puedo estar en la playa haciendo topless con mi marido y hacernos una foto. Él puede subir una foto con sus pezones y yo no, yo tengo que ponerme dos estrellitas. Los míos no pueden aparecer porque no siguen las reglas de la comunidad. Qué daño hace un pezón”, se cuestionó sobre la censura.
“Yo puedo subir una foto en bikini, como cualquier persona que va a la playa o a la piscina, y tengo comentarios muy buenos pero también malos. Jon Kortajarena sube una foto en bañador, sin ropa o desnudo y no pasa nada, solo tiene cosas positivas”, reflexionó Pedroche.
Para enmendar esto, Pedroche cree que “hay que cambiar los patrones”. “Enseñar a nuestros hijos que el cuerpo es de cada persona, de cada mujer y es libre de hacer lo que quiera. Es mío y nadie tiene el derecho de juzgarlo”, añadió.