Madres contra la criptosecta: “He perdido a mi hijo, me falta encadenarme ante el Ministerio”
Las familias de chavales captados por IM Academy reclaman que se prohíba la actividad de esta red que ha "lavado el cerebro" y les ha arrebatado a sus hijos.
Lucía Rodríguez se siente desesperada, “hecha polvo”, sola y “profundamente abandonada”. “Ya no sé qué hacer. Me falta encadenarme delante del Ministerio de Justicia”, dice, por teléfono. La mujer, que ha pedido utilizar un nombre ficticio, lleva algo más de un mes sin ver a su hijo, de 16 años. El chico, que hasta hace tres meses era “un adolescente normal”, se fue de casa el día que sus padres se negaron a seguir pagándole la suscripción mensual a IM Academy.
La Policía Nacional anunció el pasado 23 de marzo la desarticulación de esta supuesta empresa de formación en trading, al detener a ocho de sus cabecillas por estafa piramidal y prácticas sectarias. Los agentes llevaban un año investigándolos por captar a cientos de jóvenes con los que sacaban “grandes ganancias económicas tras formarles en inversiones financieras y realizar operaciones no permitidas en España” con criptomonedas.
Lucía Rodríguez recibió con alivio la noticia; un mes después, sólo siente decepción y frustración. “No consigo entenderlo. La policía hace una operación en la que se califica a este grupo de estafa piramidal, de utilizar prácticas sectarias y coercitivas para captar a sus miembros, de fraude de publicidad y de otros tipos de delitos, pero el chiringuito sigue abierto”, denuncia la madre.
El pasado 9 de abril, ya siendo investigada, IM Academy celebró un evento de captación de adeptos en Badalona, donde reunió a unos 9.000 jóvenes en el Palacio Municipal de Deportes. Lucía y otras decenas de padres afectados por esta ‘academia’ trataron de boicotear el acto, sin éxito. “Que un espacio municipal y público se alquile a esta gente me pareció el colmo de la aberración. Bochorno es poco”, critica la mujer.
Lucía está en un grupo de WhatsApp con otros “sesenta o setenta” padres de chavales cuyos hijos están metidos en IM Academy, muchos de los cuales han dejado sus estudios e incluso la casa familiar. Ante la desesperación, juntos se organizan para tratar de reventar cada acto que convoca este grupo. “Según la Policía, es en esos actos donde más captan a gente nueva y refuerzan a los que ya están dentro”, cuenta Lucía Rodríguez.
En IM Academy supuestamente enseñan a los chicos a invertir y les prometen una vida de éxito y pocas preocupaciones por una formación de unos 150 euros al mes, que puede resultarles gratuita si traen a más suscriptores. El dinero de la red no viene tanto de las criptomonedas, sino de la captación de más chavales que van pagando su cuota, atrayendo a más gente y alimentando la cúspide de la pirámide.
Los captan en parques e institutos y los afianzan en eventos
Los ‘padres y madres coraje’ que denunciaron estas prácticas han pasado ahora a la acción para parar los pies a esta gente y tratar de sacar a sus hijos de la red. Escriben a los ayuntamientos, a los hoteles donde IM Academy celebra las reuniones, a las marcas que los promocionan o a quien haga falta para frenarlos. “Dentro de lo pequeños que nos sentimos, pedimos a los locales que no acojan esos eventos por un motivo puramente ético y de responsabilidad social”, explica Lucía Rodríguez. “Algunas veces tenemos éxito y otras no”.
Lucía cuenta que hace unas semanas vino a Madrid Alex Morton, “uno de los gurús” del grupo, y las familias afectadas lograron que el hotel Meliá de Plaza de Castilla no acogiera el evento. “Pero después se fueron al hotel Intercontinental, y ahí no lo conseguimos”, lamenta. Así que escribieron opiniones negativas en TripAdvisor “diciendo que nos parecía lamentable”. “El tipo este reunió a unos doscientos chavales y a cada uno le cobró 20 euros. Con 4.000 euros que sacó, supongo que le dio para pagar mil por el local y embolsarse él otros 3.000”, calcula la madre.
A estas alturas, Lucía se siente desbordada, por la situación de su hijo, de 16 años, y por lo rápido que se ha sucedido todo. Cuenta que fue hace sólo tres meses cuando “unos chicos” pararon al joven en un parque al volver del instituto. “Empezaron a hablarle del tema de las inversiones y a él, que siempre le habían gustado los temas de economía y tenía pensado estudiar algo relacionado, le pareció interesante. A partir de ahí, le invitaron a un evento en un hotel para que tuviera más información. Así fue entrando. Es superrápido”, advierte la madre.
La información difundida por la Policía Nacional a finales de marzo describe este modus operandi. “Captaban a sus víctimas tanto abordándolos en parques públicos como a través de eventos presenciales organizados en hoteles y llegaban a utilizar técnicas de persuasión propias de organizaciones sectarias”, señala la Policía. El gancho de IM Academy para atraer a los adolescentes es venderles que con su formación y sus inversiones podrán disfrutar de una “vida repleta de lujos”.
“Les lavan el cerebro”: así los alejan de familia y estudios
El hijo de Lucía se apuntó a los cursos de la academia, y desde entonces “todas las tardes se reunía con otros miembros a hacer lo que ellos llaman desarrollo personal, que en realidad es un lavado de cerebro”, sostiene la madre. “Ahí les dicen cosas del tipo: ‘Habrá mucha gente que no te entienda, tienes que alejarte de esa gente que te desvía de tus objetivos, el éxito está al alcance de tu mano pero te tienes que concentrar en ello, tienes que abandonar tus estudios porque te distraen de IM Academy’”, relata.
El marido de Lucía fue “el primero que dijo la palabra secta”. Su hijo “empezó a llegar cada día más tarde de estas reuniones y decía cosas como ‘el colegio no sirve para nada, la educación que te dan hoy está anticuada y no te prepara para el mundo de hoy’, ‘vosotros en realidad sois unos fracasados, trabajáis vendiendo vuestro tiempo a cambio de dinero’”, cuenta la madre.
A las “dos o tres semanas”, el chaval repetía “unos mensajes que ya sonaban muy extraños”, dice. “Empezamos a hacer una búsqueda más profunda de lo que era IM Academy en internet y ya vimos el pastel. Pero para entonces ya era tarde”, lamenta la mujer. A su hijo lo convencieron, hasta el punto de que dejó el instituto y la casa familiar hace aproximadamente un mes y medio.
“Dijo que por fin había visto su camino y todo se fue a la porra”
La historia de Ángela García difiere poco de esta. Su hijo, de 18 años, se fue a estudiar un Grado Superior a Sevilla después de terminar Bachillerato. “Siempre ha tenido claro que quería estudiar, nunca ha dado problemas”, asegura la mujer. Fue en Sevilla donde lo captaron.
Un día, el chico les dijo a sus padres que “por fin había encontrado su vocación, que hasta ahora había estado perdiendo el tiempo, que iba a dejar todo, los estudios y todo, que lo tenía muy claro, que por fin había visto su camino, que era IM Academy”, relata Ángela. “Se metió y ahí se fue todo a la porra”.
La familia llevaba un tiempo notándolo raro, pero fue el pasado diciembre cuando el chico les comunicó que no se iba a reincorporar a sus estudios después de las vacaciones de Navidad. Volvió a Sevilla, pero para meterse de lleno en IM Academy. Ahora sólo llama a sus padres “para pedirnos cosas, cuando necesita algo”.
Últimamente están “un poco más en contacto” porque el chico ha cogido sarna y está “un poco acojonado”, dice su madre. “Le hemos ofrecido que venga a casa a tratarse bien, pero ahora mismo no quiere. Así que le hemos pagado un dermatólogo en Sevilla para que vaya”, cuenta. La mujer afirma que cogió la enfermedad en el macroevento de Barcelona del 9 de abril. “Es terrible, se contagiaron un montón”, dice.
En casa de Ángela están “desesperados”. “Te parecerá muy heavy, pero a ver si se pone muy malito y tiene que venir a casa, mientras no le pase nada”, pide la madre, que enseguida se disculpa por no saber “ni lo que digo ni lo que hago”. “Me estoy dejando la piel, pero veo que esto no sirve para llegar a los adolescentes”, lamenta.
“IM Academy sigue abierto y los detenidos, en sus casas”
La desesperación de estos padres es casi mayor después de que la Policía detuviera en marzo a ocho cabecillas de IM Academy, que ahora están en libertad provisional. “No ha habido ningún cambio, y eso te deja muy desarmado delante de tus propios hijos”, cuenta Lucía Rodríguez. “Cuando salió lo de la operación policial, dije: por fin, seguro que mi hijo, que lleva poco tiempo, abre los ojos. Pero no. Él me decía: ‘Pero si sigue abierto IM Academy’, si los detenidos siguen en sus casas’. Y tiene razón”.
Lucía ha impulsado una petición en Change.org solicitando al Ministerio de Justicia que prohíba la actividad de esta ‘academia de trading’. También han escrito al Defensor del Pueblo y al Defensor del Menor, sin éxito por el momento.
“No entendemos cómo esto sigue abierto, con todo lo que está saliendo”, se queja Ángela. “¿Cómo es posible que no se haga nada? Todo esto te desmoraliza”.
“Como una epidemia”
Tanto Ángela como Lucía cuentan con el apoyo y la ayuda legal y psicológica del Observatorio Español sobre Derivas Sectarias (RedUNE). Juantxo Domínguez, presidente de RedUNE, explica que llevan un año y medio siguiendo la pista a IM Academy, desde que el youtuber Carles Tamayo y un colegio de Granada se pusieron en contacto con ellos expresándoles su preocupación por la deserción escolar de varios chavales tras haber sido captados.
“Empezamos a investigar y vimos que a través de Instagram les conectaban desde una supuesta academia y les instruían sobre cómo hacer inversiones de dinero y de productos financieros y cómo, al final, iban dejando su casa, sus amistades, el colegio… y se unían a otros chicos y chicas para ir ampliando el espectro de forma piramidal”, relata Domínguez. El experto apunta que “hay focos de esta red en toda España, pero también en Latinoamérica y en Europa”. “El nivel es exagerado –asegura–, como una epidemia”. “La magnitud de lo que hay detrás de todo esto es descomunal, ese sería el titular”, dice.
Fueron precisamente los abogados de RedUNE los que, en marzo de 2021, pusieron una denuncia colectiva contra este grupo junto con las familias afectadas. La Policía investigó y confirmó sus sospechas un año después, pero tanto los padres como los miembros de RedUNE echan en falta repercusiones judiciales reales. “Es menester que haya una tipificación de la persuasión coercitiva en el Código Penal”, reclama Domínguez, que señala que países como Francia son mucho más claros y combativos ante este delito, frente a la ambigüedad con la que se trata en España.
Prácticas de sectas “de la vieja usanza”, pero renovadas
RedUNE lleva casi treinta años investigando a grupos sectarios, y están convencidos de que las prácticas de IM Academy también entran dentro de esta categoría, aunque con técnicas actualizadas. “Vemos una identificación total con el proceder de los grupos sectarios de la vieja usanza: hay una persuasión coercitiva, un adoctrinamiento y un reclutamiento para controlar a la gente”, describe Domínguez. “A través de las redes sociales, y de formas muy sutiles, controlan a las personas: les enseñan cómo captar a otras y les instan a no decir nada a nadie”, explica.
El presidente de RedUNE señala que IM Academy utiliza “el comodín clásico de todo grupo sectario”: “Les dicen a los chavales que lo primero que tienen que hacer es alejarse de las familias, de sus círculos más íntimos, porque así concentrarán toda su mente, su energía y su saber en el grupo”, relata. “Es lo de siempre, pero de forma muy controlada”.
Cuando en eventos como el de Barcelona los medios preguntan a los asistentes qué hacen allí, los chavales se envalentonan diciendo que han acudido libremente, que nadie los ha obligado. “Está claro que has entrado libremente, nadie te ha puesto una pistola, porque si te la hubiesen puesto quizás habrías sospechado”, replica Domínguez. “Todo es mucho más sutil, paso a paso, como entrar en un túnel. No tienes la perspectiva de la distancia, no sabes dónde acaba”, compara.
Una vez están dentro, los chicos reciben “un bombardeo de reconocimiento, de elogios y aplausos… y el ego personal les sube como la espuma”, dice Domínguez. “El grupo se convierte en su vida y ya no son capaces de salir aunque quieran, porque fuera no tienen nada. Las actitudes internas son totalmente sectarias, de un control férreo”, asegura.
Asociado a esto, está el rechazo de los chavales hacia sus propias familias, que no les entienden y actúan como obstáculos para perseguir su sueño. Si Ángela y Lucía no dan sus verdaderos nombres es por petición de los psicólogos, para evitar que sus hijos sepan que denuncian su caso ante los medios.
“Cuanto más criticamos a la secta, más perdemos a nuestros hijos y más los arrojamos a la secta”, dice Lucía. “Ellos interpretan cualquier crítica a la secta como un ataque personal. Si mi hijo sabe que estoy diciéndote esto a ti, le voy a perder más. Y no me lo puedo permitir”.