Criptomonedas: entre los buenos proyectos e hinchar el 'criptopavo'
Abogados y expertos en 'blockchain' advierten sobre figuras como la de Mani Thawani y otros gurús, al tiempo que señalan las luces y las sombras del mundo de las criptodivisas.
La ruleta de la suerte nunca cae en quiebra para Mani Thawani, a pesar de que Jorge Fernández, Cristina Pedroche y Pablo Chiapella hayan decidido no participar en el evento que su empresa, MundoCrypto (asentada en Dubái), celebrará este sábado en el WiZink Center de Madrid. ¿La razón? La advertencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Para el organismo regulador, la empresa de Thawani no está autorizada para dar consejos sobre inversión, ni para captar fondos. El Huffpost ha consultado con expertos, abogados especializados, cryptostreamers y gurús (consultores) sobre las prácticas de Thawani. Agárrense, resistan la tentación y vigilen sus carteras.
La rueda de prensa
Este jueves, durante la rueda de prensa para presentar el evento en el centro de Madrid, un buen puñado de periodistas estaban listos para intentar ponerlo contra las cuerdas. Thawani se limita a decir que él no aconseja sobre dónde invertir, sino que su empresa se dedica a la formación en blockchain, nuevas tecnologías y criptoactivos. Aviso a navegantes y a la CNMV.
Tras una breve exposición del evento del sábado, donde la palabra “disruptivo” estaba por doquier, empezaban las preguntas y Thawani entraba al ring. Primera cuestión: CNMV. La primera en la frente. La respuesta llegaba con un gesto torcido: “No te lo voy a negar, estamos dolidos, que [los reguladores de la CNMV] vengan contra nosotros cuando deberíamos ser su brazo derecho...”, dice Thawani mientras busca amigos en la trinchera de enfrente.
Segunda pregunta: ”¿Qué riesgos se corren al invertir en criptodivisas?”. Titubeo. “Quizás yo no sería el más indicado para hablar sobre los riesgos”, sostiene el CEO de una empresa que se supone que enseña la manera de invertir y advierte sobre los riesgos de las criptomonedas.
“Dicen que no dan consejos financieros, pero dan formaciones sobre cómo invertir”, rifirrafe. ”¿Cuánto cuestan los cursos? Entre 50 y 3.000 euros, aunque cambiará con el nuevo proyecto que estamos creando [y que anunciaremos el sábado]”...
A excepción de las caricias de un supuesto periodista que le elogió el marketing que había conseguido con la CNMV para llenar el evento del sábado, los dardos volaron a pares. Thawani demostró la misma agilidad de baile que Mohammad Alí usaba en el cuadrilátero para que los guantes del contrario ni le rozaran.
El blockchain en cuatro párrafos
Las transacciones con criptomonedas se hacen a través de un sistema de operaciones descentralizado llamado blockchain. ¿Qué significa esto? Que todo queda registrado en una gran base de datos que aprueban todos los usuarios de la misma, de ahí la descentralización. No hay reguladores intermedios.
Alejandro San Nicolás Medina es profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y experto en blockchain. “Se traduce en que si yo te doy dinero a ti y tú me dices: ‘no, echa para atrás la operación’, es imposible porque toda la blockchain ha aprobado esa operación, está grabada. Es como si pones un ladrillo y le pones otro encima y entonces quieres quitar el primero que pusiste. No puedes”.
Otro ejemplo sería grabar un mensaje en la blockchain: “2+2=4”. La operación queda resuelta y aprobada por todos los usuarios. En el mundo centralizado son los bancos y reguladores los que marca la pauta: “2+2=4″, porque así está reglado y punto.
La diferencia radica en que ni los bancos ni los Estados pueden intervenir directamente en lo que ocurre en la blockchain, porque es un sistema que no contempla una entidad reguladora. Esto ha dado pie a todo tipo de prácticas que a simple vista parecen revolucionarias y en realidad son un delito fiscal de tomo y lomo. En unos párrafos volveremos a esta cuestión.
Consejo a primerizos: “evitar figuras como Mani Thawani”
Iván García se dedica al marketing y a la estrategia SEO para empresas como Inditex o Vocento, le apasiona la tecnología y, al igual que supuestamente Thawani, tiene vocación de divulgador. Pero él no vende cursos.
Su nombre en Twitter es Crypto & NFT Crew, tiene más de 77.500 seguidores y un canal de Twitch desde el que se conecta en directo para comentar la evolución de algunos tokens (activos digitales como las criptomonedas).
“El canal empezó siendo un canal de SEO y tecnología. Pero mucha gente empezó a preguntarme sobre blockchain y criptomonedas y ahí acabé”, cuenta en conversación telefónica con El Huffpost.
Su trayectoria tiene mucho de “autoaprendizaje”, asegura, por eso siempre ha sido “una persona divulgadora de todo el conocimiento” que ha podido adquirir. Cuando se le pregunta por Thawani es claro, aunque afirma que tampoco quiere “criticar” a nadie: “Vengo del mundo del marketing y me parece un vendehumos″.
¿Y un consejo para aquellos que quieran empezar en el mundo cripto?: “Les diría que, para empezar, nunca invirtieran nada que no estén dispuestos a perder y que evitaran figuras como Mani Thawani”. No hay nada en los cursos que oferta MundoCrypto que no se pueda aprender gratis en internet, asegura García.
Hinchar el ‘criptopavo’
Fernando Navas Cusí es abogado y se encarga del departamento de nuevas tecnologías y financiero del bufete Navas et Cusí, especializado en criptomonedas. Este tipo de eventos, para Navas, forman parte de una estrategia dañina por parte de algunas personas para “hinchar el pavo” de las criptomonedas. “Gran parte de sus ingresos vienen de estos eventos, es como los músicos, son sus conciertos”, sostiene Navas.
A su despacho llegan las reclamaciones de gente que ha perdido “muchísimo” dinero con inversiones en criptodivisas. Personas que vieron las promociones de Mani Thawani y demás gurús del mundo de las criptodivisas y que pensaron “si estos pueden ¿por qué yo no?”, apunta el jurista.
La instalación del pensamiento de que el éxito equivale al lujo externo es uno de los problemas para Navas. “Esta gente aparece con un Lamborghini, con un reloj caro, o haciéndose un vídeo en el hall de un hotel y ya está, tienen el éxito”. Y a partir de ahí arrastran a mareas de personas que quieren cambiar su estilo de vida, “trascender”.
Si uno ve los vídeos de Mani Thawani en sus redes sociales puede apreciar justamente lo que expone Navas. Coches de alta cilindrada, entornos lujosos, planos de dron, todo a cámara lenta y con música motivacional. Todo azucarado y muy refinado.
García, el streamer de Twitch, opina igual sobre el mensaje que envían las redes del CEO de MundoCrypto. “Sigue mi estilo de vida y te harás rico’. Yo no encajo con este perfil y creo que engaña al típico chaval que quiere tener ese estilo de vida cuando la realidad no es esa”, comenta García.
Venden más por lo que muestran que por lo que hacen. Navas, que tiene clientes que sacan rendimiento de las criptodivisas, lo ve claro: “Habitualmente el que se hace rico invirtiendo lo que hace es vivir, no se dedica a vender cursos de 500 euros”.
El lado bueno de las criptomonedas...
El problema para Navas, Iván García o Alejandro San Nicolás, es que este tipo de personajes, que proliferan a pares en el mundillo de las criptomonedas, opacan las posibilidades que estos activos digitales tienen para levantar buenos proyectos. Pero primero tiene que existir eso mismo, una base sólida y clara.
Lo principal es que tenga un valor subyacente detrás, que se apoye en algo real, no solo en la pura especulación, explica Navas. “Imagínate que quieres hacer una película, podrías montar un proyecto bien armado, con un plan de negocio, emitir criptomonedas y que la gente te las comprara. Después haces la película y les das la rentabilidad que les hayas prometido en base a tu plan de inversión”.
Un práctica común es la creación de recompensas. “Por ejemplo, puedes estipular que cada mil monedas, podrán ir a un pase privado del film en su ciudad”, apunta Navas. La blockchain, además, al ser global y no centralizada, permite que en la hipotética película puedan invertir personas desde Laponia a Sudáfrica sin ninguna barrera.
Más allá de ejemplos ideales, podría hablarse de ‘Bull Run’, una película de verdad que se financió a través de tokens. Alejandro San Nicolás conoce bien el proyecto. “Se hizo un documento de inversión, se dijo cuánto era el gasto de la película y cuánto eran los ingresos estimados. La diferencia se dijo que beneficiaría a los inversores, se abrió la inversión y en 24 horas se cubrió todo″, explica San Nicolás. ‘Bull Run’ se encuentra actualmente en la última fase, la posproducción.
Para Navas, la advertencia de la CNMV contra Thawani es “lo mejor que podía pasar”. “Esta gente hace daño a la sociedad y al proyecto de desarrollo de la blockchain y las criptodivisas en general”. Que Mani Thawani no impida ver el bosque.
... y el peligro de “robar hasta que te cojan”
Hay consejos oscuros alrededor del mundo cripto y pueden albergar horrores judiciales si se toman a la ligera. Luis accede a que su apellido salga en este reportaje abreviado como M. (Como aquel personaje anónimo que aparece en los papeles de Bárcenas). Tampoco se arroga ningún cargo concreto, pide que le llamen Luis M. de CryptoSpain, su empresa.
Desde sus redes sociales se puede llegar a una web al estilo Linktree que da acceso a su página oficial. Esa especie de Linktree tiene una particularidad, un dominio ‘.ai’, que en su momento estuvo muy cotizado por las empresas tecnológicas por ser las siglas de Artificial Inteligence (Inteligencia Artificial en inglés).
Pero nada que ver con eso. Es el dominio de Anguila, un territorio caribeño al norte de las Antillas menores que se encuentra en la lista gris de paraísos fiscales de la Unión Europea. Esto significa que no coopera con los sistemas fiscales de la UE, aunque se ha comprometido a hacerlo. El hecho de tener alojada una web con ese dominio no implica nada en especial, pero está relacionado con la profesión de Luis M. y CryptoSpain.
Desde su organización, Luis M. se encarga de asesorar a particulares, empresas y autónomos para pagar los mínimos impuestos posibles “dentro de la legalidad”, explica en conversación telefónica con El Huffpost. “Gracias a las nuevas estrategias relacionadas con el mundo blockchain, puedas eludir impuestos desde tu empresa o como autónomo”. Puede hacerse con criptomonedas pero “no solo con ellas”.
Ofrece todos los servicios. La diferencia principal para que no sea un delito, explica, radica en la diferencia entre elusión y evasión, una línea que puede volverse muy difusa.
Con respecto a Mani Thawani, admite que “personalmente no le tiene gran estima”. “Él lo que quiere es vender su marca y su producto para seguir ganando dinero, no deja de ser un comercial, lo que hace es promocionarse a sí mismo, sus productos y servicios”, opina Luis M., que también vende un curso y organiza sus propios eventos multitudinarios.
Por 95 euros ofrece formación para cambiar un domicilio fiscal a Portugal, Rumanía, Malta o Estonia como medio para eludir a la Hacienda española o las instrucciones para derivar fondos a sociedades creadas en otros países para saltarse la fiscalidad española, a la que Luis M. tiene una guerra declarada.
Luis M. asegura que Hacienda no puede acceder a tu cartera de criptomonedas y saber qué tienes gracias a que las carteras, en la blockchain, están encriptadas. Por lo tanto, no hay manera de aplicarles la regulación actual, asegura.
Tiene carisma, se explica bien y parece un plan sin fisuras. Salvo porque para Navas, de Navas y Cusí, y San Nicolás, el experto en blockchain de la VIU, la realidad fiscal y judicial son diametralmente opuestas.
“Si tú cambias tu domicilio fiscal a otro país, para empezar, tienes que vivir en ese país”, comenta Navas. Luis M. lo admite: “Tienes que pasar 183 días en ese país para que España te reconozca ese domicilio como el tuyo”. Pero ni así es una jugada tan sencilla, opina Navas: “Si lo haces, más te vale hacerlo bien y llevarte a toda tu familia, si le dices a Hacienda que vives en Portugal pero tus hijos estudian en Barcelona te va a considerar residente en España”. Acto seguido, toc toc, llegan las temidas cartas de Hacienda.
Y con respecto a siel fisco puede o no rastrear tus operaciones con criptomoneda... Sí, sí puede. “Si tú mañana vas a [la casa de compra de criptodivisas] Binance a comprar, lo primero que te van a pedir es tu teléfono y tu DNI”, explica San Nicolás.
Todas las wallets (carteras de criptomonedas), tienen asociado un mecanismo de verificación llamado Conoce a Tu Cliente (KYC, por sus siglas en inglés), donde están los datos personales de cada cliente. La inmensa mayoría de casas de compra y venta como Binance lo exigen para hacer operaciones con cantidades de capital importantes.
Lo que está descentralizado es la operatividad, pero las puertas de entrada y salida de las criptomonedas al sistema de la blockchain sí están vigiladas. “Ellos saben perfectamente qué wallet es la original y solicitar que les den la información por orden judicial”, explica San Nicolás.
Navas avisa de que la normativa es “lo suficientemente amplia” como para que todo pueda estar englobado en ella. El problema es que el desconocimiento conlleva quebraderos de cabeza: “Así aparecen los problemas. Viene gente con inspecciones fiscales porque se han dejado llevar por el asesoramiento de personas que les dicen que no están sujetos a fiscalidad”. Y concluye el abogado: “Es jugar a robar hasta que te cojan”.
Por otro lado, Navas reflexiona sobre la utilidad de crear todas estas estructuras fiscales para alguien que paga 95 euros por un curso: “Los que compran no tienen patrimonios para permitirse todo esto. Los que les venden eso viven de que les compren una idea de estilo de vida, pero ellos viven de esas ventas, no de que lo que dispensan funcione o no”.
Soñar con una vida mejor es legítimo, pero la vía más rápida a veces puede desembocar en el primer paso de un via crucis judicial o directamente en la ruina. Conviene, ante todo, saber lo que se hace antes de que la Agencia Tributaria nos señale los errores. Ni siquiera Mohammed Alí se libró de morder el polvo alguna vez.