'Crezco Familias', un compromiso con la diversidad familiar
Las personas LGTBI aman, sienten, y tienen el mismo deseo de ser padres que las personas heterosexuales y cisgénero.
Hay proyectos imprescindibles para mejorar la vida de todos. Hay proyectos que hacen del mundo un lugar mejor en el que vivir. Cuando conocí la recién nacida asociación Crezco supe enseguida que sería uno de esos proyectos que transformarían y mejorarían la vida de la gente, en este caso, de las familias LGTBI de Andalucía.
La diversidad familiar es una realidad en nuestras calles, en nuestros barrios. Crezco nace con la firme vocación de defenderla, de protegerla. La diversidad familiar como bandera; las familias homoparentales y homomarentales formadas por adopción, por el método ROPA o por gestación por sustitución: todas las familias caben en esta asociación, que es liberadora y necesaria en forma y fondo.
Crezco es un espacio de seguridad, que en estos tiempos que corren es un bien escaso pero tremendamente necesario. Las familias LGTBI están en el punto de mira de los totalitarismos de todo signo y corriente: la extrema derecha tiene en el punto de mira a toda la diversidad familiar, parte del radfem tiene censuradas a las familias formadas por gestación subrogada, y buena parte del arco parlamentario ejerce un papel de tutor legal sobre la diversidad familiar que nadie le ha pedido. Las familias diversas siempre han estado aquí, a pesar de los intentos de los de siempre por invisibilizarlas, por negarlas. Las personas LGTBI aman, sienten, y tienen el mismo deseo de ser padres que las personas heterosexuales y cisgénero.
Crezco está conformada por gente buena, por activistas entregados y coherentes. Si tuviera que poner en manos de alguien una causa justa, lo haría sin duda en la gente que conforma Crezco. Siempre hablo de la importancia de un activismo responsable, que no se achante ante amenazas, promesas de ascenso político u otras cuestiones espurias. Y en Crezco van sobrados de esta gente comprometida y capaz, que ha venido para dejar el mundo mejor de lo que se lo encontró, sin personalismos, sin reiteradas miradas al ombligo. Admiro profundamente la verdad que desprende este proyecto, y admiro y quiero a la gente que lo conforma.
Cada vez tengo más claro que la virtud más preciada, el acto más noble al que podemos consagrarnos, es al de la bondad. Por eso es importante que los proyectos tengan una marcada vocación y un firme compromiso con la bondad, con hacer sociedades más nobles, más justas. Con hacer mejores y más buenos ciudadanos. Y Crezco nace con este noble objetivo. Las familias homoparentales de Andalucía tienen mucha suerte de contar con Crezco en su tejido asociativo. También en la Región de Murcia tienen suerte con ASFAGALEM, y en otras comunidades con Galehi, Galesh, Families LGTBI, Chrysallis (familias de menores trans), y un largo etcétera. Es alentador tener a tanta gente capaz trabajando en el noble camino de hacer sociedades más justas e igualitarias.
Gracias Crezco Familias por nacer, por existir. Sois necesarios y capaces. Todo mi cariño, afecto y apoyo.