Cosas de la tele que espero con ilusión... y cosas que no (parte 1)
Mi amigo Mikel López Iturriaga me ha dicho, con recelo, que soy unaearly adopters (concepto maravilloso con el que me voy a hacer camisetas), así que voy a empezar el año desmontando dos tópicos televisivos.
- La gente ya no ve la tele generalista. Mentira: El consumo promedio diario de televisión en 2018 ha sido de 234 minutos por persona y día, casi cuatro horas frente a la pantalla...
- Y los que menos, los niños y los jóvenes. Mentira también: los niños dedican más de dos horas a la televisión tradicional; los jóvenes cerca de dos horas; y los adultos jóvenes rozan las tres horas diarias.
Y añadiendo dos novedades:
- El consumo de la tele de pago crece: de cada 4 minutos que se dedica a ver la tele, uno se realiza en esa modalidad.
- Uno de cada tres hogares conectados a Internet usan plataformas de pago para ver contenidos audiovisuales online. Movistar Plus lo tienen 2.200.000 hogares y Netflix 2.052.000. En total hay siete millones de españoles con tele de pago, lo que da una audiencia potencial de 18 millones.
Dicho todo esto (que no lo digo yo, claro, lo dice un sesudo informe de Barlovento Comunicación) y puesto que tenemos claro que los contenidos audiovisuales IMPORTAN más que nunca, pregunto: ¿va a pasar algo revolucionario en la tele generalista durante este 2019? ¿Y en el resto? ¿Habrá burbuja de series? ¿Nos encontrarán un día muertos de sobredosis argumental? ¿Qué podemos esperar televisivamente hablando de este año que arranca? ¿Algo que nos deje descolocados? ¿Un reality con gente que AÚN no haya ido a ningún concurso/talent de cocina, de baile, de frikismo, de 'usted qué sabe hacer? Veamos...
Lo que me gustaría que pasara en la tele este año:
1. REIRME con una comedia de producción propia. Ojalá lo consiga la serie de Mediaset, Las señoras del (h)ampa. Quiero pensar que va a ser DISTINTA y ácida de verdad. Sí, en Telecinco, entre GH VIP y GH Duo. Por cierto, Tele 5 ha sido líder de audiencia por séptimo año consecutivo: 14,1% de share. Y Mujeres, hombres y viceversa tiene dos nuevos tronistas, que nos darán las claves de la actualidad de la mano de Toñi Moreno.
2. Una buena segunda temporada de La otra mirada, de TVE. Historias solventes de mujeres pioneras en lo suyo, interpretadas por mujeres. Historias bien escritas, creíbles. En la tele pública. Sin que la audiencia lo condicione todo. Y si se puede mejorar el programa documental que iba después, mejor que mejor. Compañeros de Boomerang, hacedme una oferta y os lo dirijo.
3. Más producciones de solera como Roma, de Netflix. Televisiones del mundo mundial: llamad a creadores como Cuarón y pedidles ficciones conmovedoras, por favor. Y si es posible, que no vayan cargadas de testosterona. Repetid conmigo: se puede ser sentimental sin ser cursi.
4. Más programas como Canciones que cambiaron el mundo, de Movistar Plus. Gente que sabe de lo que habla, que canta bien, músicos que aman lo que llevan entre manos y que no han de ser necesariamente reconocibles por el gran público. Esa gente, a la tele, a contar la música de todos los tiempos. A tocar, a hacer versiones, a envolvernos con buenas historias relacionadas con las canciones míticas. Más música en general: mas La Hora Musa, más Cachitos, más actuaciones gloriosas en directo, como esta de Late motiv, con el pedazo de banda de Buenafuente y una grandiosa Leonor Watling.
5. Más Fariña, es decir, más series con nombres y apellidos sobre TEMAZOS REALES. No, no estoy hablando del nuevo biopic sobre Isabel Pantoja (autorizado por ella, OMG!), que no llegará hasta el 2020. Estoy hablando de una serie como Trust, sobre el emporio americano de los Getty y el sonado secuestro del nieto del magnate del petróleo:
6. Una tele pública crecida, con más momentazos Rosa María Mateo, que dé un puñetazo encima de la mesa una y otra vez y se deje de chorradas y de medias tintas. Con un objetivo claro: el servicio público, que no tiene por qué ser aburrido.
Que arriesgue en la ficción, (TVE no le tiene que rendir cuentas a nadie salvo al ciudadano) con series distintas, como esta de la BBC, A very english scandal. Recoge en tres capítulos (es una miniserie) un momento turbio de la política y la sociedad inglesa. Cuenta la historia real del primer político británico que fue procesado por intento de homicidio. Los tres episodios los dirige Stephen Frears, por cierto. Y muchos de los que salen en esa ficción están VIVOS aún. Como los de The Crown, por otra parte. La BBC, repito.
Y en fin, por resumir, hago mía esta frase de mi colega de Alberto Rey, "quiero que por una vez una serie en abierto me ESCANDALICE. Como sea. Con lo que sea. ALGO".
Mañana, aquí, 'Lo que NO espero de la tele este año'.
Síguenos también en el Facebook de El HuffPost Blogs