Conservadores y socialistas se hunden por debajo del 5% y certifican el fin del bipartidismo en Francia
Noche de horror para los dos partidos tradicionales franceses.
Noche de horror para los dos partidos tradicionales franceses. El partido Los Republicanos habría obtenido este domingo su peor resultado histórico, con apenas el 4,8% de los votos, mientras el Partido Socialista habría recibido tan solo un 1,7% de los sufragios. Son datos esperpénticos para ambas formaciones que, además, les deja en una situación económica complicada: en Francia aquellos partidos que no superan el 5% de los votos no recuperan el dinero invertido en campaña.
“Asumo mi responsabilidad en este fracaso”, ha dicho la candidata de Los Republicanos, Valérie Pécresse, en su primer discurso tras el cierre de urnas. Pécresse ha manifestado que “pese a sus grandes diferencias” votará a Macron el próximo 24 de abril, y ha pedido a sus electores que sopesen “las consecuencias potencialmente desastrosas” de cualquier decisión diferente a la suya. Pécresse ha manifestado su preocupación porque “la extrema derecha nunca había estado tan cerca de ganar” y ha calificado a Le Pen como “cercana” al presidente ruso, Vladímir Putin.
Por su parte, Hidalgo ha aceptado su derrota y ha pedido a los franceses a votar en la segunda ronda “contra la extrema derecha de Marine Le Pen”. Un mensaje en la línea del lanzado por el ecologista Yannick Jadot y el comunista Fabien Roussel que han manifestado que apoyarán a Macron para bloquear a la extrema derecha.
“Sé que estáis decepcionados”, ha reconocido la alcaldesa de París, tras conseguir unos resultados incluso peores de los que obtuvo el pretendiente socialista en 2017, Benoît Hamon, que con un 6,36% había tenido el peor resultado de la historia de la formación.
Afirmó que después de esta primera vuelta aparece “una Francia dividida y con múltiples fracturas, con una extrema derecha en las puertas del poder” y por eso su llamamiento para evitar la victoria de Le Pen.
Insistió en que apoyar el 24 de abril a Macron es un acto “de responsabilidad” que no borra en nada la urgencia de trabajar por el clima y por la justicia social, dos políticas en las que ha sido muy crítica con las realizaciones del presidente durante su mandato.
Por eso dijo que, una vez terminada la elección presidencial, habrá que trabajar para que la izquierda se una de cara a los comicios legislativos que se celebrarán en junio y para el futuro.