España consigue que la UE le permita adoptar medidas particulares contra el alza de precios de la energía
Pedro Sánchez, que llegó a paralizar la tensa reunión, logra su objetivo y consigue un trato especial para "la isla energética" que forma con Portugal.
Se antojaba difícil, llegó a parecer prácticamente imposible y, de golpe, la luz se hizo. El Consejo Europeo ha terminado después de nueve horas y media de controversias y debates con una solución colectiva al problema del alza de los precios de la energía. Y España ha logrado su objetivo, trabajado desde hace tiempo, de poder tomar medidas singulares con las que hacer frente a su posición desfavorable de ‘isla energética’ junto a Portugal.
Con una indisimulada sonrisa, Pedro Sánchez ha sido tajante: “Hemos cumplido el objetivo que nos habíamos marcado”. Más en detalle, ha aclarado que se trata de “un acuerdo muy beneficioso para la Península Ibérica porque por fin se reconoce la singularidad de España y Portugal en su relación energética con la UE”.
Desde hoy mismo y con la vista puesta en la Comisión Europea
“A partir de hoy podremos tomar medidas excepcionales acotadas en el tiempo para reducir los precios de la electricidad a nuestros consumidores e industria”, ha explicado Sánchez. Estas medidas serán presentadas a la Comisión Europea a lo largo de la próxima semana.
La institución se ha comprometido ya a confirmar de forma urgente que se ajustan al derecho europeo y que tendrá en cuenta las condiciones especiales de España y Portugal.
Bajo la premisa de que “hay que bajar los precios y hacerlo a nivel europeo”, el jefe del Ejecutivo ha querido aclarar lo que este acuerdo ‘temporal’ no supone, respondiendo a los recelos iniciales surgidos entre algunos socios como Alemania.
“No supone subvencionar al gas ni distorsiona los incentivos marcados por las energías renovables ni distorsiona los flujos de electricidad entre países, no distorsiona el mercado europeo ni supone riesgo alguno pero que nos va a permitir rebajar nuestros precios”, ha remarcado. En un tuit posterior, resumía el éxito como “un mensaje de unidad: europea e ibérica”.
A su intervención, junto al presidente portugués Antonio Costa, con quien ha exhibido una conexión total, le ha precedido la de Ursula Von der Leyen. La presidenta de la Comisión, que ha apoyado la propuesta ibérica, ha reconocido que su territorio tiene “muy pocas interconexiones”. “Es por ello que hemos acordado un tratamiento especial para que pueda lidiar con esta situación y gestionar los precios de la electricidad como hemos acordado”.
Los apoyos, que tardaron en llegar, se han hecho visibles en la ronda de comparecencias de los líderes europeos. Para Olaf Scholz, renuente en un primer momento, es “lógico” que haya una independencia temporal para fijar los precios de la electricidad. Emmanuel Macron, por su parte, ha dejado claro que “es importante aplicar un techo que nos permita controlar el precio de la electricidad y tener una formula que sea mucho más estable”. “Con los mecanismos que tenemos hoy los precios se disparan y el consumidor lo paga caro”.
Primeras reacciones
Nada más conocer la conclusión del Consejo Europeo, autoridades políticas han empezado a expresarse aplaudiendo el esfuerzo hecho desde España. Así lo ha calificado, por ejemplo, Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda ha publicado que “el esfuerzo conjunto de España y Portugal ha logrado que la UE reconozca la singularidad del mercado energético ibérico”.
También la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que manda un mensaje para todos aquellos que decían que “era imposible”. “Cuando el presidente negocia en Europa, todos los españoles salimos ganando”, ha compartido. Otra ministra, Ione Belarra, se ha sumado al aplauso agradeciendo el esfuerzo de Sánchez. “Nuestro país necesita medidas valientes y ambiciosas para bajar la factura de la luz a costa de los beneficios millonarios de las empresas energéticas”, ha publicado.
Pero no solo las reacciones han llegado desde el seno de Gobierno. Por su parte, Íñigo Errejón, ha señalado que “ahora al Gobierno no le puede temblar el pulso: fijar precios máximos y que los que más ganaron con el abuso contribuyan más ahora”.
El enfado de Sánchez antes del acuerdo final
Pero el camino hasta la meta fue de todo menos fácil. De las buenas caras y la posición común contra la invasión rusa en la sesión del jueves, formulada en un decálogo de intenciones, se pasó a una política de frentes desde primera hora de este viernes.
El bando encabezado por Alemania y Países Bajos se enfrentó a la solicitud de medidas particulares capitaneado por España (con el apoyo de Italia, Portugal y Grecia, entre otros). El plan de Pedro Sánchez defendía medidas para desligar el precio del gas del de la luz y favorecer así a los mercados más tocados por esta crisis, los de la Península Ibérica, que él mismo calificó de “isla energética” por sus casi nulas interconexiones con el resto de la UE en este campo.
La situación se enconó hasta límites. A primera hora de la tarde el propio Sánchez anunciaba a sus pares que salía de la reunión unos minutos “a airarse”, lo que provocó un parón técnico. No fue el único receso de una sesión que llegó a antojarse interminable, pero finalmente imperó el constante carácter de “unidad” del que ahora más que nunca hace gala la UE.