Colapso del ecosistema y extinción de especies: el Mediterráneo también sufre la ola de calor
La temperatura del mar Mediterráneo ha subido entre 3 y 6 grados por encima de lo habitual. Las consecuencias ya son visibles, y pueden ir a peor.
El divulgador científico Fernando Valladares ha alertado este martes de posibles “colapsos parciales del ecosistema marino”, extinción de especies y “una crisis de productividad y de biodiversidad” en el Mediterráneo oriental debido a las altas temperaturas que se están registrando en este mar.
Valladares, que ha participado en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha explicado que en el Mediterráneo oriental se están registrando unas “temperaturas sostenidas” de entre tres y cuatro grados por encima de la media normal.
Según datos de Greenpeace, el Mediterráneo alcanza estos días los 30ºC, en lo que estiman una subida de 6ºC sobre su temperatura habitual, “como si fuera el Caribe”. Tal y como advierten los expertos, este calentamiento tendrá “un impacto devastador en los ecosistemas marinos”, podrá provocar lluvias torrenciales y las famosas gotas frías y, al mismo tiempo, retroalimenta las olas de calor en tierra. “Los océanos absorben y acumulan el calor, la vida marina que habita en ellos se encarga de capturar el carbono en la superficie y almacenarlo a gran profundidad, sin lo cual nuestra atmósfera contendría un 50% más de dióxido de carbono y la temperatura del planeta sería tan alta que se volvería inhabitable”, explican.
Estas temperaturas, unidas al termoclima de este mar en el período estival, están generando, según Valladares, una “crisis bioquímica”, ya que el calor genera “mucha descomposición de materia orgánica”. La descomposición, ha explicado el divulgador, provoca una reacción en cascada que va a llevar a una “crisis del ecosistema” y a “la extinción local de muchas especies”.
“Se han sobrepasado valores históricos en la temperatura del agua y se han mantenido durante tanto tiempo que podemos hablar de colapsos parciales del ecosistema marino”, ha lamentado Valladares, quien ha vaticinado que en las próximas semanas habrá “una crisis de productividad y de biodiversidad en el ecosistema marino” de esa zona del Mediterráneo, que afecta a Baleares, el norte de África y el Levante español.
Greenpeace, por su parte, advierte de que “las consecuencias de este aumento de temperaturas ya son letales para la vida marina”. “El oxígeno está disminuyendo en los fondos marinos, obligando a peces y tiburones a pasar cada vez más tiempo cerca de la superficie y haciéndolos más vulnerables a la pesca”, señalan. Otras especies, como las ballenas, se ven obligadas a cambiar sus rutas y períodos de migración en busca de alimento.
Asimismo, las praderas de posidonia —consideradas “la joya del Mediterráneo” porque almacenan 20 veces más CO2 que los bosques terrestres— ven “aumentar su mortalidad exponencialmente, al igual que el plancton”. Por otro lado, el aumento de las temperaturas es un ingrediente extra para que las plagas de medusas sean más frecuentes en las playas, apuntan desde la organización.
Una “alianza” social frente al cambio climático
En declaraciones a los periodistas, Fernando Valladares ha pedido que los medios de comunicación y los científicos formen una “alianza” para canalizar la preocupación social del cambio climático.
En este sentido, ha alertado que “ante desafíos como el cambio climático, no caben las divisiones ni visión política cortoplacista o ideológica que no tenga el aval científico” y ha pedido que no se hagan declaraciones políticas “por el hecho de provocar, incendiar o enfrentar”.
“Se comete una seria irresponsabilidad ante la cual los medios, la sociedad y los científicos debemos tener tolerancia cero y no permitir ni un solo titular por divertido, llamativo o provocador que sea, que no se apuntale en el conocimiento científico”, ha lamentado.
Valladares, quien forma parte del grupo Rebelión Científica, que el pasado abril lanzó agua tintada contra el Congreso de los Diputados para denunciar “inacción” política contra el cambio climático, ha opinado a preguntas de los periodistas, que las denuncias hacia esas acciones han sido “desproporcionadas”.
Un movimiento de “desobediencia civil”
“Cada vez más científicos nos salimos de la zona de confort”, ha señalado el divulgador, quien ha apuntado a que este movimiento de “desobediencia civil” está orientado a “que se cambie la mirada” para centrarla “en el origen del problema” del cambio climático.
“El fondo es la reducción de emisiones, no hay más tutía, no se pueden sortear esas evidencias científicas”, ha subrayado Valladares, quien ha criticado las últimas medidas de la UE para afrontar la crisis energética.
“La UE ha dado tres pasos de vergüenza”, ha dicho el científico, en alusión a la declaración de la energía nuclear y gas como energías verdes, o la relajación de la contabilidad de emisiones.
“Es un claro retroceso que desde luego invalida a Europa como un continente verde. No tiene de verde ya nada”, ha afeado el divulgador, quien ha pedido “no dar marcha atrás” en la transición ecológica frente a las dificultades económicas.
Respecto a priorizar la lucha contra el cambio climático, Valladares ha asegurado que “mata a muchas más personas que los conflictos bélicos” y ha considerado que lo que amenaza a la humanidad “no es la tensión geopolítica”, que según ha indicado, “viene por el mismo problema que el cambio climático, que es la gestión de la energía y los recursos naturales”.