Confinados más de 200 estudiantes por un brote en dos residencias universitarias de Barcelona
Los alumnos deberán guardar cuarentena hasta el 20 de octubre tras detectarse 60 positivos asintomáticos o con síntomas leves
Más de 200 estudiantes del colegio mayor Penyafort-Montserrat y la residencia Aleu de Barcelona están confinados en sus habitaciones desde el pasado sábado tras detectarse un brote de coronavirus que afecta a unos 60 residentes.
Ante la magnitud del brote, la Agencia de Salud Pública de la Generalitat catalana ha decidido que no es pertinente hacer más rastreos de contactos estrechos y que todos los residentes del colegio deber ser considerados como tales, y por lo tanto guardar cuarentena durante diez días.
La gran mayoría de casos son asintomáticos y solo alguno de los estudiantes ha presentado síntomas leves. La cuarentena, tanto para los residentes que se hayan quedado en los centros o los que la realizan en sus casas, durará hasta el próximo día 20 de octubre. A partir de esa fecha los estudiantes que se hayan ido podrán volver a la residencia si presentan una PCR negativa.
Al margen de los 200 estudiantes que se mantienen en las residencias, un centenar más se encuentran fuera del complejo porque habían vuelto a sus casas a pasar el puente, por lo que deberán cumplir el confinamiento en sus domicilios.
El director de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, reveló en una entrevista a RAC-1 este domingo que el departamento tenía constancia de dos brotes en dos residencias universitarias en Barcelona, aunque evitó concretarlas y si los brotes derivaban de fiestas de estudiantes como ha ocurrido en València.
La directora de los colegios mayores de la UB, de la que depende el Penyafort, Montse Lavado, ha explicado a la ACN que todos los alumnos están bien y que ninguno tenía fiebre este domingo. Solo unos pocos presentan síntomas leves. Lavado ha detallado que cuando se superaron los 50 positivos se dejó de hacer el rastreo porque Salud concluyó que todos los residentes eran contacto estrechos entre ellos y que, por tanto, tenían que confinarse.
Según la directora del centro, los estudiantes están “todos tranquilos” y cuando se les ha emplazado a encerrarse en sus habitaciones han obedecido sin ningún problema. “Todo el mundo está reaccionando de manera muy positiva”, ha agregado Lavado, en referencia tanto el personal, que se ha ofrecido a trabajar este puente, como el rectorado que se ha puesto a disposición del colegio mayor.
Lavado ha señalado que en los colegios mayores como el que ella dirige no se pueden hacer grupos burbuja, como las escuelas, ya que aunque conviven hasta 350 personas cada una de ellas se relaciona con diferentes grupos fuera porque estudian carreras y realizan actividades diferentes, como teatro o deporte, y horas después algunos de ellos coinciden con otros jóvenes en la residencia de nuevo. “Al final todos acaban teniendo contacto con otro grupo”, ha subrayado la directora.