Concha Velasco vive desde hace un mes en una residencia
"Tenemos que dar visibilidad a que no pasa nada por hacerse mayor".
La actriz Concha Velasco, de 82 años, vive desde hace cerca de un mes en una residencia de ancianos ubicada en el centro de Madrid, según ha contado ella misma a Semana y ha confirmado su hijo Manuel a El Español y a ¡Hola!
“Hemos decidido que es lo mejor para mí”, ha declarado la intérprete vallisoletana en la primera publicación, en la que protagoniza la portada de este miércoles.
Tras retirarse de los escenarios, la actriz se trasladó a vivir con su hijo Paco, vecino de rellano de su otro hijo, Manuel, pero cuidar de ella les estaba resultando complicado. “Ella necesita ayuda las 24 horas del día y no queríamos que estuviese sola”, ha señalado este último a ¡Hola!
Según Manuel Velasco, su madre tiene problemas de movilidad debido a que padece artrosis. “Es muy complicado con ella el día a día. Entonces yo estuve investigando centros. Llamé a la Comunidad de Madrid. Fuimos probando con unos Centros de Día y encontré uno muy cerquita de casa donde hacían actividades unos fisioterapeutas para que volviera a andar bien”, ha relatado a El Español.
Empezaron poco a poco, probando durante el día, hasta que empezó a pasar allí las noches. “Decidimos que estaba bien, fuimos llevando cosas suyas. Nos dieron una suite grande”, añade su hijo. En el centro, privado y religioso, Concha Velasco recibe visitas y los cuidados que requiere: “Ha pasado todo el cine español a verla”. La intérprete, que tiene buen ánimo, también sale al teatro como espectadora los domingos. De hecho, su próximo plan es ir a ver Tina Turner.
En palabras de Manuel Velasco, que pide privacidad para su madre, reivindica en El Español que “tenemos que dar visibilidad a que no pasa nada por hacerse mayor. Que, afortunadamente, las estrellas también envejecen. Lo importante es que vivan muchos años con nosotros, pero que vivan bien”.
El adiós a las tablas
La última función de Concha Velasco tuvo lugar en octubre en Logroño tras seis décadas haciendo teatro. Allí recibió una gran ovación. “Estoy verdaderamente emocionada y quiero dar las gracias por esta despedida tan bonita”, afirmó.
“Ha llegado un momento que mis hijos me dijeron que debía dejarlo y al principio no lo comprendí, pero ahora sí lo comprendo”, añadió mientras su propio hijo Manuel trataba de bajarla del escenario.
A modo de legado, dejó unas palabras a los espectadores en favor de la cultura, parafraseando a uno de sus personajes míticos, Santa Teresa de Jesús: “leed y conduciréis, no leáis y seréis conducidos”.