Datos en mano, el Gobierno debería intervenir cinco comunidades hoy mismo (también Madrid)
En septiembre declaró el estado de alarma en Madrid por su situación extrema. Ahora, la emergencia se multiplica.
España enciende todas las alarmas sanitarias. El coronavirus vuelve a dispararse en la tercera ola y amenaza al país de arriba a abajo en casos, incidencia y ocupación de camas hospitalarias. Si las cifras que ofrece el balance diario de Sanidad asustan, van a ser peores en las próximas tres-cuatro semanas, advierten desde el ministerio.
El miércoles se marcó un nuevo récord de contagios con respecto al día anterior. Este jueves, la incidencia ha vuelto a superar ampliamente los 500 casos y va directa a sobrepasar el anterior máximo (529,43), de primeros de noviembre. No son números vacíos; su significado se ve en las UCI, que presentan un aspecto cada vez más saturado. Motivos para preocuparse seriamente; de hecho varias autonomías ya han pedido a Moncloa un confinamiento domiciliario breve pero contundente como remedio de urgencia.
Con las gráficas en la mano, el Gobierno no solo podría decretarlo (aunque necesitaría un nuevo estado de alarma, ya que el actual no concibe esta medida), sino que podría intervenir un buen número de territorios.
Cambio de estrategia desde septiembre
A finales de septiembre, Sanidad aprobó, con el voto favorable de la mayoría de las regiones, un protocolo de intervención en ciudades de más de 100.000 habitantes para casos especialmente graves. El acuerdo alcanzado en el Consejo Interterritorial de Salud marcaba tres parámetros para definir dónde actuar: registrar una incidencia acumulada de 500 o más casos en los últimos 14 días (por 100.000 habitantes), una positividad de infección superior al 10% en las pruebas efectuadas y una ocupación de camas UCI por covid superior al 35%.
Por entonces, el blanco de todas las miradas era Madrid, que quedó controlado por el Ejecutivo central junto a otros ocho municipios de la región bajo un estado de alarma. El instrumento legal decretado por Pedro Sánchez obligaba al cierre perimetral de buena parte de la Comunidad, un episodio que causó fuertes disputas con el gobierno de Díaz Ayuso.
Pero desde aquel momento el Gobierno cambió su estrategia. Sánchez optó por echarse un lado y dejar las medidas en manos de las comunidades dentro de otro estado de alarma, este nacional, aprobado hasta mayo. En las últimas horas desde Moncloa se ha descartado de forma tajante aplicar un confinamiento domiciliario y tampoco ha habido ninguna manifestación en torno a una posible intervención de territorios.
Salvador Illa sigue confiando en lo decretado por cada territorio, como destacó el miércoles, y pide “responsabilidad ciudadana” para cumplir con los requisitos en cada zona.
La realidad frente a lo que marcaba Sanidad
Actualmente, los territorios que superan los indicadores propuestos por el ministerio son cinco: Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, La Rioja y las Islas Baleares. Y hay otro con asterisco, Melilla, que únicamente se ‘salva’ por su menor población (84.689). Todo apunta a que en las próximas horas serán más, por ejemplo Castilla-La Mancha, que ya supera dos de esos tres apartados y roza el de saturación en cuidados intensivos.
Comunidad Valenciana es la región con peores cifras relativas a las UCI, con un 47′54% de ocupación (de acuerdo con Sanidad, que definía como riesgo extremo toda cifra por encima del 35%). Su incidencia está en 667 casos a 14 días (por los 500 que estipulaba el Gobierno) y su tasa de positividad es del 31,83% de todas las pruebas hechas recientemente (cuando se exigía un 10%).
Cataluña, que debate si retrasa o no sus elecciones del 14-F, es la segunda región con mayor congestión de UCI, con un 41,84% a fecha del jueves. En cambio, su tasa de positividad y su media de contagios están casi en el límite de lo marcado por el Ministerio, con un 12,96% y 532, respectivamente.
Madrid presenta una saturación hospitalaria algo menor, 35,98%, cerca del indicador de Sanidad, pero dado su mayor peso poblacional y social, preocupa enormemente desde hace semanas. Su tasa de contagios ya está en 636 y la positividad es superior al 25%.
Poblacionalmente, la cuestión es distinta en los otros dos puntos afectados, aunque las estadísticas son tanto o más preocupantes a nivel sanitario. La Rioja, tercera en UCI llenas con un 40%, tiene la segunda peor incidencia del país, con 719 y un 17,86% de positivos en sus test recientes. Baleares prácticamente iguala la tasa de UCI (39,74%) y baja algo en incidencia (624) y positividad (14,96), muy por encima de los medidores marcados por el Gobierno para intervenir allá por septiembre.