Madrid y los "grandes" de Europa: similar incidencia, pero muchas más muertes
Díaz Ayuso no quería compararse con la Comunidad Valenciana. Era poca cosa. Pero si se mira en el espejo comunitario, tampoco sale tan bien parada.
8 de abril de 2021. Isabel Díaz Ayuso se encara con Pedro Piqueras durante una entrevista. El periodista pregunta a la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección por el PP por los buenos datos de coronavirus cosechados por la Comunitat Valenciana, en comparación con las elevadas cifras de su región, pero la popular se revuelve: ella no se compara con los valencianos, con “capitales de provincia”, sino con “capitales mundiales”.
La mandataria ha abordado su gestión de la pandemia con un triunfalismo rebajado notablemente por los expertos, como si sus decisiones sobre restricciones de movilidad o apertura de la hostelería estuviera salvando como un escudo a los madrileños. No es el caso, tristemente. La estadística dice que, es verdad, la incidencia del virus en la región ha sido similar o incluso más baja que en ciudades como Londres, París, Berlín, Roma o Ámsterdam, pero sí que registra un exceso de muertes mayor. Nada que festejar.
La incidencia acumulada en la semana previa al 20 de abril, la del inicio de la campaña para las elecciones del 4-M, Madrid y su área metropolitana tenía una incidencia de 400 casos por cada 100.00 habitantes, sensiblemente peor que los 229 casos de la media nacional. Son datos oficiales del Ministerio de Sanidad.
Según los datos recopilados por El HuffPost en los departamentos hermanos de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Países Bajos y en el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), la cifra madrileña, pese a ser alta, es parecida o mejor que la del resto de capitales de los países citados: sólo Londres (con 30 casos, y una media nacional de 40), y Berlín (con 150, sobre 160 de media nacional) están mejor. En la región de París la incidencia era de 529 casos (337,5 de media nacional), en Roma de 526,9 (338 nacional) y en Ámsterdam, de 465 (336,7 nacional).
Los casos londinense y berlinés son, además, atípicos. En el primero de los casos hablamos de una población protegida por una campaña fulgurante de vacunación, referente mundial gracias al flujo constante de vacunas fabricadas en su propio territorio y al plan de protección masivo, que ha instalado centros para inyectar hasta en catedrales. En el segundo, las autoridades alemanas han impuesto severas restricciones de movilidad y toques de queda sin esperar a que la incidencia subiera a los 200 casos lo que, a la larga y pese a notables picos, ha impedido situaciones más acuciantes.
Luego está el concepto de positividad, el porcentaje de personas que dan positivo para el virus de entre todas aquellas que se han hecho las pruebas PCR. Hay quien la usa para decir que no es que haya más covid en una zona, sino que se están haciendo más pruebas y por eso salen a la luz más casos. Pero los científicos, en una carta en la que rebatían los logros del Gobierno de la Comunidad, sostenían que en Madrid siempre ha sido más alta de lo debido, más de 5% sobre 100 casos en el momento más bajo, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda entre un 3 y un 5%. Las capitales analizadas están entre el 4,8 de París y el 2,1 de Londres, pasando por los 4 de Roma, los 3,7 de Ámsterdan y los 2,4 de Berlín.
Díaz Ayuso, en aquella entrevista en Telecinco, citó también que el criterio por el que creía que debía equipararse a Madrid con estas enormes urbes es la densidad de población, y efectivamente la de Madrid es similar a la de Londres (5.418 habitantes por kilómetro cuadrado frente a 5.590), y mayor que en Berlín (1.782), Roma (1.244) o Ámsterdam (1.183). Lejos queda París, con 21.358 habitantes por kilómetro cuadrado, una de las capitales y periferias más pobladas del continente.
El mayor problema: las muertes
El problema con Madrid no es sólo que su incidencia esté por encima de muchas otras comunidades españolas (a 23 de abril, sólo la superan País Vasco, Melilla y Navarra), sino que la tasa de mortalidad, excesiva desde el primer muerto, se dispara. Madrid, en ese punto, lidera tristemente la lista de capitales europeas.
Actualmente, se contabilizan 14.871 muertos madrileños por coronavirus (si se atiende a las cifras del Gobierno central; las de la Administración Ayuso suben hasta los 23.623, aunque la aspirante la revalidar la presidencia por el PP no se supiera la cifra, como dejó claro en el debate de Telemadrid). La tasa es de 2.219 muertos por cada millón de habitantes.
No hay comparación de la que salga bien parada con los otros “grandes”: Londres, con 15.408 fallecidos, le sigue con 1.715 muertos por millón. En París y su región, el número de muertos alcanza los 17.064 y la ratio es de 1.397. Roma y el Lazio, región que la engloba, tiene una tasa de 1.179 fallecidos por millón, con 12.723 muertos, mientras que Berlín contabiliza 3.097 fallecidos por coronavirus, lo que supone una tasa de 849 personas por cada millón de habitantes.
La vacunación, tampoco
Otro factor en el que Díaz Ayuso no puede lucir muchos galones es en el de la vacunación contra el Sars Cov 2. Todos los países europeos, los Veintisiete, se han sumado al mismo tipo de contratos de vacunas y esperan los viales al mismo tiempo, con la excepción de Hungría y Eslovaquia, que han ido además por libre a buscar dosis a Rusia.
El Gobierno central ha dispuesto de un sistema de reparto pero, luego, son las comunidades autónomas las que inyectan. En Comunidad de Madrid se ha puesto al menos una dosis de vacuna anticovid al 19,9% de la población, dos puntos por debajo de la media nacional; es la séptima región con peor rango de vacunación.
Mientras, todas las capitales europeas de esta comparativa superan al menos el 20%: París, la más lenta, está ya en un 21,5% de ciudadanos vacunados al menos con una dosis, seguida de Roma, con un 26,1%; Ámsterdam, con un 27%; Berlín, con un 27,37, y Londres, donde rondan un envidiable 60% de protección.
Un factor determinante
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó el pasado 5 de abril una encuesta en la que desvela que no estamos ante una materia más en el programa electoral de los partidos. Más allá de que la campaña haya estallado y ahora el debate se centre en democracia o fascismo, para tres de cada cuatro madrileños la gestión de la pandemia influirá “mucho” o “bastante” a la hora de emitir su voto el 4 de mayo.
Frente a un 43% de madrileños que tacha de “mala” o “muy mala” esa gestión por parte de la Administración Ayuso (PP más Ciudadanos, con apoyos puntuales de Vox), más de un tercio de los encuestados (un 36%) la estima “buena” o “muy buena”. Por eso no es cosa menor, que diría Mariano Rajoy, poner contexto a las declaraciones de campaña.