Esto es lo que tienen que saber las personas que nunca han tenido un orgasmo
Paciencia, disfruta mientras exploras y pruebas cosas nuevas. Recuerda que es un viaje, no una carrera.
Si nunca has tenido un orgasmo, es fácil que pienses que tu cuerpo es defectuoso, pero la realidad es que hay muchas cosas que pueden provocar la incapacidad de llegar al orgasmo y también muchas formas de solucionarlo.
Según Sadie Allison, sexóloga, escritora y fundadora de la tienda de juguetes sexuales TickleKitty, ser anorgásmica puede deberse a “inhibiciones en el dormitorio, creencias culturales o religiosas que dificultan la relajación mental, problemas médicos, ciertos medicamentos, malas experiencias pasadas y problemas en la relación”.
Los traumas del pasado, la sensación subconsciente de vergüenza o miedo, la incomodidad con tu cuerpo, la ansiedad o incluso el simple desconocimiento de tu anatomía también pueden ser factores de anorgasmia.
“Una de las principales razones es la falta de educación sobre la anatomía sexual, la excitación, el placer y el clítoris”, añade Allison. “Desgraciadamente, estas cosas no se enseñan en la escuela. La buena noticia es que se pueden practicar y aprender”.
Pero, ¿cómo aprender y practicar si nunca has tenido un orgasmo? A continuación, Allison y otros terapeutas sexuales comparten sus consejos.
Si nunca has tenido un orgasmo, es importante que entiendas que no estás sola y que no hay nada defectuoso en ti. Se trata de una experiencia frecuente, especialmente para las personas con vulva.
De hecho, los estudios sugieren que aproximadamente el 10% de las mujeres no han tenido nunca un orgasmo, y el 50% no suele experimentar orgasmos durante las relaciones sexuales.
“No estás rota”, afirma Kate Balestrieri, terapeuta sexual y fundadora de Modern Intimacy. “Los orgasmos y el placer pueden ser complejos, tienen múltiples niveles y son imprevisibles, especialmente si tienes menos experiencia de la que te gustaría con los orgasmos. Abstente de juzgarte o avergonzarte a ti misma si aún no has sentido un orgasmo”.
“La mayoría de las personas alcanzan su primer orgasmo con la masturbación y no en pareja”, asegura Keeley Rankin, asesora sexual y de relaciones. “Estar con una nueva pareja supone una dinámica nueva y compleja. Y aunque es sexy y divertido, para la gente que busca un orgasmo, suele ser más estresante”.
En vez de empezar a investigar en pareja, empieza con tu propio cuerpo, por ti misma. Explora qué zonas son tus puntos débiles y ponte cómoda para masturbarte.
“Elige un lugar donde tengas intimidad y ponte cómoda”, aconseja Nazanin Moali, terapeuta sexual y presentadora del podcast Sexology.
Moali recomienda empezar generando excitación psicológica leyendo o escuchando contenido sexualmente explícito o romántico, lo que más te excite.
“Cuando te sientas excitada, te recomiendo que anotes todas las sensaciones de tu cuerpo, de la cabeza a los pies”, dice Moali.
También puedes frotarte aceite de masaje por todo el cuerpo. Respira hondo lentamente para liberar cualquier tensión.
“Empieza tocándote y acariciándote la cara y el cuello y prueba con diferentes tipos de caricias”, aconseja. “El objetivo de las primeras veces es conocer las diferentes sensaciones que te puede dar tu cuerpo. Hazlo simplemente con la intención de conocer tu cuerpo y explorarlo, sin presiones. Cuando estés preparada, pasa lentamente a la zona genital y presta atención a los tipos de caricias que te hacen sentir bien”.
Puedes utilizar los dedos, las palmas, un vibrador o cualquier otro juguete sexual. Familiarízate con las diferentes sensaciones.
“Al principio, descarto el orgasmo como objetivo”, dice la terapeuta sexual y psicóloga Megan Fleming. “El objetivo es volver a los fundamentos de dar y recibir placer. La presión de tener un orgasmo suele ser gran parte del problema que inhibe la excitación”.
En lugar de concentrarte en tener un orgasmo, intenta centrarte en el placer de la excitación, la conexión con tu cuerpo o con el de tu pareja, la creatividad y el goce general.
“Replantéate tus expectativas sexuales”, recomienda Balestrieri. “Muchas personas organizan el sexo en torno a la penetración y piensan en el orgasmo como la cúspide y el modo de alcanzar el placer, pero eso invalida las innumerables formas de placer que pueden aumentar la probabilidad de llegar al orgasmo. Sustituir el objetivo de tener un orgasmo por el de experimentar placer y diversión puede, paradójicamente, hacer que los orgasmos sean más alcanzables”.
“Los encuentros sexuales que vemos en las películas muestran sobre todo sexo con penetración”, dice Zoë Ligon, educadora sexual y fundadora de Spectrum Boutique. “Y aunque algunas mujeres pueden llegar al orgasmo solo con la penetración, la gran mayoría necesita estimulación externa o estimulación externa e interna para llegar al orgasmo. Nuestra cultura a menudo ignora la estimulación del clítoris, así como el tiempo que se necesita para generar la excitación necesaria para alcanzar el orgasmo”.
Ligon espera que la sociedad siga distanciándose del coito con penetración como forma estándar del “sexo” y trata de enseñarles a las personas con vulva y a sus parejas la importancia del clítoris para alcanzar el orgasmo.
“Préstale atención al clítoris”, coincide Allison. “Si todavía estás aprendiendo dónde está el clítoris o cómo darle placer, este es un buen punto de partida. El clítoris tiene unas 8.000 terminaciones nerviosas y es el principal responsable de la creación de orgasmos. Aunque hay otros tipos de orgasmos como el del punto G, el penetrativo o el anal, son más complicados, así que primero concéntrate en el clítoris”.
A la hora de practicar sexo en pareja, es fundamental una buena comunicación. Cada persona es diferente, así que no te cortes a la hora de explicar cómo te gusta que te toquen.
“No tengas miedo de decirle a tu pareja lo que te hace sentir bien y lo que no”, aconseja Kimberly Resnick Anderson, terapeuta sexual y profesora de psiquiatría en la UCLA. “Te sorprendería lo que puede conseguir una conversación sobre gustos y fantasías sexuales. Si te da demasiada vergüenza hablar de sexo con tu pareja, estás perdiendo la oportunidad de aumentar tu satisfacción sexual”.
La conversación puede ser incómoda, especialmente con una nueva pareja, pero mantener un diálogo abierto os vendrá bien a ambos.
“El orgasmo consiste en entregarse al momento, al placer de tu cuerpo y a la otra persona”, resume Jenni Skyler, terapeuta sexual y directora de The Intimacy Institute. “Si estás con una nueva pareja, la confianza aún se está desarrollando y, por tanto, puede ser complicado”.
Hagas lo que hagas, no finjas un orgasmo, o deja de hacerlo si ya tienes esa costumbre.
“A veces, las mujeres fingen los orgasmos para complacer a su pareja”, dice Moali. “Sin embargo, si lo haces también le estás enviando una información errónea a tu pareja sobre lo que te gusta. En vez de hacer eso, céntrate en ir más despacio y sentir curiosidad por los tipos de caricias que te hacen sentir placer. Dedicar más tiempo a los preliminares te ayudará a generar suficiente excitación, lo que acortará la brecha de excitación entre tu pareja y tú”.
Nunca dejes de probar cosas nuevas, ya sean técnicas o juguetes. Resnick Anderson sugiere expresar el placer para facilitar el orgasmo.
“Las investigaciones han demostrado que expresar el placer durante el sexo puede facilitar el orgasmo”, explica. “Las mujeres tienen más probabilidades de llegar al orgasmo durante el coito si controlan la velocidad, la profundidad y el ángulo de la penetración con posiciones como la vaquera o la vaquera invertida”.
Resnick Anderson también recomienda consumir porno alternativo, como los vídeos concebidos para el público femenino o los relatos eróticos. Incluso algo tan sencillo como dejarte los calcetines puestos puede hacer que te sientas más cómoda y relajada.
“Activa tantos sentidos como puedas”, añade, señalando que a algunas personas les cuesta salir de su cabeza y entrar en su cuerpo. “Cuantas más sensaciones experimentes al mismo tiempo, más fácil será conectar con tu cuerpo. Pon a prueba tus sentidos haciendo que participen el oído, la vista, el gusto, el olfato y el tacto, todos a la vez. Cuando el cerebro está ocupado escuchando, oliendo, saboreando, viendo y tocando, es más fácil ignorar los pensamientos intrusivos o estresantes”.
Cómprate un nuevo vibrador u otros juguetes sexuales para el sexo en solitario o en pareja. Prueba un lubricante. Y presta atención a los distintos tipos de experiencias que te dan placer o te excitan.
“No te limites a lo que crees que debería excitarte. Date permiso para explorar fantasías y material erótico para descubrir a qué responde tu cuerpo”, comenta Balestrieri. “No te juzgues. Las fantasías son solo fantasías y no dicen nada de ti como persona. A menudo, las fantasías nos brindan una experiencia emocional o sensorial que no podemos (y puede que ni siquiera queramos) experimentar en la vida real. Piensa en el sexo como un juego y déjate llevar por la emoción”.
Si te preocupa tu incapacidad para llegar al orgasmo, también puedes buscar ayuda profesional.
“En primer lugar, acude a un especialista en medicina sexual para asegurarte de que no te ocurre nada físico: problemas hormonales, dolor pélvico, problemas en algún tejido...”, aconseja la terapeuta y educadora sexual Nicoletta Heidegger. “No son ginecólogos o urólogos normales, sino médicos con formación especializada en medicina sexual y funcionamiento sexual”.
Si no te diagnostican problemas médicos, el siguiente paso es acudir a un sexólogo o a un asesor sexual.
También hay una serie de aplicaciones, libros y otros recursos que pueden ser útiles. Heidegger recomienda Come as You Are y Becoming Cliterate, de Laurie Mintz. A Ligon le gusta Girls & Sex, de Peggy Orenstein.
“Con muchas otras actividades, como conducir o cambiar una rueda, aprendemos viendo tutoriales, leyendo o yendo a clase. No hay que avergonzarse de que esto no surja de forma natural. Puede que necesites práctica, ayuda, herramientas, educación y apoyo, y no hay absolutamente nada de malo en ello”, tranquiliza Heidegger.
También puede ser útil hablar con un psicólogo sobre cualquier mala experiencia sexual que hayas vivido en el pasado.
“Explícale cualquier vergüenza que sientas sobre el sexo”, aconseja Balestrieri. “La vergüenza es una experiencia inhibidora. Nos hace sentir pequeños e indignos, es una barrera enorme para el orgasmo”.
“Lo primero que les explico a mis clientas es que suele ser un largo viaje, no para asustarlas, sino para que tengan unas expectativas realistas”, advierte Rankin. “No hay una pastilla mágica para llegar al orgasmo. Suele ser un viaje profundo a través de la propia sexualidad, las heridas emocionales, los bloqueos psicológicos, las creencias y el aprendizaje de nuevas habilidades”.
La paciencia es la clave. Prepárate para pasar mucho tiempo con tu cuerpo e intenta mantenerte relajada y optimista. Céntrate en explorar, en pasártelo bien y en disfrutar de las sensaciones del momento.
“Mantente positiva y sé paciente”, recomienda Allison. “No te desanimes ni sientas que hay algo mal en ti. A veces puede ser simplemente una nueva técnica de caricias o un vibrador que te sorprenda con una sensación especial, o incluso una nueva pareja que te aporte ese algo especial. Paciencia, disfruta mientras exploras y pruebas cosas nuevas. Recuerda que es un viaje, no una carrera”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.