Cómo ser un buen vecino de arriba (y un vecino de abajo considerado)
Lo primero es asumir que tendrás que aceptar algo de ruido.
Encontrar un piso económico en España supone una odisea, no es ningún secreto. Por eso muchas personas deciden compartir casa, otras optan por alquilar habitaciones y, mientras tanto, siguen proliferando los micropisos.
Sea cual sea la opción preferida, la tendencia de las ciudades a crecer hacia arriba parece ser el futuro, por lo que las generaciones venideras vivirán muy cerca de sus vecinos.
Todo aquel que ya esté en esa situación es perfectamente consciente de lo mucho que afecta a la calidad de vida el comportamiento entre vecinos, para bien y (sobre todo) para mal.
El pasado mes de marzo, los tribunales concedieron una indemnización de 100.000 libras (unos 114.000 euros) a una mujer de Londres debido al "intolerable" ruido que hacía la familia que vivía en el piso de arriba. Sarvenaz Fouladi, de 38 años, aseguró que los niños del piso de arriba trataban su casa como un "patio de recreo" y que la "bombardeaban" con juegos muy ruidosos.
Aunque es un caso extremo, ¿qué se puede hacer para ser un buen vecino de arriba y un vecino de abajo considerado?
No hace falta decir que el problema de los vecinos es bidireccional: si eres el vecino de arriba, tienes que tener algo de consideración con el ruido que haces, pero si eres el vecino de abajo también tienes que aceptar que lo más probable es que haya algo de ruido.
Jenny Herrera, directora general de ASB Help (Apoyo a víctimas de comportamientos antisociales), comenta: "Lo primero que hay que recordar para ser un buen vecino es que cada persona tolera diferentes intensidades de ruido. Lo que para ti puede ser algo perfectamente razonable podría provocarle un gran estrés a tus vecinos".
Esta afirmación se cumple sobre todo en el caso de personas más vulnerables, como ancianos con determinados problemas de salud. La mejor forma de averiguar si estás provocándoles estrés a tus vecinos es preguntarles.
Herrera lo explica así: "Un simple comentario como 'Espero que la guitarra no se oyera mucho ayer' o 'Perdón por las obras que hice ayer un poco tarde, espero que no os molestaran' es una forma de mostrar que eres consciente del ruido que haces y de que no quieres molestar a tus vecinos. También le das pie a tu vecino para contarte si hay algún problema en concreto que deberías tener en cuenta, como si tienen turno de noche o si tienen algún familiar enfermo".
Pero ¿qué pasa si el asunto ha superado los límites tolerables y se ha convertido en un verdadero problema? La CAB (Oficina de Asesoramiento al Ciudadano del Reino Unido) aconseja hablarlo con el vecino, pero solo si te sientes cómodo y te parece seguro.
Solo un par de las personas mencionadas anteriormente han probado a hacerlo, algunas de forma más directa que otras. Charlie Allenby, por ejemplo, comenta: "No hemos tratado con ellos el tema del ruido que hacen, pero alguna vez sí que les hemos gritado '¡Callaos ya!'. También intentamos contratacar poniendo música alta, pero no estamos seguros de que la puedan oír por encima del ruido de su lavadora".
La CAB, por su parte, recomienda "escribirles una nota, mandarles un mensaje o llamarles por teléfono si os resulta más sencillo [que hablar cara a cara]".
Sarah Bartlett, cuyos vecinos la despertaban practicando sexo, comenta: "Alguna vez he pensado en dejarles una nota indiscreta por debajo de la puerta".
Si no consigues nada hablándolo con los vecinos, la CAB indica que el siguiente paso es llevar un registro: "Anotad los momentos en los que se da el problema. Vuestro registro será útil si decidís llevar más lejos el asunto. Escribid tantos detalles como os sea posible. Anotad lo que sucede, la duración del problema y cómo os ha afectado. Guardad todos los mensajes que os envíen vuestros vecinos y recopilad pruebas si os parece seguro".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.