¿Cómo salir de la ‘friendzone’?
No hay nada malo en explorar el potencial de una relación con un amigo, siempre y cuando estés totalmente preparado para aceptar que quizás no corresponda a tus sentimientos.
Hay una razón por la que el tópico de los amigos que se vuelven pareja es tan popular en el cine. Eres amigo de una persona durante años, sales con otras personas y, al final, te das cuenta de que la persona que has estado buscando estaba justo delante de ti.
Tener una amistad sólida con alguien puede ser una base excelente para una relación, pero las películas no narran lo incómodo que puede ser decirle a tu amigo que te gusta. ¿Y si la otra persona no se siente atraída? ¿Y si se estropea la amistad?
Eso es lo que le preocupa a una de nuestras lectoras, Carol. “Hay un hombre que me gusta y somos amigos desde hace unos cinco años. Estamos en el mismo grupo de running y natación salvaje y nos llevamos muy bien. ¿Cómo puedo salir de la friendzone?”, pregunta.
Aunque el término “friendzone” sigue siendo objeto de debate, no hay nada malo en explorar el potencial de una relación con un amigo, siempre y cuando estés totalmente preparado para aceptar que quizás no corresponda a tus sentimientos.
Aunque puede dar miedo cambiar la dinámica de vuestra relación, Simona Bajenaru, asesora de Counselling Directory, recomienda ser honestos y auténticos.
“Confesar tus sentimientos puede suponer una satisfacción tan grande como tus dudas sobre hacerlo o no. Tanto si es recíproco como si no, una vez que el miedo y la vergüenza iniciales desaparecen, tu sentido confianza y tu orgullo pueden florecer”, asegura Bajenaru.
Bajenaru propone que te hagas una auditoría interna:
¿Por qué ahora?
¿Qué te mueve a quere salir de la friendzone?
¿Qué esperas que ocurra?
¿Dirías que te completa o que te complementa?
¿Qué sientes cuando te imaginas un futuro juntos?
Bajenaru insiste en que “aunque responder a estas preguntas de forma lógica es importante, profundizar en tus sentimientos te ayudará a aclarar si tu deseo de avanzar en esta relación es real, si actúas por una necesidad temporal de satisfacción (compañía, intimidad) o por miedo (soledad, baja autoestima)”.
En una situación como la de Carol en la que sueles coincidir mucho con la otra persona en una actividad, preguntarle si le gustaría quedar para tomar un café o una copa es probablemente un buen primer paso.
“Salir de la friendzone nos da mucho miedo a la mayoría”, asegura Bajenaru. “La duda es una reacción natural ante estas situaciones, ya que si no corresponde a tus sentimientos, también te juegas la amistad”.
“En el mejor de los casos, sus sentimientos son mutuos y el hecho de que os conozcáis tanto os brindará un espacio seguro para alimentar la siguiente etapa de vuestra relación”.
“En el peor de los casos, puede que sufráis un lento distanciamiento que acabe con la pérdida de la amistad. Si fuera el caso, debes saber que no has hecho nada malo”.
Existe el riesgo de estar incómodos entre vosotros durante un tiempo después de hablar sobre vuestros sentimientos.
“A veces la respuesta ni siquiera es inmediata: quizás la otra persona opte por procesar primero sus propios sentimientos. Una respuesta que invita al optimismo sería ’Me siento halagado/a, necesito pensarlo”, dice Bajenaru.
“Sin embargo, también está la opción de que no responda y evite mantener conversaciones serias contigo”.
Según Bajenaru “continuar con la amistad requeriría mantener una conversación honesta y establecer algunos límites y ‘reglas básicas’ hasta que se establezca algún nuevo tipo de normalidad”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.