Qué hacer y qué no hacer para eliminar el hielo del parabrisas
Hay trucos que podrían cargarse la luna del coche.
Los cristales de los coches, especialmente la luna delantera, sufren también los efectos de las bajas temperaturas. Durante la noche, al caer los termómetros, se forma una capa de hielo en el parabrisas que es muy difícil de sacar, y con la que es imposible conducir.
Lo sufren sobre todo los coches que duermen en la calle. Para poder ponerlos en marcha es necesario eliminar esa capa de hielo ya que no deja ver, pero no se puede hacer de cualquier manera. Si se cometen algunos errores se puede estropear el cristal.
Qué hacer para eliminar la capa de hielo del parabrisas
Desde la revista de la Dirección General de Tráfico recogen algunos consejos para acabar con esta capa que impide la visibilidad. Lo primero que hay que hacer es separar los limpiaparabrisas, dar unos golpes al capó, arrancar el motor, conectar la calefacción con el ventilador al máximo y dirigir el flujo del aire hacia el parabrisas.
Este movimiento no sirve para eliminar la capa de hielo pero ayuda a que los siguientes trucos sean más efectivos. Una cosa importante, advierten desde autocasion.com: “No emplees esta técnica si estás en un lugar cerrado —sé que sería raro, ya que en un garaje no debería formarse hielo en el parabrisas, pero puede pasar—, podrías intoxicarte con el monóxido de carbono”.
Con el motor y la calefacción en marcha, el hielo se irá ablandando y los siguientes trucos serán más efectivos.
1. Echar alcohol en el limpiaparabrisas con un flis flis. Su punto de congelación es inferior al del agua por lo que puede ayudar a eliminar el hielo si la capa no es muy gruesa.
2. Echar líquido descongelador. Se pulveriza sobre el cristal y después se pone en funcionamiento el limpiaparabrisas. No hace falta rascar. La capa de hielo, aunque sea gruesa, desaparece fácilmente. Esta es la solución más cara y no siempre se tiene el líquido en casa, la alternativa es hacerlo de forma casera.
3. Usar una rasqueta. Lo ideal es retirar la escarcha con una específica, pero también se puede improvisar con una caja de CD o cualquier tarjeta o carné de plástico. Si se elimina el hilo completamente —hay quien quita sólo una ventanita para poder ver y emprender la marcha—, después se puede poner en funcionamiento el limpiaparabrisas y los dosificadores de líquido para dejar la luna perfectamente limpia.
Qué no hacer NUNCA para eliminar el hielo
Hay métodos que parecen muy efectivos, y hasta lógicos, pero lo único que consiguen es estropear la luna del coche. NUNCA se deberían hacer ninguno de estos supuestos trucos.
1. Echar agua caliente o tibia en el parabrisas. El cambio brusco de temperatura podría romper el cristal y, aunque no lo hiciera, “su integridad podría verse comprometida de tal forma que se volviese menos resistente”, explican desde actualidadmotor.
2. Poner en marcha los limpiaparabrisas echando agua. El agua no ayuda y las escobillas del limpiaparabrisas es muy probable que estén pegadas al cristal por el hielo. Lo único que se va a conseguir es estropearlas, rallar el cristal y dañar el motor del limpiaparabrisas.
3. Verter sal sobre la luna. La sal evita la congelación pero no descongela. Si se echa sobre la escarcha, puede arañar el cristal y corroer la chapa.
4. Llenar el depósito del líquido del parabrisas con alcohol. Ayuda a quitar el hielo pero el depósito no está hecho para este líquido y podría estropearse.
5. Utilizar instrumentos metálicos para rascar el cristal. La desesperación lleva a quitar el hielo de cualquier manera y ahí entran materiales metálicos. Es un error porque pueden arañar el cristal.
Antes de que llegue el invierno...
Las placas de hielo en el parabrisas son habituales en invierno –no es necesario que haya una ola de frío polar—, de ahí que sea interesante poner en práctica unos trucos previos antes de la llegada del mal tiempo. Con estos trucos previos se pueden evitar situaciones como las que vivirán los parabrisas de los coches estos días.
1. Frotar el cristal con una patata pelada. Es una cuestión de química pero sólo funciona si las bajas temperaturas no van acompañadas de lluvia o nieve que acaban quitando la película protectora.
2. Rociar el parabrisas con agua y vinagre. Más química. El vinagre tiene un pH muy ácido que ayuda a prevenir que el agua se acumule en forma de hielo sobre superficies como vidrio o cristal. La mezcla hay que pulverizarla justo al apagar el coche para que la luna esté aún caliente y libre de hielo.
3. Proteger la luna con un cartón o una manta. También hay a la venta protectores específicos, pero ante la ausencia de estos se puede usar una manta o un cartón. Así se evita que se forme hielo y que las escobillas del limpiaparabrisas se queden pegadas al cristal. Para evitar que la manta vuele o que alguien se la lleve, se puede sujetar con ayuda de las ventanillas laterales del coche.
Los faros también cuentan
Antes de arrancar —una vez que la luna esté limpia—, hay que prestar atención a los faros de los coche. Ahí también se acumula escarcha.
Si el coche tiene faros convencionales de incandescencia, no habría que hacer nada. “El calor que genera la bombilla al encenderla descongelará la superficie y la mantendrá limpia”, explican en autoocasion.
La situación cambia si el sistema de iluminación es con faros de xenón o LED. En ese caso hay que actuar. La luz es mayor pero mucho más fría y el calor no es suficiente para descongelarlos. “Hay que hacer lo mismo que en el parabrisas para eliminar bien y no deslumbrar al tráfico contrario”.