Cómo negociar una oferta de trabajo o una subida de sueldo
Negociar el sueldo no consiste en pedir más. Consiste en defenderte a ti mismo y asegurarte de que te paguen lo que vales.
Hay personas curtidas en el arte de la negociación. Les encanta debatir, rebatir y negociar. Hay otras personas, en cambio, que prefieren evitar cualquier tipo de confrontación a toda costa. Sin embargo, cuando tu sueldo está en juego, no puedes aceptar cualquier cosa. No saber negociar el sueldo implica aportar menos dinero al hogar, simple y llanamente.
El alto coste de no hacerlo
Según una encuesta realizada por Payscale, el 57% de los participantes aseguraron que nunca habían solicitado un aumento de sueldo. El 28% de ellos, porque decían que les resultaría incómodo negociarlo. El 19%, porque no querían ser vistos como trabajadores pedigüeños. El sondeo también desveló que es más frecuente que las mujeres se sientan más incómodas que los hombres ante la idea de negociar su salario (31% de las mujeres frente al 23% de los hombres), un dato que contribuye a agravar la brecha salarial de género.
Una encuesta de 2005 de la Universidad Carnegie Mellon a sus graduados en el máster de Administración de Empresas descubrió que, de media, los sueldos iniciales de sus egresados varones eran un 7,6% superiores que los de las egresadas. Sin embargo, solamente el 7% de esas mujeres negociaron sus primeros sueldos, frente al 57% de los varones. Quienes negociaron (casi todos hombres) lograron incrementar en 4.000 dólares anuales (unos 3.500 euros) su primera nómina.
A quienes no les parezca demasiado, deberían considerar la cifra a largo plazo. Un ejemplo: el empleado A cobra 50.000 dólares al año (44.000 euros) y el empleado B cobra 54.000 (47.500 euros) en el mismo periodo. Ambos reciben un aumento anual del 3% acorde con el incremento del coste de la vida. Tras 20 años de trabajo, el empleado B habrá ganado unos nada desdeñables 114.706 dólares (unos 100.000 euros) más que el empleado A.
"Encuentra el punto medio entre ser la persona simpática y contenida con la que quiere trabajar la gente y ser exigente", recomienda Marielle Smith, vicepresidenta de GoodHire. Aunque no quieras ser "esa persona" que no hace más que pedir cosas y molestar a los compañeros, tampoco quieres que te pisoteen.
"Estés en la parte del proceso en la que estés, ya sea negociando tu sueldo por primera vez o por trigésima vez con tu actual empleador, es necesario encontrar ese equilibrio", señala Smith.
Cómo conocer tu valor
Antes de iniciar una negociación, es importante recopilar datos, lo cual implica investigar con antelación para descubrir cuánto valen tus aptitudes y tu experiencia.
"Existen diversos recursos en internet donde puedes encontrar el sueldo mínimo para un determinado puesto de trabajo en un lugar", comenta Diane Farrell, directora del servicio de carreras profesionales de la Universidad del Norte de Georgia (Estados Unidos). Entre esos recursos se encuentran Glassdoor, Salary.com y Payscale, que son un buen punto de partida, aunque Smith indica que la descripción del puesto de trabajo, por sí sola, no siempre indica todo lo que abarca el trabajo, de modo que estas cifras solo pueden usarse para establecer un rango.
La otra forma de conocer tu valor como empleado es descubrir tu valor empresarial.
Sirva como ejemplo una empresa en la que hay dos ingenieros de software: "Uno de esos ingenieros ha sacado adelante una innovación increíble y logra que la empresa incremente en millones sus beneficios. El otro está haciendo un muy buen trabajo, pero no ha logrado nada parecido. Esos dos ingenieros van a tener distintos niveles de compensación económica", explica Smith.
Smith indica que tendrás mucho más poder de negociación si eres capaz de enumerar ocasiones específicas en las que has aportado tu valor empresarial a la compañía en los últimos 12 meses.
Si quieres más perspectiva, piensa también en hablar con tus compañeros de trabajo sobre el sueldo, aconseja Farrell. El problema es que muchas personas no se sienten cómodas hablando del tema: "La gente es reacia a hablar de su salario". Sin embargo, si alguno de tus compañeros de trabajo es un amigo en el que puedes confiar, preguntarle es una buena forma de descubrir qué tal es tu sueldo en comparación con el de los demás trabajadores de la empresa.
¿Cuánto importa tu primer sueldo?
A la hora de negociar el sueldo para el primer trabajo, existen dos corrientes de pensamiento. Algunos expertos aseguran que es extremadamente importante porque establece la referencia para futuros aumentos y ofertas de trabajo. Algunos empleadores "suelen basar tu salario en relación con lo que has cobrado en el pasado. Es posible que tu sueldo aumente más lentamente si empiezas desde muy abajo", advierte Farrell.
Otros expertos, como Smith, no piensan que siga siendo tan importante en la actualidad. "Claro que es genial conseguir el sueldo más alto posible", admite Smith. Sin embargo, algo más importante que el sueldo es lo que aprenderás. Asegura que, ante la duda de elegir entre un puesto de trabajo aburrido con un sueldo alto y un trabajo emocionante y desafiante donde no se cobre tanto, el trabajo desafiante es la mejor elección.
"Te va a dar mucho más valor de mercado en el futuro. El primer trabajo es simplemente el primer trabajo. El segundo trabajo es en el que vas a poner en práctica todo lo aprendido", argumenta.
Seis pasos para negociar futuras ofertas y mejoras de contrato
Una vez que ya te has asentado en tu carrera profesional y estás preparado para subir un escalón más, existen unos cuantos consejos que hay que tener en mente a la hora de negociar una oferta de trabajo o una mejora de contrato en tu empresa actual.
1. No tardes en sentar las bases de la negociación.
Uno de los pasos más importantes a la hora de negociar una subida de sueldo es sentar pronto las bases de la negociación. Smith recomienda sentarte a hablar con tu superior para establecer qué es lo que consideraría un buen desempeño. Eso incluye objetivos, resultados o beneficios que tienes que lograr para progresar en el trabajo. "Desde ese momento, la negociación se vuelve mucho más sencilla porque la conversación ya estaba abierta", justifica Smith.
2. Conoce tu desempeño y asegúrate de que se sepa.
Tras recabar información sobre sueldos de otras personas que trabajan en tu campo y hacer un listado de logros personales, es hora de defender tu postura. "Deberías basarte en logros observables y en el rendimiento que has dado", señala Farrell, no solo en el tiempo que llevas en la empresa.
Cuanto más tiempo inviertas de antemano para recabar información, mejor. "Comprender cómo encajas dentro del panorama general de la empresa y qué aportas con tu trabajo, así como ser capaz de explicárselo de forma clara y concisa a tu superior, son pruebas de que te lo has preparado bien", añade Smith.
3. Mantén una conducta profesional.
Es importante mantener una conducta profesional, aunque estés nervioso o frustrado. "Con suerte, la negociación tendrá éxito y seguirás teniendo buena relación con esa persona. Te interesa mantener buenas relaciones", puntualiza Smith.
Si estás negociando un aumento de sueldo con tu actual empresa en vez de una nueva oferta de trabajo, ten en mente una cosa: es más fácil fastidiar la primera, ya que hay cierta familiaridad y tu superior ya tiene una idea de cómo es tu personalidad, sostiene Smith. Quizás te interese estar más comedido que si estuvieras manteniendo una conversación informal.
4. Piensa en otras condiciones, no solo en el salario.
Es importante pensar más allá del sueldo y considerar otras variables. "Las vacaciones también merecen la pena", ilustra Farrell.
Otros aspectos que hay que considerar son el pago de cursos de formación, horarios flexibles o comida incluida en el trabajo. Incluso puedes aceptar un mayor porcentaje de las acciones de la empresa en vez de una subida de sueldo. "Algunas personas lo hicieron muy bien porque obtuvieron acciones de una empresa que fue comprada después y así transformaron las acciones en efectivo al instante", comenta Smith.
5. Sé razonable.
Para que se tomen en serio tu solicitud, tienes que apuntar a una cifra realista. Apunta muy alto y parecerás irracional y codicioso. Apunta muy bajo y puede que te estés vendiendo por menos de lo deseable.
"Pide más de lo que considerarías tu mínimo aceptable", recomienda Farrell, que aconseja aspirar a un 10% más de la cifra con la que te conformarías, ya que lo normal es que haya una contraoferta.
6. Sé consciente de cuándo es el momento.
Tienes que pensar si estás preparado para seguir adelante si tu solicitud no puede cumplirse. Y seguir adelante puede significar rechazar una oferta de trabajo.
En caso de que la negociación sea para un aumento de sueldo, "tienes que decidir si estás dispuesto a seguir si la respuesta acaba siendo que no. Yo nunca lo plantearía como un ultimátum al empleador actual, pero, ¿de verdad quieres seguir en una empresa en la que al parecer no valoran tu contribución como mereces?".
Negociar el sueldo no consiste en pedir más. Consiste en defenderte a ti mismo y asegurarte de que te paguen lo que vales, así que no tengas miedo de iniciar tú la conversación, porque posiblemente no suceda a la inversa.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.