Cómo la primera inventora moderna de España mejoró la salud pública con un carruaje
Poco se sabe de la vida de Fermina Orduña...
Por Marta Macho-Stadler profesora de matemáticas, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea:
Poco se sabe de la vida de Fermina Orduña, más allá de que vivió en Madrid en el siglo XIX.
Sí sabemos que, en 1865, se convirtió en la primera mujer en registrar un invento en España. En aquel momento las patentes se denominaban “privilegios de invención”; Fermina obtuvo el suyo, por cinco años, el 20 de mayo de 1865.
Se conoce este dato porque, el lunes 20 de julio de 1868, La Gaceta de Madrid publicaba la relación de los “privilegios de invención e introducción concedidos por S. M. desde el mes de enero de 1865 a septiembre de 1867”, por orden de la Dirección General de Agricultura, Industria y Comercio. En la página 10 constaba el concedido a “Doña Fermina Orduña, de Madrid, invención por Real Cédula de 20 de mayo de 1865: Sistema para expender la leche de burras, vacas y cabras”.
El invento de Fermina se llamaba Carruaje para caballerizas para la conducción higiénica de las burras, vacas o cabras de leche para la expedición pública.
Este vehículo no era un simple carro para transportar la leche, sino un carruaje para trasladar al ganado lechero. En aquella época la leche se adquiría sin tratamiento previo para su consumo, aunque se sabía que no era conveniente dejar pasar demasiado tiempo desde el ordeñado hasta su consumo. El invento de Fermina pretendía minimizar ese tiempo transcurrido desde desde el ordeño hasta su venta. Se trataba de ganar en higiene y, por lo tanto, en salud.
El carro estaba cerrado y el número de caballos que lo movía dependía de la cantidad de ganado lechero transportado. El carruaje constaba de un establo con pienso de grano seco para asegurar la buena alimentación del ganado y evitar que ingiriera forraje nocivo para la lactancia. También tenía un envase de agua caliente para conservar la leche a temperatura natural durante veinte minutos. Por último, incorporaba una caldera para mantener la temperatura del agua y una campana para avisar a la clientela.
La propuesta de Fermina pretendía ofrecer un producto de calidad. Lo hacía mediante el buen trato del ganado, correctamente transportado y alimentado, lo que permitía reponer la leche cuando fuera necesario. También ayudaba la distribución rápida e higiénica desde el ordeño hasta el consumo.
En resumen, el invento ofrecía leche fresca, en buen estado, de calidad y a domicilio. Tras ordeñar a los animales, la leche se introducía en un vaso de cristal que se cerraba de manera hermética. Por último, se sumergía en el envase de agua caliente para conservarlo a la temperatura de la ubre.
Esta pionera y emprendedora ha dado nombre a los Premios “Fermina Orduña” a la Innovación Tecnológica, convocados por la Consejería de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid.
Este galardón, de carácter anual y convocado por primera vez en 2018, pretende “reconocer la labor de personas físicas que a lo largo de su carrera profesional hayan estado vinculadas de alguna forma a la Comunidad de Madrid y que hayan logrado impulsar e implantar de forma significativa la innovación tecnológica en el tejido productivo y empresarial, o estén haciéndolo en la actualidad.”
El 16 de enero de 2019 se entregaron los premios correspondientes a esta primera convocatoria. La empresaria del sector cárnico madrileño Paloma Frial Suárez y la investigadora en salud ocular Celia Sánchez Ramos compartieron ex aequo el premio en la categoría de “Trayectoria Profesional en Innovación Tecnológica”.
El premio “Jóvenes Innovadores menores de 40 años” recayó en Jaime Laulhé, creador de la startup madrileña Geoblink, reconocida internacionalmente.
Cada modalidad recibe un hermoso galardón realizado por la ilustradora Mercedes Palacios (que integra las flores del madroño y el escudo con las siete estrellas que aparece en la bandera de la Comunidad de Madrid junto con el carro que inventó Fermina Orduña) y 42.000 euros en metálico.
¿Fue Fermina Orduña la primera inventora española? Me atrevo a afirmar con rotundidad que no. Fue la primera mujer a la que se le permitió solicitar un “privilegio de invención”. Con toda seguridad, muchos otros inventos fueron patentados con anterioridad por maridos, hermanos u otros parientes, para evitar que fueran rechazados por presentarlos una simple mujer.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.