Cómo 'hackear' los bloqueos gracias a una VPN
La redes Virtual Private Network son un tipo de red en el que se crea una extensión de una red privada para su acceso desde Internet.
Si tu intención es evitar bloqueos geográficos y la censura, entonces usar las VPNs es tu mejor opción. No obstante, los gobiernos han incorporado algunas medidas antiVPN, que lo que hacen es detectar a usuarios que hacen uso de las mismas y bloquear así su acceso a Internet.
Aunque existan esta serie de bloqueos de las VPNs, no termina de ser una ciencia exacta y existen varias alternativas para superarlo.
No obstante, siempre es recomendable seguir con los acuerdos y reglas establecidos en cada país, pero también es cierto que debería haber una actividad de libre acceso a la información en Internet.
Descubre cómo hackear este tipo de bloqueos VPN y poder navegar libremente por las diferentes webs o redes locales.
¿Qué significa VPN?
VPN, ¿qué es? Seguro que muchos de vosotros aún os hacéis esa pregunta. Es por ello que antes que nada comenzaremos aclarando qué es una VPN.
La redes VPN (Virtual Private Network o Red Privada Virtual, en español) son un tipo de red en el que se crea una extensión de una red privada para su acceso desde Internet. Es decir, actúa como la red local que tienes en casa o en la oficina pero sobre Internet.
La VPN lo que hace es crear como una especie de túnel cifrado entre tu dispositivo e Internet, por lo que todos tus datos o tráfico en línea circulan a través de esta especie de túnel. En resumidas palabras, nadie al otro lado puede ver que estás haciendo en línea.
Ahora que ya sabes qué es una VPN, es importante conocer algunos de los bloqueos o hackeos más comunes que se pueden dar en las mismas de la mano de expertos como Surfshark.
Bloqueos más comunes de VPNS
Bloqueos de IP
A través de tu dirección IP se comparte demasiada información, entre ellas la ubicación y el tipo de dispositivo por el que estás navegando. Pero si utilizas una VPN, las webs simplemente verán ese tipo de información del servidor al que estás conectado y esa dirección IP en lugar de la información real desde la que estás accediendo.
Bloqueo de puertos
Si haces uso de una VPN, tus datos estarán circulando a través de varios puertos. Es por ello, que los administradores de red normalmente cierran los puertos que más utilizan las VPNs para que no se pueda acceder a Internet con estas.
Inspección profunda de paquetes (DPI)
Algunos gobiernos y empresas pueden hacer uso de técnicas de DPI para concluir si estás utilizando una VPN y con ello investigar el tipo de datos que circulan a través de esa red para, posteriormente, proceder a bloquearla, redirigirla o guardar el registro de esos datos.
Cómo evitar el bloqueo de una VPN
Lo más sencillo y rápido en estos casos, es hacer uso de un servicio VPN con capacidad de poder superar tecnología antiVPN. Alternativamente, existen otros métodos que requieren de conocimientos más técnicos, alguno de ellos son:
- Evitar los bloqueos de VPNs de Netflix y otros servicios de streaming: lo mejor es que utilices un proveedor de VPN dedicada o que suela cambiar regularmente las direcciones IP de sus servidores para que estas plataformas no puedan identificarlas.
- Evita los bloqueos de VPNs en el trabajo: aquí lo mejor es cambiar el puerto que utiliza la VPN usando un puerto menos conocido.
- Utiliza navegadores que disfracen tu dirección IP: el navegador Tor es uno de los mejores para ello, ya que puedes acceder y compartir contenido en Internet de manera anónima. Este navegador evita que los administradores de red rastreen tu actividad.
- Supera los bloqueos de VPNs en países con censura a Internet: puedes hacer uso de una VPN que emplee tecnología Obfsproxy, con evitarás técnicas de bloqueo por parte de los gobiernos e ISPs.
Otra opción es utilizar Shadowsocks, esta es una aplicación que dispone de código abierto y utiliza el protocolo SOCKS5 para enviar datos mediante un servidor proxy. Lo que se consigue con esta aplicación es permitir que se superen los filtros de Internet. Es semejante a usar un VPN, solo que es menos centralizada y por ende, más difícil detectarlo por parte de las autoridades.