¿Cómo hacer ejercicio y no abandonarlo a la primera de cambio?
Hacer ejercicio no es opcional. No es algo que se hace cuando tienes ganas.
Empieza poco a poco. Te voy a hablar de lo más económico, salir a caminar, pero vale igual para cualquier práctica de movimiento.
Calientas, después de caminar unos 500 metros trotas unos 100, luego caminas, luego trotas. Trata de completar 1 o 2 kilómetros. No te agotes. Repite lo mismo varios días. Quizás quieras correr un poco más cada vez. Con este ritmo no necesitas descasar días, a menos que sientas dolores.
No permitas que los demás te digan a que ritmo debes avanzar, que tu ego no te traicione, no te compares con nadie. Tú eres tú y los demás son los demás…
Poco a poco aumenta el tramo que corres y disminuye la distancia que camines. Aunque solo trotes 100 metros y camines 900 metros siempre será una mejoría enorme respecto a quedarte sentado.
Poco a poco incrementa la distancia total. Date uno o dos años para llegar a correr 3, 4 o 5 kilómetros. Pero siempre que sea algo que no implique mucho esfuerzo, que sea fácil.
Desarrolla tu resistencia. Naturalmente querrás ir pasando a otras actividades… pero ojo, no te agotes. Que no te mientan. Disfrutar del ejercicio es algo que requiere estar en forma y eso se logra después de un tiempo, que puede ser largo si hace mucho que no te mueves.
Hacer ejercicio no es opcional. No es algo que se hace cuando tienes ganas, no. Es como lavarte los dientes: lo haces todos los días y siempre tienes tiempo para ello. Es obligatorio para evitar enfermedades. Así que tómalo con seriedad, hazlo suave y constante. Porque si es algo agotador, vas a detestarlo muy pronto, tu mente encontrará las excusas para saltar prácticas.
Una curiosidad del yoga: el maestro Patanjali en el sutra 1.14 indica las condiciones para que la práctica (incluyendo la práctica deportiva) sea exitosa. “Hacerlo por un largo periodo de tiempo, no dejar un tiempo y retomar, y hacerlo con seriedad, inteligencia y entusiasmo”.
Yo empecé a hacer ejercicio otra vez a los 40 años. Y me siento bien. Peso lo mismo que cuando tenía 18 años. Por cierto, considera practicar yoga, te beneficia no solo en lo físico, sino en lo emocional. Un golazo.