Cómo hacer bien la maleta, según auxiliares de vuelo
Hay una manía al hacer la maleta que provoca retrasos y molestias a los demás pasajeros.
Los auxiliares de vuelo se ganan la vida viajando, de modo que a la hora de hacer la maleta, ya sea para unos pocos días, para un periodo mayor o para un viaje de última hora, pueden darnos unos cuantos consejos muy útiles.
La edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con cuatro auxiliares de vuelo para aprender todo lo que hay que saber sobre los artículos que no pueden faltar, las formas más eficientes de encajarlos en la maleta y los hábitos de los pasajeros que más les irritan en lo referente al equipaje. Spoiler: es posible que la forma en que haces la maleta cause problemas en el embarque.
Kelly Kincaid, auxiliar de vuelo de una aerolínea puntera y creadora del cómic de humor Jetlagged Comic, siempre viaja con un par de chancletas, independientemente del clima del lugar de destino.
“Las llevo en mi habitación del hotel y en la ducha porque, bueno, puaj. Me salió una verruga en la planta del pie cuando empecé a volar y creo que fue por usar las duchas de los hoteles sin una barrera de protección”, cuenta por correo electrónico.
Destaca que son ligeras y fáciles de guardar en la maleta, lo que significa que deja mucho espacio para el resto de pertenencias.
Como viajera empedernida, Taresha Ferguson, que realiza videoblogs sobre su vida de auxiliar de vuelo en su canal de YouTube Traveling with Tee, nunca viaja sin crema hidratante.
“Cuando viajas mucho, la piel se seca más de lo habitual por la presurización de la cabina y el cambio constante de climas. Hidratarte es fundamental en esos casos o de lo contrario tu piel envejecerá antes que tú”, recomienda en un correo electrónico.
También lleva encima una batería portátil, ya que en los vuelos no siempre hay enchufes disponibles.
Ashley Smith, la auxiliar de vuelo tras el canal de YouTube AshleySmithTV, lleva cuatro artículos imprescindibles en su maleta: un paraguas, un vestido negro, un traje de baño y, “por supuesto”, crema de protección solar. En otras palabras: si le cambian una ruta de vuelo y acaba en un destino que ni siquiera conocía horas antes, está preparada para ir a la playa, salir una noche o desplazarse si está lloviendo.
Para guardar los cables sin que se enreden, la auxiliar de vuelo Stella Connolly, que documenta su vida “a 10.000 metros” en su canal Fly with Stella, recomienda utilizar bridas.
“Las compro de colores llamativos para encontrar antes mis cargadores”, comenta por correo.
A veces hacer la maleta es como jugar al tetris, independientemente del tamaño del equipaje y de si prefieres llevar equipaje de mano o facturar. Ferguson utiliza un sistema concreto para ordenar sus artículos.
“Mi equipaje suele estar organizado con el calzado al fondo de la maleta. Luego, encima del calzado, los conjuntos completos, ordenados por días, enrollados para que no se arruguen. Por último, encajado en una esquina, el neceser con el maquillaje y los jabones. La clave para hacer la maleta de forma eficiente es meter solo la ropa que necesites”, aconseja.
Otro consejo que da es utilizar atuendos de colores similares para no tener que llevar más de dos pares de calzado, como máximo.
Smith utiliza bolsas para calzado cuando vuela, ya sea el mismo envoltorio en el que vino al comprarlo por internet o reutilizando bolsas de plástico de otras compras.
Si siempre cometes el error de meter en la maleta más de lo que necesitas, Kincaid sugiere abandonar la idea de llevar un atuendo distinto cada día durante tus viajes y empezar a reutilizar la misma ropa dos o tres veces.
“Obviamente, me pongo bragas y calcetines limpios todos los días, pero si estoy en un viaje de tres días, las capas de fuera son el mismo atuendo. Siempre escojo atuendos sencillos que pueda ponerme por capas”, revela.
También es útil planificar lo que llevas puesto el día del viaje. Connolly recomienda llevar la ropa que más abulta en vez de guardarla en la maleta (sobre todo en cuanto a abrigos y calzado). Llevar varias capas y atarte jerséis a la cintura también te dará algo más de espacio en la maleta.
No es ninguna sorpresa que los auxiliares de vuelo se irriten con ciertas manías de los pasajeros. Algo que irrita mucho a Ferguson es que los pasajeros guarden utensilios que saben que van a necesitar durante el vuelo en el equipaje de cabina que está en los maleteros superiores en vez de hacerlo en el equipaje de mano que pueden guardar a los pies. Esta costumbre en ocasiones provoca retrasos y molestias, sobre todo cuando están subiendo al avión los demás pasajeros.
“No habría ningún problema si sacaras de la maleta esos objetos en la zona de embarque antes de subir al avión. Es problemático cuando estos pasajeros retrasan todo el proceso de embarque al hurgar en su maleta antes de guardarla. Incluso guardar la maleta y acordarte antes del despegue de que necesitas algo es una molestia importante, ya que tenemos un tiempo limitado para poner en marcha el avión y despegar si queremos ser puntuales”, explica.
Si facturas una maleta, asegúrate de llevar en el equipaje de mano los enseres básicos para pasar la noche, por si acaso tu equipaje y tú tardáis en volver a encontraros.
“No es infrecuente que el equipaje se extravíe”, advierte Smith.
Si cabe en una bolsa pequeña que puedas llevar contigo durante el vuelo, aún mejor, ya que en ocasiones también hay que facturar el equipaje de mano.
Quizás al facturar tienes la sensación de que debes aprovechar y meter en la maleta todo lo posible, pero conviene dejar algo de espacio libre por si acaso compras o consigues algo durante el viaje que quieras llevarte a casa, señala Ferguson.
“Así evitarás volver a casa cargando con equipaje extra”, sostiene.
¿Necesitas una maleta? Connolly recomienda evitar las maletas de color negro para que sea más sencillo encontrar tu equipaje entre las decenas de maletas que habrá alrededor. También ayuda a la hora de localizar la tuya en la cinta de recogida de equipaje en el aeropuerto.
“Compra una maleta que destaque para que no se pueda confundir con la de otra persona”.
Este artículo fue publicado originalmente en el HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.