Cómo hablar de salud mental con tu nueva pareja
Eso no significa que la luna de miel se haya acabado ❤️
Cuando iniciamos una relación somos conscientes de que hay (mucha) información que desconocemos sobre nuestra pareja: sus aficiones, la comida que odia o algunas de sus costumbres en el baño, que pueden ser un tanto desagradables (sí, lo sabemos).
Pero, ¿qué hay de esas cosas que nos cuesta más sacar a colación en las primeras citas? Asuntos como la salud mental u otros problemas subyacentes con los que tenemos que lidiar por nuestra cuenta.
De acuerdo con The Mental Health Foundation (Fundación de Salud Mental británica), en Reino Unido una de cada seis personas padece algún tipo de enfermedad mental, de lo que se deduce que muchas personas deberían tener una conversación acerca de este tema.
Pero, ¿en qué momento se debe abordar este tema? ¿Y qué reacción hay que esperar por parte de la otra persona?
Anshumen Bhagat, médico de familia y fundador de la aplicación de consultorio médico GPDQ, señala: "Las relaciones sanas se construyen desde la confianza y la sinceridad. Si una relación comienza a ser seria, sería conveniente seguir velando por esa confianza mostrándole a tu pareja quién eres de verdad, y eso incluye hablar de temas relacionados con la salud mental".
Entrevistamos a tres expertos y a dos personas que han pasado por esta situación para responder a las preguntas más frecuentes.
Puede parecer un tema demasiado personal como para abordarlo en la primera o segunda cita. Cuando te sientas más cómodo y comprometido con la otra persona, probablemente haya llegado el momento. "Sácalo a colación cuando la relación empiece a cobrar importancia para ti", apunta Barbara Bloomfield, asesora de Relate.
Un portavoz de Anxiety UK corroboró que no existe una fecha límite, sino que depende del momento en el que nos sintamos cómodos: "Hay quienes se sentirán cómodos tratando este tema desde el minuto uno, mientras que a otras personas les costará semanas o incluso meses".
Shea Wong, que sufre trastorno bipolar y es miembro de la organización Time To Change, habla con HuffPost Reino Unido: "Cada relación es distinta, así que no debemos tener la sensación de que existe un momento concreto en el que revelar información médica. Yo decidí abordarlo desde un punto de vista emocional: mis sentimientos eran lo suficientemente fuertes y estaba planteándome un futuro con esa persona. En ese momento es adecuado empezar a hablar acerca de los problemas mentales, en especial si son crónicos".
Bhagat recomienda que, antes de zambullirte en el tema (o de emborracharte y empezar a soltarlo todo) sería recomendable apuntar las cosas que quieres compartir con tu pareja con vistas a sentirte más preparado. "No olvides que las personas que nunca se han enfrentado a problemas mentales no van a entenderlo completamente, de modo que te llevará tiempo explicarlo", advierte.
Cuando tengas las ideas claras, encuentra un momento en el que estés a solas con tu pareja y no puedan interrumpiros para ser sincero y explicarlo completamente.
"Podrías empezar comentando tu propia relación con la enfermedad, cómo has aprendido a vivir con ella y qué cosas te hacen sentir mejor", plantea Bloomfield.
Si quieres calibrar su reacción antes de poner todas las cartas sobre la mesa, la experta sugiere comenzar preguntándole: "¿Conoces a alguien con problemas mentales?".
Cuando saques el tema, habla con confianza y nunca con vergüenza.
Una vez hayas comenzado a hablar sobre tu situación, puede que te resulte difícil decidir cuándo parar.
Según su propia experiencia, Wong propone que te imagines a ti mismo como un profesor que está explicando algo a su alumno. "No quieres agobiarles, pero al mismo tiempo tienes que ofrecer los detalles necesarios para que no queden lagunas que puedan acabar llenando con sus ideas preconcebidas sobre el tema", apunta.
"Ofrécele una visión general de la enfermedad: cómo afecta al cerebro, qué efectos suele tener en ti, cómo la gestionas, etcétera. Después, anímale a hacerte preguntas si está preparado para recibir más información. Hazle ver que no existen malas preguntas y que estás aquí para ayudarle a que te entienda", sugiere.
Algo que quizá quieras considerar antes de contárselo a tu pareja es la reacción que te gustaría ver y el modo en el que esperas que esto te ayude o cambie tu forma de hacer frente a la enfermedad.
Gina Hadden, de 33 años, padece un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y asegura que su pareja Sam le ayudó a aprender y a encontrar más información acerca de cómo encontrar ayuda: "Me animó a hablar abiertamente sobre mi enfermedad, de modo que ahora me gusta aumentar la sensibilización sobre ella escribiendo públicamente".
Aun así, hay que tener en cuenta que el objetivo no es que tu pareja te resuelva el problema. Bhagat comenta: "Al final, tú eres el único responsable de tu comportamiento y de gestionar tu salud mental. Es perfectamente aceptable pedirle a tu nueva pareja que te apoye, pero no les traslades la responsabilidad, ya que esto podría presionarles y causar estragos en la relación. Lo que sí puedes pedirles es paciencia y comprensión mientras tratáis de averiguar cómo enfrentaros juntos a la situación".
Todo el mundo espera que su pareja acepte su situación desde el primer momento, pero esta perspectiva no siempre es realista. Algunas personas pueden tener prejuicios y quizá no estén dispuestas a darte una oportunidad, mientras que otras quizá necesiten algo de tiempo para asimilar lo que les acabas de contar.
"Procura no esperar una reacción concreta; más bien debes estar preparado para responder muchas preguntas y esforzarte en que lo comprendan", plantea Bhagat. "Si su reacción no es la que te hubiera gustado, no te culpes y, lo que es más importante: no dejes que esto te impida contárselo a otras futuras parejas".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.