Cómo ha cambiado la vida de Paloma Cuevas desde su separación de Enrique Ponce
La relación del torero con Ana Soria ha dinamitado la tranquilidad de la modelo, que podría comenzar el curso en la casa de Julio Iglesias en Punta Cana.
11 de septiembre de 2020. Paloma Cuevas celebra su cumpleaños (48) más incierto, con un matrimonio roto justo cuando iba a celebrar sus bodas de plata, y lo hace más expuesta que nunca mediáticamente por la relación de Enrique Ponce con Ana Soria y sin saber dónde acabará viviendo.
Desde que a principios de julio se hizo público que el torero tenía una nueva pareja, la modelo ha decidido mantenerse apartada y guardar silencio. Sólo lo rompió una vez en la revista ¡Hola! para lamentar “la presión” y “la tormenta” mediática a la que estaban expuestos los dos después de “la trayectoria tan discreta” que llevaban.
Precisamente este viernes, los reporteros han visto por primera vez desde su separación a Cuevas saliendo de su domicilio en la calle Pintor Rosales de Madrid. Lo ha hecho en su coche, desde el que ha saludado con semblante serio, pero sin dar ninguna declaración.
Cuevas ahora está en el punto de mira de la crónica social. Fuentes cercanas a Paloma Cuevas, la modelo baraja varias posibilidades para instalarse con sus dos hijas y comenzar una nueva vida: el piso de Pintor Rosales, la casa que tiene junto al torero en La Finca (Madrid), e incluso el extranjero —Londres, Suiza o Chicago—.
A estos hay que sumar un nuevo destino: según publica la revista Semana, la diseñadora habría recibido una jugosa oferta del cantante Julio Iglesias, que le habría propuesto mudarse a su casa de Punta Cana. No es de extrañar, teniendo en cuenta la estrecha relación que une a la expareja del torero con la esposa del artista, Miranda Rijnsburger. De momento, sigue residiendo en el centro de la capital.
Como se han encargado de comunicar ambas partes, el divorcio de Enrique Ponce y Paloma Cuevas será de mutuo acuerdo. La modelo lo explicó a través de su jefa de prensa, que transmitió que designarán al mismo abogado para llegar al acuerdo más beneficioso para sus hijas, en cuanto a la custodia, el régimen de visitas y la casa en la que vivirán.
Será más adelante cuando aborden la disolución de la sociedad de gananciales. “Es mentira que se vaya a llevar 19 millones de euros, porque ellos están casados en gananciales”, explicaba el comunicado hecho el 25 de agosto.
El pasado mes de agosto, el diestro explicaba a través de Toñi Moreno los motivos de su separación, “hace cinco meses”, en Viva la vida (Telecinco). “Había una familia en la que el padre no estaba porque estaba todo el día trabajando”. El torero también quiso dejar claro que mantienen una buena relación, que hablan constantemente y que su todavía mujer es “económicamente independiente” y que nunca ha vivido de él.
A pesar de su buena relación, varios periodistas del corazón han afirmado en los platós que Paloma Cuevas estaría hundida emocionalmente por la ruptura, y han afeado a Enrique Ponce su ‘exhibición’ de pareja con la influencer de 22 años en redes sociales, que se deje fotografiar con los amigos de su novia, así como los gestos que dedica a la joven desde el ruedo en las corridas de toros.
Al contrario que Paloma Cuevas, Ana Soria sí se ha pronunciado en varias ocasiones desde el principio de su salto al papel couché. “Yo no he roto ningún matrimonio. Si el amor se acaba no puedes hacer nada. Cuando Enrique y yo nos conocimos él ya estaba separado de su mujer. Nosotros llevamos juntos unos ocho meses... y su matrimonio llevaba roto desde hace dos años”. Ocho meses que no cuadran con los cinco de los que hablaba Ponce en Viva la vida.
Incluso se ha llegado a hablar de quién fue el responsable de filtrar la nueva relación del torero, que dinamitó la tranquilidad de Paloma Cuevas. Según contó la periodista Beatriz Cortázar, fue el entorno de Ana Soria quien desveló la noticia para que Ponce no la “utilizara” y para darle un empujón porque “no acababa de afrontar la situación sentimental”. Sea como fuere, los tres siguen en el foco mediático.