Cómo explicar a tus hijos una relación LGTBI
Cuando alguien pregunta a mi hija si tiene novio, ella responde con toda la calma: “No tengo novio ni novia”.
¿Cómo explicar a tus hijos las relaciones LGTBI? Pista: es muy, muy fácil. Prueba con algo como: “A algunos hombres les gustan los hombres, a algunas mujeres les gustan las mujeres y a algunas personas les gustan ambos sexos (o ninguno)”. Tacháaaan.
Si tus hijos se parecen a la mía, responderán a esta explicación sobre las distintas formas del amor con algo como: “Ah”. Y seguidamente te pedirán algún dulce o se irán a jugar.
No es que les dé igual, pero te harán darte cuenta de que no es tan complicado asumir que existen diferencias individuales.
Y también se corregirán entre ellos. He oído a mi hija intervenir en el patio del colegio cuando un montón de niños estaban jugando a casarse: “Acordaos de que las chicas también pueden casarse con chicas”. Y cuando alguien chincha a mi hija (como suelen hacer muchos adultos) preguntándole si tiene novio, ella responde con toda la calma: “No tengo novio ni novia”. Muy bien dicho, hija mía.
Llama la atención todo lo que algunos políticos pueden aprender del consejo de una niña de siete años. Hay algunos que no lo pillan, que no hacen más que polemizar la enseñanza de los derechos LGTBI en el colegio al sugerir que los padres deberían tener la libertad para decidir cuándo “exponer” a sus hijos a unas enseñanzas así. Como si fuera un motivo de preocupación que los niños estuvieran expuestos a la existencia de personas LGTBI, muchas de ellas familiares, amigos o los propios niños. Mi hija piensa que este tipo de gente es “boba”.
He ido con mis hijos a los desfiles del Orgullo desde antes de que supieran caminar y hablar. Han ondeado banderas arcoíris en Londres, Brighton y Vancouver. Las han bañado en purpurina, han tocado el silbato y han visto carrozas pasar, incluida una impresionante réplica de la Enterprise de Star Trek con el lema ‘Clean, Sober, Proud’ (Limpios, Sobrios, Orgullosos).
Han ido sobre los hombros y de la mano de hombres con el pecho al aire y demás asistentes y han leído eslóganes como: “Algunas personas son homosexuales, asumidlo”. No se me ocurren mejores lecturas para los niños en edad de aprender.
Lo que están aprendiendo al unirse a estas celebraciones del Orgullo es que la vida no consiste en chico conoce a chica, chico y chica se casan y viven felices y comen perdices, pese a lo que Disney nos quería hacer creer. Es una experiencia en primera persona de lo que es la diversidad, además de una celebración, una felicidad y un amor inclusivos.
Y al ver eso reflejado cuando juega en el patio del colegio me siento más orgullosa que nunca.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.