La rabia es una de las enfermedades que más miedo da escuchar, especialmente en los dueños de perros. Esta dolencia que afecta a los animales y personas tiene una mortalidad del “100% tanto en humanos como en animales”, según indican en la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA)
“La rabia representa una amenaza mundial que mata a alrededor de 59.000 personas cada año. Puesto que los perros constituyen el principal reservorio de esta enfermedad, controlar y eliminar esta zoonosis mortal implica combatirla en su origen animal”, explican desde la OMSA.
Tal y como indican en Paloma Ballester, veterinaria en AniCura Velázquez, en su web es una enfermedad infecciosa provocada por un virus de la familia rhabdoviridae que se transmite a través de “mordeduras, arañazos o entrando en contacto con una herida infectada”.
A pesar de que la imagen que se viene a la cabeza al pensar en un perro rabioso es escupiendo espuma o especialmente agresivo, esto sucede en la tercera fase.
Tal y como apunta Ballester en su artículo, el virus pasa por cuatro fases:
La incubación que se da desde que se produce la mordedura o arañazo hasta que aparecen los primeros síntomas. Esta fase puede durar entre una y varias semanas. En esta fase el dueño del animal no notaría ningún síntoma, al igual que sucede con la incubación de otras enfermedades.
Tras esto, se produce la fase prodrómica, donde se empiezan a manifestar los síntomas y que puede durar de dos a 10 días. Aquí se pueden dar en un primer momento, síntomas inespecíficos, entre los que la OMSA incluye “letargo, fiebre, vómitos y anorexia”.
En unos días esto avanzaría, según la organización, a otros como “disfunción cerebral, ataxia, debilidad y parálisis, dificultades para respirar y tragar, salivación excesiva, comportamiento anormal, agresividad y/o automutilación”.
Ballester distingue una primera fase de agresividad que se considera de riesgo para el contagio humano y una segunda en la que el animal “muestra parálisis focal o generalizada” para posteriormente entrar en coma o morir.
La esperanza de vida de un perro contagiado con rabia “puede ser de entre 15 y 90 días”, aunque cuando los síntomas se hacen evidentes se reduce a entre 7 y 10 días.
¿Qué tratamiento hay?
No hay tratamiento para esta enfermedad, pero sí protocolos específicos ante mordeduras.
¿Qué hacer si me muerde un perro con la rabia?
En España se recomienda acudir al hospital y hacer un estudio sobre el caso y se mantiene al animal aislado y en observación en un periodo de 15 días para asegurar que el animal no era infectivo y si da positivo en rabia, “se realiza un periodo de investigación epidemiológico de 20 días”.
¿Qué pasa con la vacuna?
En la mayoría de los perros la primera vacuna se administra a las 12 semanas y se revacuna a los animales un año después. Según Ballester, “los títulos de anticuerpos generalmente alcanzan niveles protectores 4 semanas después de la vacunación”. Esta vacunación evita tanto el desarrollo de la enfermedad como su transmisión a los humanos.
Además de la vigilancia y el control de los animales, especialmente de las poblaciones de perros y gatos silvestres, la OMSA recomienda la vacunación de al menos “el 70% de los perros de zonas de riesgo para reducir a cero los casos en los seres humanos”.
A nivel nacional, la obligatoriedad de la vacuna es competencia de las comunidades autónomas. Actualmente, es obligatorio en todo el Estado excepto en Galicia y Cataluña.
Provoca reacciones parecidas a la hiedra. Pueden ir desde molestias digestivas a problemas neurológicos graves e incluso la muerte, escriben en veterinarios.com.
Todas sus partes son venenosas. "Es muy irritante debido a los cristales de oxalato de calcio. Además de irritar la piel y los ojos al contacto, internamente causa edemas, inflamaciones y congestión", explican en la web veteri...
Contiene varias sustancias tóxicas que pueden provocar vómitos y diarreas, y en ocasiones, arritmias.
Estas plantas de jardín tienen sustancias tóxicas que pueden provocar importantes problemas a los perros. La sustancia más característico es la oleandrina, un glucósido que produce graves trastornos cardí...
Estas plantas contienen cristales de oxalato de calcio insolubles, que pueden irritar la boca y los labios del perro. "Si traga algunas hojas, es probable que se muerda la boca o incluso babee y tenga arcadas", explica Ann Hohenhaus en BeChewy.
Comer las hojas de una hortensia suele provocar problemas digestivos como dolor abdominal, vómitos o sangre en las heces.
Si un perro mordisquea sus hojas, es probable que sienta como si su boca, lengua y labios se queman, por los cristales de oxalato de calcio (los mismos de los filodendros). También puede producirle exceso de baba y vómitos, e inclu...
Todas las partes de la azalea son tóxicas. Provocan irritación de la boca y el tracto digestivo con vómitos y diarreas. En los casos más graves puede darse una bajada de la presión sanguínea y el animal ...
Todas sus partes son peligrosas, pero lo son especialmente las semillas. Los síntomas aparecen 12 horas después de ingerirla y "pueden incluir vómitos, diarrea, debilidad, desvanecimientos, fallo hepático o toxicidad ...
En tierra, en maceta y en jarrón. Siempre es peligroso. ¡Incluso seco! Y también el agua de los que están en un jarrón. Los primeros signos de intoxicación aparecen de 15 minutos a 6 horas despu&eacu...
Hojas, semillas y corteza del tejo son peligrosas para los perros. “Pueden provocarles vómitos, letargo, marcha inestable y, lo que es más grave, cambios en el corazón y la presión arterial, que pueden poner en ...
El azafrán silvestre también se conoce como mataperros. Tiene colchicina, un potente tóxico que inhibe la división celular.
Las flores producen alteraciones gastrointestinales y se han registrado casos de envenenamiento con resultado de muerte. Son más frecuentes en perros que han desenterrado la planta y han comido las raíces.
Las sustancias tóxicas, alcaloides licorina y galantamina, están en toda la planta y especialmente en los bulbos. Comerlas puede producir vómitos, diarrea, dolor abdominal, arritmias, convulsiones, descenso de la presi&oacut...
Contiene alcaloides, entre ellos licorina y galantamina, que producen vómitos, depresión, diarrea, dolor abdominal, hipersalivación, anorexia y temblores.
Comer las hojas o los frutos del acebo provoca irritación estomacal e intestinal, con vómitos, diarrea y babeo. En altas dosis puede reducir el ritmo cardíaco y llevar al coma o incluso la muerte, apuntan en veterinarios.com
El efecto más común que produce la ingesta de aucuba son los problemas gastrointestinales. A grandes dosis, puede provocar problemas neurológicos (temblores, espasmos, desorientación), dificultad respiratoria y altera...
Es tóxico el bulbo, que al ser ingerido afecta sobre todo al sistema digestivo. El resultado más común son vómitos y diarrea, y algunas veces convulsiones y taquicardias.
Las hojas y los frutos verdes son altamente peligrosos. El contacto ya irrita y puede causar dermatitis, e inflamaciones severas, con dificultades para tragar y respirar. En dosis bajas puede paralizar el sistema biliar y conducir a un fallo hep...
En dosis bajas, provoca vómitos, diarreas y babeo. En dosis altas, las mascotas pueden experimentar temblores y delirios, y en los casos más extremos e infrecuentes, coma y muerte por fallo multiorgánico. Por contacto, puede...
En dosis bajas, provoca vómitos, diarreas y babeo. En dosis altas, las mascotas pueden experimentar temblores y delirios, y en los casos más extremos e infrecuentes, coma y muerte por fallo multiorgánico. Por contacto, puede...
121
Las hojas del tulipán pueden provocar problemas estomacales a los perros, aunque el verdadero peligro son los bulbos recién plantados ya que contienen más alcaloides y glucósidos, las sustancias que confieren toxicida...
Provoca reacciones parecidas a la hiedra. Pueden ir desde molestias digestivas a problemas neurológicos graves e incluso la muerte, escriben en veterinarios.com.
Todas sus partes son venenosas. "Es muy irritante debido a los cristales de oxalato de calcio. Además de irritar la piel y los ojos al contacto, internamente causa edemas, inflamaciones y congestión", explican en la web veteri...
Estas plantas de jardín tienen sustancias tóxicas que pueden provocar importantes problemas a los perros. La sustancia más característico es la oleandrina, un glucósido que produce graves trastornos cardí...
Estas plantas contienen cristales de oxalato de calcio insolubles, que pueden irritar la boca y los labios del perro. "Si traga algunas hojas, es probable que se muerda la boca o incluso babee y tenga arcadas", explica Ann Hohenhaus en BeChewy.
Si un perro mordisquea sus hojas, es probable que sienta como si su boca, lengua y labios se queman, por los cristales de oxalato de calcio (los mismos de los filodendros). También puede producirle exceso de baba y vómitos, e inclu...
Todas las partes de la azalea son tóxicas. Provocan irritación de la boca y el tracto digestivo con vómitos y diarreas. En los casos más graves puede darse una bajada de la presión sanguínea y el animal ...
Todas sus partes son peligrosas, pero lo son especialmente las semillas. Los síntomas aparecen 12 horas después de ingerirla y "pueden incluir vómitos, diarrea, debilidad, desvanecimientos, fallo hepático o toxicidad ...
En tierra, en maceta y en jarrón. Siempre es peligroso. ¡Incluso seco! Y también el agua de los que están en un jarrón. Los primeros signos de intoxicación aparecen de 15 minutos a 6 horas despu&eacu...
Hojas, semillas y corteza del tejo son peligrosas para los perros. “Pueden provocarles vómitos, letargo, marcha inestable y, lo que es más grave, cambios en el corazón y la presión arterial, que pueden poner en ...
Las flores producen alteraciones gastrointestinales y se han registrado casos de envenenamiento con resultado de muerte. Son más frecuentes en perros que han desenterrado la planta y han comido las raíces.
Las sustancias tóxicas, alcaloides licorina y galantamina, están en toda la planta y especialmente en los bulbos. Comerlas puede producir vómitos, diarrea, dolor abdominal, arritmias, convulsiones, descenso de la presi&oacut...
Contiene alcaloides, entre ellos licorina y galantamina, que producen vómitos, depresión, diarrea, dolor abdominal, hipersalivación, anorexia y temblores.
Comer las hojas o los frutos del acebo provoca irritación estomacal e intestinal, con vómitos, diarrea y babeo. En altas dosis puede reducir el ritmo cardíaco y llevar al coma o incluso la muerte, apuntan en veterinarios.com
El efecto más común que produce la ingesta de aucuba son los problemas gastrointestinales. A grandes dosis, puede provocar problemas neurológicos (temblores, espasmos, desorientación), dificultad respiratoria y altera...
Es tóxico el bulbo, que al ser ingerido afecta sobre todo al sistema digestivo. El resultado más común son vómitos y diarrea, y algunas veces convulsiones y taquicardias.
Las hojas y los frutos verdes son altamente peligrosos. El contacto ya irrita y puede causar dermatitis, e inflamaciones severas, con dificultades para tragar y respirar. En dosis bajas puede paralizar el sistema biliar y conducir a un fallo hep...
En dosis bajas, provoca vómitos, diarreas y babeo. En dosis altas, las mascotas pueden experimentar temblores y delirios, y en los casos más extremos e infrecuentes, coma y muerte por fallo multiorgánico. Por contacto, puede...