¿Cómo crece la quinoa? Así son sus plantas y cultivos
Se ha convertido en un básico en muchas dietas, pero pocos saben de dónde viene y cómo es su aspecto.
La quinoa, esa semilla llena de proteínas que todo el mundo adora, se ha hecho con nuestras despensas. Aunque en su mayor parte proviene de América del Sur —sobre todo de Bolivia y Perú—, muchos hogares del hemisferio norte han encontrado la manera de incorporarla desde sus desayunos a sus almuerzos y sus cenas.
La quinoa se ha convertido en un elemento básico en la dieta de muchos, pero probablemente pocos se hayan preguntado cómo crece y de dónde sale esa diminuta semilla. Si todavía no lo sabes, estás a punto de descubrirlo.
La quinoa se cosecha de altas plantas verdes. Aunque los brotes de la planta crecen despacio en un primer momento, al final puede alcanzar el metro de altura. Las hojas verdes también son comestibles, así que si la cultivas en casa, puedes animarte a usarlas en una ensalada.
La quinoa prospera en los climas frescos y es muy tolerante a la falta de riego. También puede soportar altos niveles de sal, viento y escarcha, lo que permite su cultivo en zonas altas. Ese es el motivo por el que se convirtió en el principal grano en los Andres, siendo cultivada por los incas desde al menos el año 3.000 antes de Cristo.
La parte de la quinoa que se consume de forma más popular es la semilla (porque, a modo de recordatorio, la quinoa es una semilla, no un grano, ni por tanto un cereal). Para obtener la semilla, primero la planta tiene que florecer. Así es la planta una vez que florece:
Aquí, un plano más cercano de las flores.
La quinoa está lista para ser cosechada cuando todas las hojas verdes se hayan caído de la planta y sólo queden las semillas en un tallo. Para poder recolectarla debe estar completamente seca, lo suficiente para que no quede marca si se presiona con la uña. En ocasiones se deja secar en el tallo y otras se termina de secar después de ser recogido.
Una vez que se recoge, es muy fácil sacar la semilla del tallo. Con agitarlo suelen desprenderse la mayoría de ellas.
En la producción comercial la técnica es algo más avanzada. La quinoa necesita ser enjuagada o pulida antes de comerla para quitarle la capa de saponina —su protección natural contra pájaros e insectos—, que tiene un sabor algo amargo.
Ahora que ya sabes cómo llega hasta tu tienda este alimento, ¿qué tal si te animas a hacer un par de recetas?
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés.