Este es el plan de Bruselas para cortar lazos con la energía rusa
REPower EU requerirá de una financiación de 210.000 millones de euros y tiene como objetivos recortar un 5% el consumo de gas natural y petróleo o que la energía solar y la eólica produzcan el 66% de la electricidad comunitaria en 2050.
La Comisión Europea (CE) ha presentado este miércoles su plan para cortar lazos de dependencia energética con Rusia, el conocido como paquete de medidas REPower EU, que requerirá de una financiación de más de 200.000 millones de euros.
“Hoy, estamos llevando nuestra ambición a otro nivel para asegurarnos de que nos independicemos de los combustibles fósiles rusos lo antes posible”, ha señalado la presidenta de Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, durante la presentación detallada del plan europeo que se articula en tres pilares: el ahorro de energía, la diversificación de nuestras importaciones de energía lejos de los combustibles fósiles y la aceleración de la transición hacia una energía limpia.
Bruselas ha señalado que para ejecutar el plan REPower EU, la Unión Europea necesitará 210.000 millones de euros de inversión adicionales hasta 2027 de cara a aumentar la participación de renovables, diversificar el suministro energético de los proveedores a corto plazo y promover la eficiencia energética para cortar con la dependencia energética de Rusia.
El plan presentado por el Ejecutivo comunitario propone aumentar la contribución de las energías renovables en el mix energético, de tal manera que plantea aumentar su participación del 40% marcado actualmente para 2030 al 45%, lo que se traduce en 1.236 GW de energías limpias para 2030 frente a los 1.067 planteados inicialmente en el paquete Fit for 55.
La presidenta del Ejecutivo comunitario ha detallado en rueda de prensa que el plan movilizará 300.000 millones de euros de inversión, de los cuales 75.000 serán en forma de subvenciones y 225.000 a través de préstamos.
El Ejecutivo comunitario ha abierto la puerta a que la financiación requerida para el plan Repower EU se canalice a través de del Plan de Recuperación y Resiliencia, recurriendo a los préstamos todavía no utilizados al amparo de este plan y cifrados en 225.000 millones de euros.
Además, el plan contará con financiación adicional en forma de subvenciones a cargo de la subasta de Comercio de Derecho de Emisiones, por valor de 20.000 millones de euros.
A largo plazo, el Ejecutivo comunitario pretende que la energía solar y la eólica produzcan el 66% de la electricidad del sistema en 2050, lo que supone duplicar la tasa desde el 33% actual. En este marco, el objetivo es que la eólica represente el 31% de la capacidad de producción de energía de la UE y el grueso, el 35%, provenga de energía solar.
De la financiación necesaria, entre 1.500 y 2.000 millones de euros se destinarán a construir oleoductos en los países de la UE más dependientes del crudo ruso, según ha aclarado fuentes comunitarias, y otros 10.000 millones de euros se destinarán a gas e infraestructuras de gas natural licuado.
El grueso se destinarán a impulsar la penetración de las energías renovables, hasta 113.000 millones de euros, de los cuales una partida de 27.000 millones de euros se invertirán en infraestructuras de hidrógeno. Otros 29.000 millones de euros se invertirán en la mejora de las redes de distribución de electricidad, 56.000 millones a sistemas de eficiencia energética, 41.000 millones a impulsar la adaptación de la industria para reducir el consumo de combustibles fósiles y 37.000 millones a impulsar la producción de biometano para el final de la década.
Bruselas presentará, en este marco, un instrumento de compras conjuntas de gas a nivel comunitario, que sigue el modelo aplicado a la compra conjunta de vacunas durante el COVID, y al que le ha abierto la puerta a la participación a países extracomunitarios como Ucrania, Moldavia o Georgia.
Con esta plataforma de compras conjuntas pretende mejorar el poder de negociación de la UE con los proveedores y evitar la competencia directa entre Estados miembros, si bien fuentes comunitarias han explicado que es una herramienta que no garantiza que una reducción de los precios del gas en el mercado eléctrico.
Una de las principales medidas es la de aumentar la participación de las centrales de carbón y las nucleares en el mix energético, que tiene como objetivo reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos en dos tercios durante el presente ejercicio para eliminar las importaciones de Moscú a final de la década.
Así el plan presentado por el Ejecutivo comunitario plantea reducir la participación de las centrales de ciclo combinado de gas en el mix energético sustituyéndolo por energía producida a partir de carbón, que aumentaría su participación a 100 teravatios por hora (tWh), un 5% más que en la actualidad, y por energía nuclear, hasta 44 tWh.
Se trataría, según han explicado fuentes comunitarias, de una medida de carácter temporal que no se prevé que se extienda en el tiempo más allá de 15 años, aunque se desvía de la línea marcada previamente para reducir la participación de las centrales de carbón del mix energético para alcanzar el objetivo de que la UE sea central en carbono en 2050.
La CE quiere que los europeos consuman este año un 5% menos de gas y petróleo. El objetivo de la Comisión es ahorrar así 13.000 millones de metros cúbicos de gas y 16 millones de toneladas de petróleo, como parte del plan Repower EU presentado este miércoles por el Ejecutivo comunitario para reducir un 66% las compras de gas ruso este año y desprenderse de esas importaciones en 2030.
Según la propuesta comunitaria, ese ahorro puede lograrse reduciendo la temperatura de la calefacción, usando menos aire acondicionado, reduciendo el uso del coche y privilegiando el transporte público, utilizando los electrodomésticos de forma más eficiente y no dejando las luces encendidas sin necesidad.
“No le decimos a la gente lo que tienen que hacer, damos sugerencias”, subrayan fuentes comunitarias sobre un ahorro que también cree posible la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Entre esas sugerencias se cuentan incentivos como reducir el IVA de los sistemas de climatización de alta eficiencia y para el aislamiento de los edificios, así como promocionar las bombas de calor y la compra de electrodomésticos energéticamente más eficientes. La Comisión entiende que moderar la demanda energética “reducirá la presión en los mercados energéticos y ayudará a bajar globalmente los precios”.
Electrificación de la Industria
El amplio plan del Ejecutivo comunitario también prevé que las industrias se sumen a ese esfuerzo a través de la electrificación, lo que permitirá un ahorro adicional 35 bcm de gas en 2030, de los que 22 bcm provendrían de sectores como los minerales no metálicos, el cemento, el vidrio, la cerámica y la química.
El sector industrial también tendrá que aumentar la producción de ciertos equipos y componentes necesarios para la rápida electrificación de la economía para producir al menos 20 gigavatios de capacidad fotovoltáica para 2025 y tecnología para aerogeneradores eólicos, 10 millones de bombas de calor en 2025 y diez veces más electrolizadores para producir hidrógeno verde.
Además, Bruselas espera que alrededor del 30% de la producción de acero se descarbonice para 2030 y el Ejecutivo comunitario pretende también generar ahorros en el transporte de mercancías, que supone el 30% de las emisiones de CO2 y prepara directrices en ese sentido, incluyendo el transporte en camión.