Cómo afectarán los decretos de igualdad salarial a trabajadores y a empresas
Las empresas deben crear un registro salarial al que los empleados podrán acceder.
“A partir de hoy se acabó que un hombre y una mujer puedan cobrar emolumentos diferentes”. Así de contundente se ha mostrado la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, tras la aprobación de dos iniciativas destinadas a acabar con la brecha salarial existente entre ambos sexos.
Estas son las principales claves:
¿Qué ha aprobado el Consejo de Ministros?
El Consejo de Ministros ha aprobado dos decretos. Uno sobre igualdad retributiva entre hombres y mujeres y otro sobre el desarrollo de planes de igualdad.
Las empresas tendrán que llevar a cabo un registro salarial de sus trabajadores para dar transparencia a la diferencia existente entre los sueldos de los hombres y las mujeres. “Nos encontramos en una situación de que las mujeres no son conscientes de las brechas existentes”, ha afirmado la ministra de Igualdad, Irene Montero.
El Estatuto de los Trabajadores ya establece que todas las empresas deben tener un registro retributivo de toda su plantilla, incluido el personal directivo y los altos cargos.
A partir de ahora, estos datos sobre las retribuciones deberán aparecen desagregados por sexo para que se puedan conocerse las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
Este registro tiene que incluir no solo el salario base, sino también otras retribuciones como los complementos salariales. “El salario base no es la principal fuente de desigualdad. Lo son sobre todo los complementos retributivos”, ha afirmado Irene Montero.
Las empresas deberán incluir el dinero percibido por los trabajadores según su grupo profesional, su categoría profesional, su nivel y su puesto.
En concreto, las compañías tendrán que facilitar la media aritmética —suma de todos los salarios dividida por el número de empleados— y la mediana —salario que ocupa la posición central si se ordenan de mayor a menor los sueldos de todos los empleados—.
Vamos a explicar estos conceptos matemáticos con un ejemplo. Una empresa tiene tres trabajadores del mismo nivel: Jorge gana 20 euros al mes, Pedro gana 10 euros, y Ana gana 6 euros. La media aritmética es 12 euros. Sin embargo, la mediana sería 10 euros, el sueldo de Pedro porque se sitúa en el centro.
Este registro sirve, en primer lugar, para que los trabajadores tengan más información a su disposición sobre la brecha de género.
Esa información puede servir a una trabajadora para reclamar cobrar el mismo salario que tienen sus compañeros.
Los trabajadores podrán acceder a la información contenida en este registro a través de sus representantes legales, es decir, del representante sindical o del comité de empresa. “Cualquier trabajador podrá acceder a esta información”, ha señalado Yolanda Díaz.
Los empleados de empresas pequeñas, que no cuentan con representación legal, podrán ver solo una parte de la información contenida: las diferencias porcentuales en las retribuciones medias, desagregadas según la naturaleza de la retribución (salario, complemento, etc).
Todas las empresas tendrán que cumplir con el registro salarial. Mientras que las que tengan una plantilla superior a los 50 trabajadores deberán tener un plan de igualdad y someterse a una auditoría retributiva.
“El plan de igualdad debe incorporar los datos necesarios para comprobar que el sistema de retribución existente en la empresa garantiza de manera transversal y completa la aplicación efectiva del principio de igualdad entre mujeres y hombres”, señala la norma.
Estas empresas de más de 50 trabajadores tendrán que llevar a cabo una auditoría retributiva, que ya se contemplaba en la ley de igualdad del 2007.
Esta auditoría pretende obtener información para comprobar si el sistema retributivo de una empresa cumple con el principio de igualdad salarial entre mujeres y hombres.
Las empresas tienen seis meses para cumplir con ambas normas, según ha explicado Yolanda Díaz.
Una vez pase ese plazo de seis meses, las empresas se pueden enfrentar a multas por incumplimiento que pueden ascender hasta casi 190.000 euros.
El objetivo de estos decretos es acabar con la brecha salarial de género. La diferencia entre los sueldos de los hombres y de las mujeres se ha reducido, pero no ha desaparecido del todo. Los hombres ganan un 11,3% más que las mujeres, según la última encuesta de estructura salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de 2018.
Esa brecha salarial se ha recortado en los últimos años, en paralelo al auge del movimiento feminista que ha aumentado la concienciación sobre el problema. Si se echa la vista atrás se puede ver que esa diferencia era mayor: las mujeres ganaban un 15,3% menos que los hombre en 2010. Cuatro años más tarde, en 2014, la diferencia era del 14%.
La agencia europea de estadística Eurostat cifra la diferencia de ingresos brutos por hora entre hombres y mujeres en el 13,9%, según datos de 2018, y sitúa a España en una posición intermedia entre sus socios europeos.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado en la rueda de prensa que la brecha retributiva supera al 22%.