Claves de la supresión del Impuesto de Patrimonio en Andalucía: lo pagaban los 20.000 más ricos
Su eliminación provocará una merma de en las arcas públicas de en torno al 0,6% de la recaudación autonómica
Un anuncio a bombo y platillo que ha generado un tsunami de reacciones. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, ha decidido copiar el modelo de Ayuso y este lunes sorprendió al anunciar la supresión del Impuesto de Patrimonio en su comunidad, con una bonificación del 100%.
La decisión se tomaba después de analizar sus efectos actuales y comprobar, ha dicho, que “supone un freno para la inversión” y que “de los 20 contribuyentes que más pagan, la mitad se trasladaron fuera” de la comunidad, con una pérdida de 3,5 millones en Patrimonio y 14 en IRPF. “Queremos favorecer que determinadas rentas fijen su residencia en Andalucía contribuyendo así con sus impuestos”, afirmó Moreno, que también dijo que su objetivo es “hacer de Andalucía la comunidad de régimen común con la presión fiscal más baja junto a Madrid”.
Pero, ¿cómo afecta al andaluz medio la supresión de este Impuesto? Lo cierto es que esta medida sólo beneficia al 0,2% de los ciudadanos de la Comunidad, aquellos que gozan de mayor patrimonio ya que grava la riqueza de los contribuyentes superior a los 700.000 euros. Se tiene en cuenta los bienes muebles e inmuebles, aunque desde 2012 el Gobierno deja exenta la vivienda habitual hasta 300.000 euros.
En 2020 fueron 16.785 contribuyentes andaluces los que pagaron el impuesto de Patrimonio, ingresando en las arcas 93 millones de euros. En 2021, según datos provisionales del Ministerio de Hacienda, la recaudación por Patrimonio ascendió a 120 millones. En este caso, los contribuyentes que tuvieron que pagar dicho impuesto ascendieron a 20.661. Su supresión provocará una merma de en las arcas públicas de en torno al 0,6% de la recaudación total.
La izquierda se posiciona en contra
El Gobierno y la izquierda andaluza han reaccionado en contra de esta medida al considerar que sólo beneficia a los más ricos. “Lo que sí que va a afectar a todos los andaluces es el recorte que van a sufrir en todo el Estado de Bienestar. Es decir, en Sanidad, en Educación o en distintas políticas públicas para poder suprimir el impuesto”, afirmó la ministra de Educación y portavoz de la dirección socialista, Pilar Alegría.
La diputada del PSOE-A en el Parlamento de Andalucía, Isabel Ambrosio, aseguró por su parte que es “una nueva operación de propaganda a la que nos tiene acostumbrados Moreno Bonilla”, mientras que advirtió que la medida “no resuelve esas listas de espera de 900.000 andaluces o la falta de profesores, sobre todo, en el ámbito rural”.
Por otro lado, Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía) respondía a un tuit de la presidenta de la Comunidad de Madrid que celebraba la medida de Moreno Bonilla. En su mensaje, Ayuso daba la bienvenida a los andaluces “al paraíso”, algo que Rodríguez ha criticado: “Para las grandes fortunas”.
Cataluña, la región que más ingresa
El impuesto sobre el Patrimonio, que nació en 1977 como impuesto “extraordinario”, se reinstauró en 2011 tras la crisis económica con el objetivo de incrementar la recaudación. A día de hoy, Cataluña es la región que más ingresa gracias a él: 546 millones en 2020 con cerca de 83.000 declarantes. La Comunidad de Madrid podría recaudar el doble de dinero, pero renuncia a 1.000 millones cada año al haberlo suprimido por completo. Andalucía sigue ahora sus pasos.
¿Y existe este impuesto en otros países? Lo cierto es que fue eliminado hace más de una década en lugares como Suecia, Finlandia, Grecia o Luxemburgo. Otros sí lo mantienen en términos similares a los de España, como es el caso de Francia, Suiza, Noruega o Países Bajos.