Esta es la clave para alcanzar el orgasmo femenino, según los expertos
Hay que pensar en los orgasmos como una experiencia y no como un objetivo.
Las mujeres nunca paramos. Si no estamos haciendo algo, es porque estamos pensando en hacerlo (y eso incluye 3000 tareas pendientes entre las que no consta el sexo).
Por eso no es de extrañar que a veces no estemos a lo que tenemos que estar durante el sexo. Sin embargo, preocuparte por la factura de la luz y el gas nunca va a ayudarte a pasártelo bien. La mujer tiene una mentalidad instrumental a la hora de tener orgasmos. No solo lo piensan los terapeutas sexuales y sexólogos, sino que también hay estudios que lo respaldan.
Uno de esos estudios, de 2015, descubrió que las mujeres que llegan frecuentemente al orgasmo tienden a centrarse más en las sensaciones que les provoca el sexo –básicamente, mindfulness sexual– en comparación con las mujeres a las que les cuesta tener orgasmos. Un estudio independiente halló una relación entre la falta de “pensamientos eróticos” durante el sexo y una menor frecuencia de orgasmos.
No pillará a nadie por sorpresa que los pensamientos negativos durante el sexo son un obstáculo. Los pensamientos más intrusivos que mencionan las mujeres giran en torno a su aspecto y, en menor medida, su rendimiento en la cama (no, no solo a los hombres les pasa).
Incluso las palabras utilizadas para describir un orgasmo influyen en las probabilidades de que las mujeres lleguen al clímax. “Yo prefiero pensar en los orgasmos como una experiencia y no como un objetivo”, señala la sexóloga Gigi Engle, autora de All The F*cking Mistakes: A Guide To Sex, Love And Life. “El motivo es la presión. Las mujeres ya afrontan bastante a lo largo del día, de modo que es fundamental que no se extienda también al sexo si quiere disfrutar de experiencias más satisfactorias”.
A algunas mujeres les da vergüenza no llegar al orgasmo tan a menudo como les gustaría o no llegar nunca, lo que se conoce como trastorno orgásmico femenino o anorgasmia, pero en realidad es una experiencia muy común.
Una encuesta a más de 32.000 mujeres realizada por el Hospital General de Massachusetts descubrió que una de cada cinco mujeres tiene problemas para llegar al orgasmo.
Una de las claves para alcanzarlo es no sentir presión. ”¿Por qué? Porque los orgasmos son un proceso físico y mental. Cuando te presionas a ti misma para llegar al orgasmo, empiezas a pensar que no lo vas a lograr o que debes hacerlo, y es entonces cuando no lo consigues. Es fundamental estar tranquila para que tu cerebro y tu cuerpo se sincronicen y te permitan disfrutar de un orgasmo”, explica Engle.
Activa tu cuerpo
Isiah McKimmie, sexóloga y autora del blog Epic Orgasms, señala que conocer unos pocos consejos prácticos es clave para llegar al orgasmo con mayor facilidad y frecuencia. “Además de la cultura sexual que tenemos como sociedad, recibimos muy poca educación sexual real sobre el placer femenino y sobre las herramientas que tenemos para disfrutar más”, lamenta.
Así pues, hay que empezar por lo básico. Hay dos ingredientes esenciales en esta magnífica tarta que es el orgasmo: una adecuada estimulación del clítoris (la parte física) y alcanzar un estado mental de relajación y excitación (la parte mental).
“El clítoris es necesario en gran medida para tener orgasmos”, asegura Engle. A las mujeres no nos enseñan la importancia del clítoris ni nos educan para priorizar nuestro placer. Nos piden que tengamos orgasmos con la penetración y que hagamos lo que podamos para complacer a nuestra pareja”.
Algunas mujeres son capaces de llegar al orgasmo sin estimulación del clítoris, pero un estudio publicado en The Journal of Sex and Marital Therapy descubrió que eso solo representa al 18% de las mujeres. Ese mismo estudio recoge que, a la hora de estimularse, la mayoría de estas mujeres prefieren las caricias directas en el clítoris con una presión media y con movimientos de arriba abajo.
Invertir 15 o 20 minutos en los preliminares, sobre todo si incluyen besos con lengua y sexo oral, te puede ayudar a disfrutar de un buen orgasmo, afirma McKimmie.
La terapeuta sexual y de relaciones Miranda Christophers insiste en la importancia de la parte mental y de sentirte bien emocionalmente para excitarte. Tienes que saber relajarte, de modo que si estás cansada o estresada, lo vas a tener más difícil. La idea es dejarte llevar.
“Aunque no todas las mujeres lo necesitan para llegar al clímax, la mayoría necesitan sentirse física y psicológicamente estimuladas y excitadas”, explica.
Activa tu mente
Una vez que tu clítoris recibe suficiente estímulo, ¿hay alguna actitud que ayude a llegar al orgasmo? En palabras de Meg Ryan en Cuando Harry encontró a Sally: "¡Sí, sí, sí!”. La comunicación es esencial, según Engle. “La otra persona no te puede leer la mente. No es responsabilidad suya llevarte al orgasmo. Eres tú la responsable de tus orgasmos”.
Algunas mujeres son muy reservadas con el sexo, pero reunir el coraje para hablar abiertamente de tu sexualidad puede cambiarte la vida.
Engle aconseja que le digas a tus parejas sexuales qué es lo que te gusta y qué es lo que necesitas, aunque tengas que complementar el sexo con un vibrador. “Si te tumbas y empiezas a pensar en política, no vas a disfrutar”.
Prueba a hacer actividades relajantes en tu día a día, como yoga, meditación o mindfulness para estar más tranquila cuando llegue el momento.
Y, lo más importante según Engle: mastúrbate. “Cómprate un buen juguete y ve conociendo tu cuerpo”, aconseja. “Descubre qué intensidad de vibración y qué ritmo te ayuda a llegar. Prueba con la estimulación interna y externa. Acaricia con el vibrador tus labios, tu pubis, la cara interna de tus muslos y tus pezones. Cuando te hagas cargo de tu placer y tus orgasmos, te darás a ti misma el poder de pedirle a otra persona que convierta tu orgasmo en el centro de la experiencia”.
La próxima vez que practiques sexo, concéntrate en tus sensaciones y en nada más. “No pienses en cómo lo estás haciendo ni en ninguna otra distracción. Siente el placer de tu cuerpo, deja que te inunden los pensamientos eróticos y disfruta las vistas”, recomienda Christophers. “Si el placer nace al empezar los besos, date permiso para rendirte a ese placer”, indica.
Hay que recordar que no todo encuentro sexual requiere un clímax. “No siempre necesitamos sexo para llegar al orgasmo. También es una opción perfectamente válida no llegar al orgasmo, ya que a veces nos puede costar más en un encuentro sexual que en otro”, tranquiliza McKimmie.
Pero no dudes en aprovechar tu poder. “El cerebro se puede considerar nuestro mayor órgano sexual”, señala. “Nuestros pensamientos nos pueden excitar o cortar el rollo”.
De hecho, la mente influye tanto en los orgasmos que hay mujeres capaces de tenerlos solo con pensar en ellos. Si eso no te parece un buen incentivo para esforzarte, nada lo será.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.