Arrimadas no dimite: "Me siento con el apoyo del partido"
La líder de Cs se reafirma en la necesidad de que su proyecto político siga adelante pese al batacazo del 14F en Cataluña.
La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, no dimite tras el enorme batacazo del partido en las elecciones catalanas del 14F, que pasó de primera fuerza con 36 escaños a séptima, con 6. La líder naranja se ha reafirmado en la necesidad de que su proyecto político siga adelante: “Me siento con el apoyo del partido [...] Somos el único partido de centro-liberal limpio de España”.
Arrimadas reconoce que la formación ha debido cometer “muchísimos” errores dada la pérdida de diputados que ha sufrido. Y ha hablado de un “mal resultado, sin paliativos” de su partido en Cataluña. “No hemos sido capaces de ilusionar”, ha justificado.
Lo cierto es que la jefa naranja ha hecho autocrítica, pero no ha concretado qué cambios concretos realizará en la estrategia o en la Ejecutiva para reflotar las expectativas electorales del partido.
Inés Arrimadas ha descartado defenestrar a nadie pese a las críticas de algunos exmiembros de la formación que han apuntado a la cabeza de Carlos Cuadrado, vicesecretario primero. “Miro más los números del parto que Twitter”, ha remachado.
Además, Arrimadas ha considerado que la falta de movilización ha sido el principal factor que explica los resultados y que los votos que logró hace tres años no se han ido al PSC, sino a la abstención.
La líder de Cs, que reunió este lunes a su dirección y este martes ha juntado al comité permanente, cree no obstante que el resultado de las elecciones refuerza la necesidad de la existencia de una formación como la naranja.
Arrimadas, también portavoz parlamentaria del partido en el Congreso, ha puesto en valor que tanto ella como el candidato Carlos Carrizosa han dado la cara y ha insistido en que su equipo “está fuerte” para “seguir trabajando”.
“Cs tiene que volver a ilusionar. Tenemos tiempo por delante para ello. Accedí a la presidencia del partido en un momento muy débil. Vamos a seguir trabajando. Estamos preocupados por la situación política para Cataluña. Se avecinan años muy duros. El separatismo se ha reforzado”, ha lamentado.
Una torta en el lugar donde nació
Cs se ha llevado una torta electoral en la comunidad donde nació como proyecto político de la mano de Albert Rivera. Los naranjas se negaron a acudir en coalición con el PP bajo la marca Cataluña Suma. Los populares arrebataron a Arrimadas a Lorena Roldán, la exportavoz naranja en el Parlament, poco más de un mes antes de las elecciones.
Ese movimiento del PP fue considerado una opa hostil de Pablo Casado a Cs, centrado en aglutinar de nuevo todo el voto independentista y en comerse a los de Inés Arrimadas. El PP, sin embargo, no ha capitalizado el derrumbe naranja.
Cs, además, se ha entregado durante toda la campaña a los brazos de Salvador Illa, del PSC, a quien ha ofrecido gobernar juntos para evitar que los socialistas pacten con ERC.
El ofrecimiento de Arrimadas a gobernar con el PSC se ha entendido como un esfuerzo de Cs por introducir la equis independentista en la ecuación del marco electoral. Los naranjas han señalado a Illa como un riesgo para el constitucionalismo y por eso le han querido atar en corto.
Los socialistas, que han casi quintuplicado en votos al partido de Arrimadas, han dado largas a los naranjas. Es más, pidieron a los votantes de Cs que se pasaran a la lista socialista. El mensaje ha tenido éxito