Ciudadanos vira tras la tormenta y pone rumbo al acuerdo imposible
El partido asegura que contribuirá a la investidura de Sánchez si pacta también con el PP, un ruta intransitable según el líder popular.
El castañazo electoral del 10-N, la marcha de su líder, Albert Rivera, y el condicionamiento del independentismo catalán a la formación del Gobierno de España. Todo eso ha cambiado el rumbo de Ciudadanos, aunque el nuevo destino, un acuerdo con populares y socialistas, no tenga puerto seguro.
El partido, cuya tripulación ha sufrido sonadas deserciones desde los comicios de abril, espera el ascenso de Inés Arrimadas a capitana de un barco maltrecho y gobernado por una gestora hasta el congreso de marzo. Aun así, intenta mediar para evitar que el Gobierno de España se escore por gracia independentista.
La estrategia del partido de batallar por el liderazgo del centroderecha con el PP y negar todo apoyo a los socialistas tras del 28-A recibió un fuerte correctivo en la repetición electoral de noviembre que no pudo paliar el ofrecimiento de última hora de Rivera de abrirse a un acuerdo con Pedro Sánchez y levantarle el veto.
La mayoría de los 57 diputados de Ciudadanos que desembarcaron en el Congreso en abril han levado anclas. Al frente solo quedan 10 que han cambiado el rumbo tras la tormenta, aunque tarde. Porque los cantos de sirena de algunos de los fundadores y referentes de la formación llegaron en pleno verano.
Fuentes del partido, no obstante, son optimistas y cuentan a este diario que ven factible un rearme del centro liberal. Eso sí, hacen autocrítica. “Creo que la dinámica de polarización, sumada a los errores de Ciudadanos, han reducido el centro a 10 escaños”, reflexiona una exparlamentaria naranja que perdió su asiento tras el batazaco del 10-N.
“A pesar del resultado, creo se dan todas las condiciones para que el centro vuelva a crecer. La mayoría de los españoles se autoubica en un espacio de moderación. Y en un parlamento con los nacionalistas y la extrema derecha en auge existe demanda para una voz de centro que permita acuerdos moderados”, cuenta la exdiputada.
El actual parlamento es muy diferente al de abril. El catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, ideólogo del partido, lamentó profundamente que Rivera desdeñara los 180 escaños que conformaba entonces junto a los socialistas. “Una mayoría capaz de sostener un Gobierno coherente”, comentó en una carta abierta al exlíder naranja, en la que asusó a Rivera de anteponer los intereses del partido a los de España.
Los naranjas, conscientes de los errores cometidos, están empeñados en lo que denominan la vía Arrimadas, lideresa in pectore. Es decir: en forjar un gran acuerdo entre partidos constitucionalistas sustentando por los 221 diputados que suman PSOE, PP y Cs para investir al candidato socialista a la presidencia Pedro Sánchez.
Esa vía es la acertada para De Carreras, según cuenta a El HuffPost: “No me parece mal este enroque, es lo que desaprovecharon tras la elecciones de abril. Parece que vuelven a ser un partido bisagra, aunque tampoco lo aclaran”. El referente del partido apuesta porque sus correlegionarios vuelvan a la estrategia de antes de las elecciones andaluzas de hace justo un año.
El problema es que esa vía es improbable. Ya se mostró intransitable en 2016 cuando lo sugirió el expresidente Rajoy. Improbable, porque si los populares hacen presidente a Sánchez dejarían de ser la alternativa de Gobierno con Vox muy cerca, el terror popular.
Pero Inés Arrimadas insiste. Y el PP presiona a los naranjas recordándoles el pacto de legislatura que firmaron con Sánchez en 2016. ”¿Por qué no exploran esos contactos?”, preguntó Pablo Casado.
Otro exdirigente naranja, el exdiputado y portavoz económico Antonio Roldán, ha puesto a funcionar este viernes un grupo de interés en la escuela de negocios Esade en el que participan exdirigentes de Cs, PSOE y PP. El objetivo que se han marcado es trabajar, tanto desde la Academia como desde la política, por pactos y acuerdos de Estado entre las tres formaciones.
“Estoy convencido de que espacios transversales como este son hoy más necesarios que nunca”, ha asegurado Roldán, quien contará con el exministro socialista de Administraciones Públicas Jordi Sevilla, y el exministro popular de Energía Álvaro Nadal.
Los naranjas han advertido de que harán todo lo posible para que Sánchez rectifique y “cierre la puerta al populismo y al nacionalismo”. Ese es el plan que desvela la portavoz parlamentaria, quien ya se lo ha comentado al rey durante el encuentro que mantuvieron en Zarzuela dentro de la ronda de contactos. También se lo pondrá encima de la mesa al propio presidente en funciones en la reunión que, previsiblemente, ambos mantendrán en el Congreso este lunes.
Un acuerdo bendecido por la ultraderecha
La ultraderecha de Vox también clama por ese acuerdo a tres y pide a populares y naranjas “un esfuerzo adicional para entenderse” con el PSOE. Los de Santiago Abascal ven con buenos ojos ese pacto, porque les dejaría vía libre para asaltar el trono de principal partido de la oposición. Un escaparate inmejorable para sus mensajes anticonstitucionales que enmascaran con la premisa de que sería lo mejor para España.
Ciudadanos, el partido más damnificado por los últimos comicios, es quien ofrece votos que no posee a Sánchez. Los diez que tienen son insuficientes y encima cargan contra el bipartidismo al que pretenden insuflar aire por la parálisis que vive el país con un Gobierno en funciones desde hace más de 200 días.
“PP y PSOE son responsables de las situaciones de bloqueo, porque han preferido siempre evitar llegar a grandes acuerdos y fiar sus investiduras a partidos nacionalistas renunciando a mayorías amplias para acuerdos de Estado”, comenta la formación naranja a El HuffPost.
Uno de los barones de Cs, el vicepresidente de Castilla y León Francisco Igea, fue uno de los más críticos con el camino que ha recorrido su partido. Reconoció que el principal error fue no haber sido ”útil” y que ahora lo que tienen que hacer es ver cómo pueden ayudar a que España salga de bloqueo.
“Lo que no fue posible en 2015 debe ser reconsiderado a la vista de lo que ha pasado desde entonces: inestabilidad, polarización y bloqueo que se han traducido en cuatro elecciones en cuatro años; un triste récord. Quizá a Casado le parezca bien que un Gobierno que dependa de los independentistas, porque cree que así ganará las próximas elecciones. Pero la estrategia del ‘cuanto peor mejor’ es censurable”, critica la exdiputada de la formación.
El viaje de Ciudadanos hacia el acuerdo constitucional con populares y socialistas continúa. Aunque no parece probable que los naranjas lleguen a buen puerto. Remar para conseguir un Ejecutivo sin injerencia independentista, el objetivo fundacional del partido, es más difícil con solo diez hombres y mujeres.